Nociones de metodología catequística #Catequistas

Nociones de metodología catequística
Muchos pensaron que en la edad preescolar, el niño es incapaz de aprender nada de la religión. Sin embargo, es en esta edad en la que se sientan las bases para toda la enseñanza futura de la religión. En estos artículos presentaremos una semblanza de la personalidad del niño en esta edad y demostraremos cómo es una edad importantísima para la catequesis.

El ni?o es imitativo

Es Imitativo
Desea ser como el Adulto
Conf?a plenamente en el adulto. Su pap?, su maestra, todo lo saben y todo lo pueden. A trav?s de la imitaci?n de las personas que admira, es como el ni?o va modelando su esp?ritu.

?Utilidad en la catequesis.
La catequista debe tener en cuenta esto para poner mucho cuidado en su testimonio y para presentarles a Jes?s como el modelo a imitar. Evitar los motes como «Ni?ito Jes?s?, «Jesusito» etc. ya que una imagen infantil de Jes?s no los llevar? a la imitaci?n. Hablar? de ?Jes?s cuando era ni?o?, m?s nunca de Jes?s como alguien indefenso.

?Puntos a educar:
– Educaci?n del Acto libre. Formaci?n de la Conciencia.
Es en esta edad, cuando el ni?o redacta los ?contratos? de convivencia con los dem?s para el resto de su vida. Es muy importante formarle una conciencia recta, haci?ndole ver lo que es bueno y lo que es malo con claridad, ense??ndole a escucharle en todo momento. Ense?arle que la conciencia es la voz de Dios que le habla desde dentro de s? mismo.
Ense?arle a analizar las virtudes y defectos de «los h?roes o villanos» que ve en su vida y desea imitar.
Descripci?n del Programa

Creciendo con Jes?s es un programa integral para la formaci?n en la fe cat?lica que abarca cuatro a?os de preescolar.

1.- Objetivos generales:

Al final del programa, el ni?o:

– Conocer? las principales verdades de la fe cat?lica de una manera vivencial.
– Sabr? que Dios no es indiferente a nuestros actos, por m?s insignificantes que sean.
– Ver? en la persona de Jes?s a alguien a quien quiere imitar.
– Sabr? que Dios tiene una tarea muy especial para ?l, diferente a la de todos los dem?s.
– Conocer? y admirar? la figura del sacerdote.
– Sabr? que no est? solo, que forma parte de una gran familia que es la Iglesia.

2.- Objetivos por areas de aprendizaje:
Fe:
– Adquirir? una seguridad vivencial en el amor que Dios le tiene. Que conozca a Dios Padre, bueno y Misericordioso.
– Conocer? a grandes rasgos la Historia de la Salvaci?n, vi?ndola como algo personal: Dios es mi Creador; Quiere que vaya al cielo con El; Me env?a a su hijo Jes?s y me da todo lo que tengo para ayudarme a llegar con El.
– Conocer? los tiempos principales del ciclo lit?rgico (Adviento y Cuaresma) y el significado de las fiestas de la Iglesia (Navidad, Epifan?a, Semana Santa y Pascua).
Moral:
– Aprender? a escuchar la voz de su conciencia y lo que esta le dicta para distinguir el bien del mal.
– Valorar? los dones recibidos de Dios: su cuerpo, familia, escuela, etc como ayudas que le da Dios para llegar al cielo.
– Conocer? que tiene inteligencia, voluntad y libertad y que las puede usar para el bien o para el mal, seg?n ?l mismo elija.
Sacramentos:
– Recordar? el d?a de su bautismo y se empezar? a conscientizar de las promesas y las gracias del mismo.
– Conocer? que Dios est? presente en la Eucarist?a.
– Conocer? la figura del sacerdote.
Oraci?n:
– Adquirir? el h?bito de la oraci?n, principalmente en sus formas de contemplaci?n, alabanza y gratitud.

