Domingo XV del Tiempo ordinario

¿CÓMO SER SAMARITANOS HOY?

     “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”. En el relato de la parábola del “buen samaritano” se nos describe la actitud que hemos de promover los seguidores de Jesús, más allá de nuestras creencias y posiciones ideológicas o religiosas, para construir un mundo más humano.

     En la cuneta de un camino solitario yace herido un ser humano sin nombre y sin patria. En este ser humano resume Jesús la situación de tantas víctimas inocentes maltratadas injustamente y abandonadas en las cunetas de tantos caminos de la historia.

     Junto a esta persona herida pasa primero un sacerdote y después un levita, los dos pertenecientes al mundo respetado de la religión oficial de Jerusalén. Los dos pasan de largo cerrando sus ojos y su corazón, aquel hombre no existe para ellos. En ellos Jesús está criticando a toda religión que es incapaz de generar en sus miembros un corazón compasivo.

    El tercer personaje de esta parábola, que ni siquiera pertenece a la religión del Templo, al ver al herido se conmueve y se acerca y hace por aquel desconocido todo lo que puede para rescatarlo con vida y restaurar su dignidad.

     Jesús con esta parábola quiere introducir en el mundo una nueva dinámica. Jesús quiere que los que estén dispuestos a seguirle sepan “mirar” de manera atenta y responsable al que sufre, que sepan conmoverse para que el sufrimiento de los demás también sea su dolor. De esta manera podremos liberarnos del egoísmo y la indiferencia hacia los que sufren y nos permitirá  “acercarnos” a ellos para descubrir de cerca que es un ser necesitado el que nos está llamando.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA  

1ª LECTURA

Lectura del libro del Deuteronomio 30,10-14 
Moisés habló al pueblo, diciendo: 
– Escucha la voz del Señor, tu Dios, guardando sus preceptos y mandatos, lo que está escrito en el código de esta ley; conviértete al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma. Porque el precepto que yo te mando hoy no es cosa que te exceda, ni inalcanzable; no está en el cielo, no vale decir: ¿Quién de nosotros subirá al cielo y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?; ni está más allá del mar, no vale decir: ¿Quién de nosotros cruzará el mar y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?. 
El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo.

Palabra de Dios.

  COMENTARIO A LA 1ª LECTURA         El libro del Deuteronomio pone en boca de Moisés lo que quiere Dios para su pueblo que no es otra cosa que guarde sus preceptos y mandatos y se convierta al Señor. Los preceptos de Dios no exceden a las posibilidades de las personas y se pueden cumplir. Los mandamientos de Dios los tenemos impresos en nuestro corazón.  

Sal 68, 14 y 17. 30-31. 33-34. 36ab y 37 
R. Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
 
-Mi oración se dirige a ti, Dios mío, el día de tu favor; 
que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. R:
-Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; 
por tu gran compasión, vuélvete hacia mí. R:
-Yo soy un pobre malherido; Dios mío, tu salvación me levante. 
Alabaré el nombre de Dios con cantos, 

proclamaré su grandeza con acción de gracias. 

-Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. 
Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R:
-El Señor salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá. 
La estirpe de sus siervos la heredará, los que aman su nombre vivirán en ella. R:

2ª LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1,15-20 
Cristo Jesús es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. 
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz. Palabra de Dios.  

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

        El apóstol Pablo en este texto teológico nos dice que Cristo es la imagen de Dios invisible y por medio de Él podemos acercarnos al Padre. Él es el principio y el fin de la Creación. Todo procede de él y en él terminan todas las cosas.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,25-37 
En aquel tiempo, se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: 
– Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? 
Él le dijo: 
– ¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella? 
El letrado contestó: 
– Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo. 
Él le dijo: 
– Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida. 
Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: 
– ¿Y quién es mi prójimo? 
Jesús dijo: 
– Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: 
– Cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta. 
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos? 
El letrado contestó: 
– El que practicó la misericordia con él. 
Díjole Jesús: 
– Anda, haz tú lo mismo. Palabra del Señor.  

COMENTARIO AL EVANGELIO

       Con la parábola del buen samaritano Jesús resalta que el mandamiento principal es amar a Dios y al prójimo, que para el amor no hay fronteras, que toda persona es mi prójimo y le debo respeto y atención.    

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

UN AMOR COMO DIOS MANDA

       Para Jesús el centro de la ley no es el culto, sino el servicio al hermano, el perdón, la actitud fraterna para con el otro: “Si al presentar tu ofrenda, te das cuenta de que tu hermano tiene algo contra ti, deja la ofrenda en el altar y vete reconciliarte con tu hermano”

      Jesús en la parábola del buen samaritano no da un discurso teórico, sino que presenta el amor en acción, señala cómo hay que amar, cómo tiene que ser el verdadero amor. El amor al prójimo que Jesús quiere tiene que ser UNIVERSAL, porque no tiene en cuenta ni raza ni nación. Al verdadero amor sólo le importa y preocupa ayudar a las personas que sufren y que están necesitadas y esto le basta.

      El amor al prójimo que Jesús quiere tiene que ser EFECTIVO. El samaritano “se compadeció”. Fue el corazón el que movilizó todo su ser para socorrer de forma efectiva a una persona que necesitaba ayuda y tiene que ser GENEROSO. El samaritano ha dado su tiempo al pobre malherido. Le dedicó todo el día y una noche. Ha cambiado los planes que tenía para ayudarle.

      Es posible que para muchos cristianos, con frecuencia, sea más fácil dar dinero o entregar limosnas que dar lo que para muchos es el bien más preciado que es su tiempo.