Señor,
queremos expresarte nuestro gozo,
porque te sentimos cerca nuestro.
Sí, muy cerca de cada uno de nosotros,
muy cerca de nuestras cosas,
muy cerca de nuestra vida,
muy cerca de nuestra historia.
Te sentimos muy cerca,
cuando amanece un nuevo día,
y la luz abre nuestros ojos,
cuando el agua nos refresca,
y volvemos a la realidad,
cuando damos el primer saludo
a quienes más queremos
Te sentimos muy cerca,
al tomar los libros para ir al estudio,
al encontrarnos con la gente en las calles,
al ver de nuevo a los compañeros de clase.
Te sentimos muy cerca,
cuando otras personas se preocupan
de nosotros y nos ayudan a educarnos,
cuando compartimos nuestra alegría,
y nos divertimos con los amigos,
cuando alguien nos pide ayuda
y nosotros se la damos con gusto.
Te sentimos muy cerca,
al regresar diariamente a casa,
y comer todos juntos, en familia,
en el rato de estudio y en el descanso,
o cuando anochece y el sueño nos vence
Te sentimos muy cerca…
Señor, que te descubramos en lo nuestro,
en eso que hacemos cada día.
Señor, que estemos seguros
de que «Tú estás cerca».