 

El ni?o es subjetivista y egocentrista

Es Subjetivista, Egocentrista
Es incapaz de captar ideas generales tales como «Dios ama a todos los hombres». Su vida gira alrededor de s? mismo, y hay que hablarle siempre en ese lenguaje: Dios te quiere, Dios conoce tu casa, sabe d?nde vives y c?mo te llamas, etc.

?Utilidad en la catequesis.
La catequista tiene que lograr que salga de ese mundo egocentrista, a trav?s del mismo subjetivismo: ?Dios est? feliz cuando compartes tus cosas con los dem?s?.

?Puntos a educar:
– Servicio en Favor de los Otros. Repercusi?n de los Actos Propios en los dem?s.
Siendo que est?n en una edad egocentrista, hay que fomentar en ellos la capacidad de salir de s? mismos, observando c?mo lo que ellos hacen, afecta a los dem?s en forma positiva o negativa. Hay que hablarles de los sentimientos de los otros en relaci?n a sus actos. Mam? est? contenta cuando t? le obedeces. La abuelita se puso triste porque no la saludaste al llegar. Si t? le compartes tus dulces a tu hermanita, ella estar? muy agradecida contigo, etc.

 

El ni?o tiene una gran imaginaci?n

Tiene una Gran Imaginaci?n
Su imaginaci?n es tan grande que muchas veces no distingue la realidad de la ficci?n. Los animales y las cosas cobran vida en su mente.

?Utilidad en la catequesis.
Esto es de gran utilidad en la catequesis, ya que no le costar? ning?n trabajo el imaginarse a Dios Padre, a los ?ngeles, etc. y aceptarlos de inmediato como algo vivo y presente en su vida.

?Puntos a educar:
La catequista debe tener mucho cuidado en no hablar de nada que de adulto no pueda seguir creyendo. (Santa Claus, Conejo de Pascua, etc.). Desde el inicio, hay que hacerles ver las verdades como verdades y las tradiciones como tradiciones, para que al crecer no pierdan la credibilidad en la catequista y en sus propios padres.

 

El ni?o es un descubridor

Es un Descubridor
El ni?o est? descubriendo el mundo que le rodea, observa detenidamente lo que para el adulto pasa casi desapercibido. Se asombra con todo lo que descubre. Tiene una capacidad de admiraci?n enorme.

? Utilidad en la catequesis.
La catequista debe valerse de esta capacidad para llevarlo a Dios a trav?s de la contemplaci?n de las cosas naturales.

? Puntos a educar:
– Oraci?n Contemplativa.
Aprovechar la capacidad de admiraci?n de los ni?os, para llevarlos a Dios a trav?s de la contemplaci?n de la Naturaleza. Ense?arlos a orar mientras est?n observando una flor, un paisaje, un animal.

– Oraci?n de Alabanza.
Llevarlos en forma natural de la contemplaci?n de la Naturaleza, a la alabanza a Dios, Creador de todas las cosas.

– Oraci?n de Gratitud.
Hacerles ver que Dios nos ha dado todo gratuitamente, que no hemos hecho nada para merecerlo. Orar junto con ellos dando gracias a Dios por todo lo que tenemos. Comparar este amor desinteresado de Dios con el amor de sus padres. Encaminarlos a imitar este amor que no espera recompensa.

 

El ni?o necesita actividad y movimiento

Necesita de Actividad y Movimiento
A?n no tiene capacidad de aprender escuchando. Necesita moverse, actuar, experimentar, para asimilar las ideas que se le presentan. Es incapaz de mantenerse en una misma actividad por m?s de treinta minutos.

? Utilidad en la catequesis.
La catequista debe tener esto muy presente al preparar sus clases de manera ?gil y entretenida y procurando que las actividades sean participativas por parte de los alumnos y no solamente receptivas o expositivas.

