Los valores deben se la luz que ilumine la misión del fiscal

 

“Cómo nos hace falta en estos tiempos tener ese pensamiento de la misericordia de Dios. Elevamos nuestra oración para pedirle en esta fiesta que nos conceda la sabiduría de espíritu, no solo la habilidad procesal, no solo el conocer unas cuantas normas jurídicas, sino también esa sabiduría del espíritu que profundiza, que se esfuerza, que quiere buscar el bien y la verdad, que no se detiene nunca, ni ante el temor, ni ante la propuesta fácil, ni el cálculo. Pensemos que tenemos una enorme responsabilidad, se repite tanto, que ya parece inútil decirlo, pero es una responsabilidad muy grande”, expresó el Cardenal Juan Luis Cipriani durante la Santa Misa que presidió en la Basílica Catedral de Lima en el marco del 35º aniversario del Ministerio Público y Día del Fiscal, el jueves 12 de mayo.

 

Más adelante, el Primado del Perú les recordó la importancia que deben tener los valores en el ejercicio de la función que les ha sido encomendado por el Estado.

 

“Hay un adagio clásico que dice que al obrar sigue al ser; es decir, que lo que trabajo, lo que pienso, lo que hablo o lo que escribo es producto de quien soy. No es trasmitir solamente unos conocimientos que están en los libros o analizar unos hechos, sino que yo tengo dentro de mí un modo de ser y ese modo de ser está condicionado por los valores en los que yo creo: la honradez, la lealtad, la misericordia, la fortaleza, el estudio y la responsabilidad. Si yo tengo  dentro de mí estos valores de una manera intensa, en mi hogar, en mi trabajo, en la vida social, toda mi actividad siempre estará iluminada por esos principios. En cambio, si estoy vacio de valores y peor aún, si cultivo anti valores entonces mi obrar en el Ministerio Público y en el aparato de la justicia se convierte en un arma que se usa contra las instituciones y personas, y causa una parálisis en la sociedad que empieza a generar desconfianza en todo, a acusar a todos y a manchar las honras de todos.”

 

“Hermano, si no hay valores, los antivalores ocupan nuestro interior. La mentira, el odio, la envidia, el buscar honores, el querer abarcar el poder, el destrozar la honradez y la dignidad, el quedar bien con los demás y eso es lo que muchas veces se refleja en los medios, y eso es lo que tanta veces paraliza al fiscal. Cuidado con los medios. Tenemos que asumir la responsabilidad institucional que es el Ministerio Público para ocupar ese espacio moral y social de la defensa de las instituciones y de las personas.”

Finalmente el Cardenal Juan Luis recordó a todo el personal del Ministerio Publico la importancia de pedir a Dios la sabiduría necesaria para que puedan cumplir su misión.

 

“Cada uno de ustedes tiene una familia, tiene el derecho al prestigio y al respeto; por eso, con la ayuda de Dios podemos saber rectificar en un día como hoy. Pensar cada uno en su propia conciencia, sin odios, ni venganzas, jamás actuando por intereses subalternos, siempre pidiéndole a Dios: Dame esa fortaleza, que no tenga miedo, dame esa sabiduría, que yo sepa mirar con ojos limpios, dame esa firmeza”.

“La nación te otorga ese poder, custodia las instituciones, defiéndelas de la corrupción, del atropello, del abuso. Ahí está ese faro que ilumina el Ministerio Público, pero todo está en base a quién eres, quién soy, qué valores defiendo, qué valores constituyen la estructura de mi persona, cómo quiero que me recuerden: cómo un hombre honesto, trabajador, buen padre de familia, leal y firme. Y junto a todo eso lo que les decía al empezar, la misericordia. La misericordia que nos llevara a ver los acontecimientos a la luz de esa sabiduría que viene de Dios.”

 

En la celebración estuvieron presentes el Fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, los fiscales supremos, superiores y provinciales y todo el personal administrativo de la institución.