El Sínodo de Lima es un nuevo latir para la Iglesia

El Sínodo de Lima es un nuevo latir para la Iglesia

En el programa Diálogo de Fe, del sábado 16 de mayo, el Cardenal Juan Luis Cipriani, contó sobre el impacto que está teniendo el Vigésimo Sínodo Arquidiocesano Limense en los fieles de la Iglesia de Lima.

“Muy contento al leer la Gaceta de este mes del Arzobispado de Lima que nos habla de lo bien que va el sínodo. Cientos de grupos de jóvenes, de gente casada, de gente de todos los niveles y de todos los lugares, organizados bajo el lema: “Tú tienes la palabra”. Hemos abierto los micrófonos para que la gente opine y estamos teniendo una gran participación. Hay mucha ilusión de la gente joven y de la gente de los niveles C, D y E. Los niveles sociales sencillos y pobres son los que con entusiasmo ayudan para que la Iglesia llegue con más fuerza a los colegios y a las familias. Qué entusiasmo la verdad. A veces uno no se da cuenta de la fe de nuestro pueblo, que es una fe viva, alegre y practicante”, afirmó el Arzobispo de Lima.

El Cardenal Juan Luis también comentó, que en el Sínodo, los fieles de la Arquidiócesis de Lima piden una mayor formación en la fe para todos los miembros de la Iglesia.

“Una cosa que sale mucho en el sínodo es la necesidad de una mayor formación. Lo que la gente dice a todos los niveles; jóvenes, casados, solteros y sacerdotes: “no hay formación”. Son muchos los años en que la gente está en una cultura muy superficial, en que no se conoce a Jesús, ni el amor de Dios; no se conoce el tramado del perdón, que quiere decir que Dios me perdona; no se conoce lo que es un sacerdote, hombre de Dios; y a veces no lo conoce ni el propio sacerdote. A todas estas explicaciones la Iglesia tiene que dar más formación. “Ayúdennos a formarnos más”. No solo hay que formar a los sacerdotes, sino a los profesores de religión, padres de familia, en las redes sociales y medios de comunicación. Es algo que las personas reclaman mucho: la formación”, refirió.

También comentó acerca de la importancia de vivir una vida en Cristo: “Hay algo importante: nadie da lo que no tiene. En el curso de religión das unos contenidos experimentados en tu propia vida. Tú transmites lo que vives. Si tú no crees en Jesús, transmites ruidos; si tú no vives los sacramentos, si no rezas, si no sientes el dolor ante el pecado, ese profesor no puede ser profesor de religión. En el caso de la fe, el vehículo para transmitir la fe y los conocimientos es la vivencia y la experiencia. El Papa nos dice que tenemos que ser testimonios vivos de lo que transmitimos”, indicó.

“Debemos ser hombres enamorados de Dios”

El Primado del Perú explicó que aunque Jesús ascendió a los Cielos, Él está presente por medio del Espíritu Santo, y exclamó que solo un hombre enamorado de Dios puede mantener alejado a los demonios.

“La ascensión es que el mismo señor Jesús volvió a la derecha del Padre con sus propias fuerzas. A veces sentimos una añoranza por Él, pero Jesús nos dijo: “Enviaré al Espíritu Santo”. Si vivimos esa añoranza como verdadera experiencia y somos gente que contagia, ayuda y anima; y también somos hombres enamorados de Dios y de Jesús; enamorados de ese amor de Dios y de ayuda al prójimo, espantaremos a los demonios. Cuando uno quiere hacer el bien y hacer presente a Jesús en la vida cotidiana, los demonios se ponen nerviosos”, señaló.

Durante la conversación sabatina, el Cardenal Cipriani, recordó al Beato Álvaro del Portillo y mencionó la importancia que tuvieron las palabras del sucesor de San Josemaría Escrivá en su vida.

“El día 12 de mayo se celebró la fiesta del Beato Álvaro del Portillo. Si tú me preguntas cómo se hace para que todo esto camine mejor, este hombre sucesor de San Josemaría Escrivá, era un hombre que por donde pasaba inspiraba paz, alegría, serenidad y gozo. Yo te cuento la experiencia que tengo con él: cuando estaba en Ayacucho y se veía toda esta violencia, uno vivía todos los días sin saber si mañana amanecía. Yo le contaba con cariño y él me decía: “Mira Juan Luis, haz los milagros que sean necesarios para que esté cerca de Dios siempre, lo demás ya lo hará Él” y funcionó. Cerca de Dios procura, ante la dificultad, ante un momento de aparente injustica o calumnia, decir: Jesús ayúdame, enséñame, dame paciencia, que no me desanime y que no me asuste”, agregó.

Por último, agradeció a su familia, al Opus Dei, y sobre todo a la Iglesia por ser el origen de su vocación sacerdotal, de su amor infinito a Dios y de su entrega al prójimo. Y exhortó a todos los oyentes a seguir dándole gracias a Dios para que Jesús pueda seguir cambiando sus vidas.

“Yo todo lo bueno que pueda tener se lo debo a lo que aprendí del Opus Dei, que es mi madre, la que dio origen a mi vocación. Si a veces pretenden atracar al Opus Dei por atacarme a mí, no ataquen a mi madre, yo soy el responsable”.

“En este mes de mayo dedicado a María, ponte delante de Dios y dale las gracias. Siéntelo cerca y verás como cambias ese ambiente, esa manera de ser y podremos ser fuertes en la fe. El Perú necesita de muchas cosas, de esta Iglesia nuestra. Vamos a ir por este camino y vamos a dejar que cada uno tenga su libertad de opinar pero que la verdad se encienda, no la apaguemos. Estoy muy agradecido al Papa Francisco, al Opus Dei, a mi madre la Iglesia y a ustedes que nos acompañan siempre con tanta cariño”, culminó.

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