? Puntos a educar:
– Educaci?n del Silencio.
Silencio, fruto de un esfuerzo voluntario. Silencio de ruidos, palabras, ojos imaginaci?n. Ense?arles a ser capaces de recogerse para escuchar a Dios. No se les quita la actividad. Ser?n momentos de gran actividad interior.
Para lograr esto, se requerir?n ejercicios de dominio previos a la catequesis, los cuales se les presentan en el siguiente cap?tulo.

 

El ni?o necesita afecto y seguridad

Necesita Afecto y Seguridad
Tiene los sentimientos a flor de piel. Necesita sentirse amado para sentirse seguro. Es muy importante hacerle sentir esa seguridad de que es escuchado, de que lo que el dice tiene sentido.

? Utilidad en la catequesis.
La catequista debe valerse de esta necesidad de amor y aceptaci?n para mostrarle el amor de Dios, para decirle que Dios lo ama y lo conoce a ?l especialmente. Debe tener tambi?n mucho cuidado al escucharlo en sus aportaciones en clase y nunca interrumpirlo o callarlo de manera abrupta o sarc?stica.

? Puntos a educar:
– Seguridad vivencial en el Amor de sus mayores.
Debido a la necesidad de afecto y aprobaci?n que presenta el ni?o de esta edad, hay que darle esa seguridad del amor de sus padres, a trav?s de ejemplos, an?cdotas y ense?anzas formales, para que el ni?o se percate de que lo que hacen sus padres, incluyendo rega?os y castigos, se debe ?nicamente al amor que sienten por ?l.

– Seguridad Vivencial en el Amor de Dios.
Presentarle siempre la figura de Dios como un Padre bueno y atento a nuestras necesidades. Hacerles ver todo lo que han recibido de Dios en forma gratuita. Evitar por todos los medios la presentaci?n de un Dios juez, castigador, vengativo. Presentarle a un Dios fuerte, poderoso, Due?o de todo lo que existe, y al mismo tiempo, amigo, cercano, que lo conoce personalmente y lo quiere tal como es. Presentarle siempre un Cristo adulto que los cautive y arrastre.

 

De 6 a 12 a?os

 

El ni?o tiene una religiosidad innata, siente la necesidad de Dios y lo empieza a conocer por intuici?n y por experiencia al descubrirse a s? mimso, a quienes le aman y al mundo que lo rodea.
Cuando descubre esta religiosidad, empieza para el ni?o una nueva manera de entender la vida, pero ?sta puede crecer, cambiar, acelerarse o atrofiarse dependiendo de la educaci?n que reciba.
El educador debe estar atento a los signos de ese despertar religioso para aprovechar todas las oportunidades posibles, preparando el camino de la fe, haciendo madurar la religiosidad del ni?o y creando h?bitos que den cauce a su expresi?n religiosa.
Estos signos van cambiando a lo largo de la vida del ni?o de acuerdo con su desarrollo f?sico, intelectual, afectivo, social, moral y religioso, pues todos los aspectos influyen en la manera como el ni?o recibe la informaci?n, la entiende y es capaz de aplicarla a su vida.
Un buen catequista se preocupa de conocer la capacidad intelectual de sus alumnos, pues de ella depender? la manera como se le explique la doctrina y les aclare sus dudas; el momento afectivo que viven , su temperamento, sus ilusiones, lo que les gusta y disgusta, pues esto influir? en las motivaciones que puede presentarles: su desarrollo moral para saber qu? tan capaces son de distinguir el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto y en base a ello preparar las exposiciones y los ejemplos; su desarrollo social , que pueda facilitar o dificultar la catequesis de acuerdo a su capacidad de di?logo, de respeto, de preocupacaci?n hacia las necesidades de los dem?s; y por ?ltimo, su desarrollo f?sico , que se deber? tomar en cuenta para decidir acerca de la simplicidad o complejidad de las actividades y din?micas que se lleven a cabo en la clase.
En este peque?o manual hemos incluido las caracter?siticas principales de cada una de las edades, para que los catequistas no s?lo las tomen en cuenta, sino que las aprovechen para lograr eficazmente su labor evangelizadora.

