Bienestar reflexión para FIN de AÑO

Bienestar reflexión para Fin de año

«Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.» Jeremías 29:11 (NVI)


Es notable como laboralmente, el año parece terminado. No importa que falten algunos días para que se vaya el 2020, en la oficina cuesta mucho que los empleados cumplan con sus tareas cotidianas.

Hay como una expectativa para ver que trae el 1 de enero, se anhela terminar diciembre como se pueda, para comenzar vigorosos el 2021.

Se postergan los controles, el registro de documentos, el archivo de papeles. Cada pedido tarda una eternidad en ser cumplido, parece que ya están todos celebrando el año nuevo.

Se ha creado una fantochada al respecto haciéndonos creer que con el año que se va, se retira el cansancio, los problemas, la angustia, las peleas, las dificultades financieras o la falta de paz.

Sin comprender, que en realidad, que la tierra gire una vez más sobre su eje y continúe su ciclo alrededor del sol, no cambia nada, excepto su situación geopolítica en el universo. Mañana vamos a estar igual que hoy y seguramente en cinco días, también solo un poco más gordos por haber comido de más a fin de año.

Las cosas no cambian porque cambia el año. Esa utopía solo sucede en los cuentos o en las películas de Hollywood, y aunque internet te prometa otra cosa, la realidad es que todo va a ser igual. Este año no va a enterrar tus males ni problemas, y el cambio de calendario no va a afectar tu situación actual. Frente a esta realidad podemos hacer dos cosas.

O nos deprimimos y quejamos como hace la mayoría de los argentinos (que somos especialistas en ambas disciplinas), incrementando nuestro enojo por las cosas que no tenemos y que deseamos pero nunca recibimos.

El problema de elegir esta opción es que no logramos ninguna solución. Podemos gritar mucho, pero no arregla nada.

O podemos confiar en Dios y en su promesa maravillosa sabiendo que tiene planes de bienestar, de felicidad, de futuro y de esperanza para sus hijos. Pero trabajando, esfornandonos y luchando para alcanzarlo. No es solo confiar que Dios haga los milagros, es trabajar y cumplir con nuestra responsabilidad para lograrlo.

Faltan pocos días para fin de año. ¿Cómo planificas llegar?

REFLEXIÓN – No te quejes. Confía y actuá para alcanzar tu bienestar.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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