 

Los ni?os de seis a?os

A esta edad los ni?os ya conocen que son una persona. Quieren que los consideren y los traten como tal. Comienzan a dominar sus impulsos y son capaces de ir tomando responsabilidades que exigen peque?os sacrificios.

Aspecto f?sico:

* Est?n creciendo notoriamente, han dejado de ser beb?s y eso los llena de orgullo.
El catequista debe aprovechar este orgullo, utiliz?ndolo como motivaci?n para lograr los objetivos:»?como ustedes ya son ni?os grandes, podemos…»

* Presentan un progreso notable en coordinaci?n motora; son capaces de hacer casi todos los movimientos de un adulto.
El catequista deber? aprovechar estas habilidades poniendo alg?n ejercicio motriz cuando el grupo se encuentre distra?do o inquieto, con distintas ?rdenes de lo que deben hacer: manos arriba, abajo, saltar con dos pies, con uno solo, agacharse, etc. Tambi?n se puede aprovechar para variar la din?mica de la clase con diversas actividades manuales: dibujar, pegar, recortar, armar, etc.

* Son inquietos, les gusta que se les cambie de actividad y que haya movimiento en dichas actividades.
El catequista deber? evitar tenerlos sentados toda la clase. Deber? dar la clase variando las actividades y poniendo mucho entusiasmo en cada una de ellas: cambiando el tono de voz, gesticulando, haciendo m?mica, cantando, organizando din?micas, representaciones y juegos. Si en alg?n momento a lo largo del curso se presenta la oportunidad, los puede sacar al jard?n a caminar, correr y jugar, aprovechando la experiencia para que aprecien la naturaleza que nos regal? Dios.
Aspecto intelectual:

* Tienen poca capacidad de atenci?n. Se distraen cuando la explicaci?n dura m?s de dos o tres minutos.
El catequista deber? hacer la clase muy participativa, intercalando preguntas, an?cdotas y objetos visuales que llamen la atenci?n de los alumnos y que los involucren en el tema.

* Su pensamiento se basa en lo concreto principalmente.
El catequista deber? dar pocas ideas abstractas ilustradas con muchos ejemplos concretos y objetos visuales y palpables.

* Se esfuerzan por comprender lo que se les explica.
El catequista deber? esforzarse en lograr que comprendan, explic?ndoles el por qu? de las cosas: de las reglas de disciplina del sal?n de clases, del buen comportamiento en casa, de la importancia de asistir a misa, etc.

* Ya captan el sentido del humor, gozan con los chistes simples.
El catequista puede introducir o terminar la clase con un chiste y re?rse con ellos. Esto favorecer? mucho su relaci?n con los ni?os.

* Pueden representar mentalmente cosas y hechos, les encantan las historias y los cuentos.
El educador puede utilizar historias para sus ense?anzas, preguntarles lo que entendieron y que ellos lo expliquen, lo dibujen, lo escenifiquen, que cierren sus ojos y se imaginen las tres cosas que m?s le gustaron del tema que se vio en la clase.

* Entienden las motivaciones a corto plazo, no a largo plazo.
Pueden captar que tendr?n una fiesta el viernes y estar entusiasmados, pero no ser? lo mismo con las vacaciones que ser?n dentro de un mes. El catequista deber? tener presente que no puede utilizar como motivaci?n un premio al final del a?o, sino que es m?s conveniente premiarlos con peque?os incentivos en cada clase.
Aspecto afectivo:

* Est?n centrados y gobernados por sus sentimientos, la raz?n no tiene gran influencia en sus actos.
El catequista deber? aprovechar esta efusi?n de sentimientos evitando dar explicaciones demasiado racionales, sino m?s bien que muevan los sentimientos de los ni?os. Se les puede explicar lo tristes que se sienten los dem?s cuando nos portamos mal con ellos, de lo feliz que se pone Dios cuando nos portamos bien. Eso lo entienden mejor que si se les habla de deberes y mandamientos. Ante los sentimientos y actitudes negativas, hay que ense?ar a controlarlos.
* Tienen un coraz?n lleno de cari?o, entusiasmo y alegr?a. Se conmueven f?cilmente con los que sufren. Desean ayudar.
El catequista deber? ense?arles c?mo pueden ayudar a los dem?s encauz?ndolos en alguna obra concreta para ayudar a los dem?s: explicando al que no entiende la tarea, jugando con alguien que est? solo, visitando a alg?n enfermo, rezando por los dem?s, haciendo una colecta de ropa o juguetes, etc.

* Son muy expresivos: brincan, lloran, r?en, se enojan.
Esta facilidad de expresi?n se puede aprovechar en las din?micas de clase para actuar alg?n tema, para cantar una canci?n, para organizar juegos y para vivir los tiempos lit?rgicos de la Iglesia.

* Necesitan adquirir confianza en s? mismos. La imagen que tienen de ellos mismos depende de la opini?n de los adultos. Quieren agradar y triunfar. Cuando hacen lo que se espera de ellos se sienten muy orgullosos.
El catequista deber? tener cuidado al corregir los errores o malos comportamientos, haci?ndolo de forma que no los humille y siempre record?ndoles que valen mucho aunque a veces se equivoquen. No «etiquetarlos». Evitar gritarles y castigarles.
Es recomendable darles responsabilidades a su alcance para que adquieran seguridad y confianza en s? mismos. Felicitarlos cuando hagan algo bien. Orientar su deseo de agradar para ser «los campeones» en el conocimiento y vivencia de la Fe Cat?lica.
Aspecto social:

* Est?n empezando a salir de s? mismos para interesarse por amistades fuera de la familia. Comienzan a dar sus primeros pasos hacia la independencia.
Es conveniente velar porque exista un clima de confianza y respeto en el sal?n de clases para que se puedan dar amistades entre compa?eros. Conocer los grupitos de amigos para utilizarlos en los ejemplos de la clase.

* Se despierta la conciencia del «nosotros», la conciencia de ser grupo.
El catequista debe esforzarse por conocer a cada uno de los alumnos y conocer lo que pasa y lo que sienten en el grupo. Detectar si existen problemas con alg?n alumno en relaci?n con el resto del grupo.Se les puede motivar con concursos por grupo, fomentando el esp?ritu de equipo y la generosidad.

* Ni?os y ni?as se separan aunque est?n en grupo mixto.
En el caso de manejar grupos mixtos, se pueden organizar juegos en los que puedan convivir ni?os y ni?as. Tambi?n se puede utilizar como motivaci?n para que se superen o trabajen mejor: » a ver qui?n responde m?s r?pido: los ni?os o las ni?as»

* Quieren sobresalir y eso puede ocasionar envidias, acusaciones y cr?ticas.
Desalentar las actitudes negativas fomentando la responsabilidad personal sin dar tanta importancia a su af?n de ser los primeros. Evitar hacer demasiados comentarios de un solo ni?o como el mejor.

* Son serviciales.
Es muy recomendable tener ayudantes para lo que se necesite e irlos rotando (quien haga la oraci?n, quien reparta material, quien ayude con el material de la catequista, quien borre el pizarr?n, etc).

Aspecto moral:

* No distinguen claramente entre el bien y el mal. Tienden a repetir lo que les dicen sus padres y maestros.
El ejemplo del catequista deber? ser intachable, pues los ni?os repetir?n lo que ?l diga o haga.

* Distinguen lo propio de lo ajeno. Su sentido de justicia se limita a la reciprocidad: «T? me das y yo te doy.»
El educador deber? fomentar el respeto hacia los dem?s y hacia sus cosas. Educar en la generosidad ense??ndoles por qu? es importante compartir aunque aparentemente no reciban nada a cambio.

* Son dados a inventar historias para llamar la atenci?n. Tienen una gran imaginaci?n.
Poco a poco el catequista deber? ense?arles a diferenciar lo real de lo imaginario, que entiendan que Dios no puede ser igual a los personajes «todopoderosos» de las caricaturas. Sin embargo, no se les debe rega?ar por sus invenciones, pues no las hacen con el afan de mentir, sino que su imaginaci?n es tan poderosa que pueden realmente creer en lo que se imaginan.

* Quieren ser obedientes, pero sus actos suelen adelantarse a sus intenciones.
Corregir las desobediencias con comprensi?n, d?ndoles oportunidad de dar una explicaci?n. Felicitarlos cuando hayan obedecido o hecho un gran esfuerzo por obedecer. Esto los har? sentir muy bien.

Aspecto religioso:

* Es f?cil para ellos creer. No necesitan grandes explicaciones para entender que Dios da la vida, que nos hizo, que nos quiere.
El catequista deber? aprovechar este momento de fe sencilla para hacerlos que conozcan m?s a Dios, en sus atributos, en sus cualidades, en su amor a los hombres.

* Se relacionan con Dios a nivel de sentimientos y seg?n se lo indican sus mayores.
Recordarles siempre lo bueno que es Dios y lo mucho que los quiere. Recordarles que la mejor manera de demostrarle a Dios que lo quieren es con sus buenas acciones.

* Ya son capaces de hacer unos momentos de oraci?n en su interior.
Es recomendable dedicar un momento de la clase a la oraci?n personal, pero siempre dirigida por el catequista, pues de otra manera la imaginaci?n se los llevar?. La oraci?n con cantos es muy ?til en esta edad, pues en ella utilizan la riqueza de sus sentimientos y su capacidad de expresi?n.

* Les gustan las clases de Catecismo.
Se debe aprovechar este gusto natural para fomentar el verdadero amor a Dios y a la Virgen Mar?a, dando explicaciones breves y con un lenguaje adecuado para los ni?os. Aprovechar esta edad para que le encuentren sentido a las ceremonias religiosas. Lograr que el recuerdo de la catequesis a los seis a?os sea tan agradable que les dure para toda la vida el deseo de conocer m?s a Dios.
T?cnicas did?cticas m?s convenientes
para utilizar en la catequesis de esta edad:

Juego. Canto. Dibujo. Colorear. Franel?grafo. Actuaci?n. Pegar. Recortar. Pintura dactilar. Seguir l?neas punteadas. Moldear con plastilina o con arcilla. Dibujos con naturaleza muerta. Posters. L?minas. Lectura de la Historia Sagrada. Escuchar relatos, narraciones. Porras. Escenificaciones. Trabajos manuales.

 

Los ni?os de siete a?os

A esta edad, los ni?os ya tienen una idea clara de ellos mismos; saben que son distintos a los dem?s y todo lo ven en funci?n de ellos y de sus intereses. Son el centro de sus pensamientos y conversaciones.

Aspecto f?sico:

* Son muy inquietos.
El catequista puede ponerles alg?n ejercicio motriz cada vez que el grupo se encuentre inquieto, con movimientos r?tmicos y ordenados que los tranquilicen. Las actividades de la clase deben estar planeadas de tal manera que puedan participar los alumnos en ellas. Es recomendable seleccionar a los alumnos m?s inquietos como ayudantes para mantenerlos ocupados.

* Se distraen y molestan constantemente.
Cuando esto suceda, el catequista puede hacer una pregunta de inter?s, contar un chiste, decir una adivinanza, cambiar de actividad (aunque no tenga que ver con el tema) para captar la atenci?n y luego volver al tema de la clase. Es recomendable evitar quedarse sentado en el escritorio, sino m?s bien moverse por todo el sal?n.
Aspecto intelectual:

* Tienen per?odos de atenci?n cortos, les gusta cambiar de actividad con frecuencia.
El catequista deber? variar las actividades de la clase y poner mucho entusiasmo en cada una de ellas. Organizar canciones, juegos y din?micas para profundizar en el tema.

* Son curiosos y entusiastas.
El catequista debe aprovechar la curiosidad de los ni?os para el mejor aprovechamiento de la clase, utilizando «sorpresas escondidas», acertijos, adivinanzas, y frases que los dejen con inter?s para la siguiente clase dando alguna pista de lo que se va a tratar, de lo que se va a hacer o del tiempo lit?rgico que se va a vivir en la Iglesia.

* Todav?a les cuesta trabajo captar lo abstracto.
El catequista debe prever actividades para hacer que entiendan los conceptos abstractos a trav?s de ejemplos concretos, objetos visuales y palpables, din?micas y experiencias que les hagan vivir lo que est?n aprendiendo.

* Les gusta no s?lo o?r la idea, sino gritarla, cantarla, actuarla.
La clase de catequesis se puede volver muy din?mica y divertida si el catequista aprovecha este gusto de los ni?os. Ellos sienten que est?n jugando y los contenidos se graban en su mente a trav?s del canto, de los gritos y las actuaciones.

* Les gusta el dibujo, la lectura y la m?sica.
Es una ventaja, pues para hacer la clase divertida, el catequista no tendr? que planear din?micas muy complicadas: con ponerlos a dibujar y a cantar, los ni?os estar?n encantados.

Aspecto afectivo:

* Tienen una sensibilidad muy viva. Se emocionan f?cilmente y no saben controlar sus sentimientos: pueden pasar de estar sonrientes y amables a enojones y de malas en un instante. Por lo general son cari?osos y alegres.
El catequista deber? tratarlos con cari?o y delicadeza y evitar gritarles y castigarles. Aprovechar esta sensibilidad para acercarlos a Dios y a los m?s necesitados a trav?s del canto y de la narraci?n de historias tiernas. Poco a poco ense?arles a controlar sus sentimientos, alentando las buenas actitudes y desalentando las malas.

* Necesitan adquirir confianza en s? mismos. Se sienten orgullosos cuando hacen lo que se espera de ellos, quieren agradar y triunfar. Quieren ser ni?os buenos, ser admirados y valorados.
El catequista deber? darles cari?o y comprensi?n, hacer que se sientan apreciados y aceptados . Elogiarlos con palabras cuando hagan lo que se espera de ellos y felicitarlos por su buen comportamiento. Decirles frases de aliento constantemente. Destacar sus cualidades, no sus defectos. Darles peque?as responsabilidades dentro del sal?n de clases.

* Todo lo ven en funci?n de ellos y sus intereses.
No se les pueden pedir grandes obras de generosidad, pues el egocentrismo es parte de su proceso de maduraci?n, pero s? se les puede hacer ver el amor que reciben de Dios y poco a poco irlos educando en la generosidad, a trav?s de peque?os sacrificios. Se les debe hacer notar que ellos son los que m?s ganan cuando son generosos con los dem?s.

* Les gustan las colecciones.
El catequista puede aprovechar este gusto para la motivaci?n: que durante el a?o coleccionen buenas acciones, estrellas por portarse bien, sellos de buena conducta en su cuaderno, o cualquier otra cosa que ayude a la clase. Estar?n felices de hacerlo.

Aspecto social:

* Hacen amistades con facilidad y defienden a sus amigos.
El catequista debe fomentar en el sal?n de clases un clima agradable y de compa?erismo, en el cual se conozcan los ni?os y puedan hacer y mantener amistades. Que exista respeto entre los alumnos del sal?n. Aprovechar su gusto por defender a los amigos, para hacerles ver que deben defender a la Iglesia, a su familia, a los m?s pobres y necesitados porque tambi?n son sus amigos.

* Ya saben trabajar con otros en equipo.
El catequista debe aprovechar esta capacidad para organizar trabajos por equipo en relaci?n con los temas vistos en clase o el tiempo lit?rgico de la Iglesia. Sin embargo, debe tener en cuenta que ?l mismo debe dirigirlos y supervisarlos, pues a?n no son capaces de organizarse.

* No les gusta perder.
El catequista deber? ser capaz de manejar los descontentos que puedan surgir si organiza alg?n juego o din?mica de estilo competitivo. Es recomendable recordarles que se trata de un juego en el cual no importa qui?n gane sino que se diviertan y aprendan.

Aspecto moral:

* Ya pueden distinguir claramente entre lo bueno y lo malo en ejemplos concretos: Saben que es malo robar, desobedecer y mentir entre otras cosas. Ya son capaces de valorar actitudes. Aprecian la virtud de la verdad.
El catequista puede aprovechar esta capacidad para continuar con la formaci?n de una conciencia recta y para enriquecer sus clases con ejemplos concretos y casos que ellos mismos pueden analizar. Si alg?n ni?o hace algo malo y los dem?s lo acusan, el catequista debe dejar claro que la acci?n no es buena pero que la persona sigue valiendo mucho porque Dios nos sigue amando a pesar de que a veces hagamos cosas que no sean buenas. Felicitarlos cada vez que hablen con la verdad y si dicen mentiras, recordarles por qu? no se deben decir.

* Aceptan los castigos si est?n justificados, pero se rebelan si se consideran inocentes.
El catequista deber? ser muy prudente al imponer castigos y sanciones, procurando siempre tener toda la informaci?n para no cometer una injusticia.

* Ya demuestran inter?s por el dinero.
El catequista deber? ense?arles el valor del dinero dentro de una escala de valores para que aprendan a situarlo en el lugar que le corresponde. Ponerles ejemplos de gente generosa que con su dinero ha ayudado a muchas obras de la Iglesia. Se puede aprovechar para fomentar el h?bito del ahorro. Se les puede proponer hacer colectas u obras generadoras de fondos para apoyar a las misiones, a las vocaciones o a su parroquia.

Aspecto religioso:
* Tienen una fe espont?nea pues perciben que hay un ser superior a ellos. Van formando su imagen interna de Dios y gustan de su relaci?n con ?l. Dios es para ellos una fuerza misteriosa. Es su protector.
El catequista deber? presentarles realidades y buenas im?genes de Dios, ya que si ?stas son buenas, Dios ser? bueno para ellos. Deber? evitar manejar la imagen de Dios como juez que ?nicamente juzga y castiga y que est? viendo si se portan bien o mal, sino m?s bien la imagen de Dios Padre bueno que quiere much?simo a sus hijos y que siempre est? dispuesto a ayudarles en lo que ellos necesiten.

* Su religiosidad est? m?s a nivel imaginaci?n que realidad.
No distinguen a?n la realidad de lo que sucede en su imaginaci?n, por lo cual tienden todav?a a atribuirle intenciones a las cosas como si estuvieran animadas. Dios es una fuerza misteriosa para ellos y rezan como si Dios fuera una l?mpara m?gica. Les gusta repetir las palabras y los gestos de los ritos religiosos, aunque no le encuentren sentido ni los entiendan.
El catequista deber? ense?ar a los ni?os que Dios sabe qu? es lo que m?s nos conviene y cu?l es el mejor momento para darnos o no darnos lo que le pedimos.
Algunos ya comienzan a aprender gestos, ritos y comportamientos religiosos porque reciben a esta edad el sacramento de la Penitencia y de la Primera Comuni?n. Por esto, es un buen momento para ense?arles el sentido de participar con la comunidad de la Iglesia y el significado de los sacramentos, de los tiempos lit?rgicos, y de las ceremonias religiosas y los ornamentos utilizados en ellas.

* Les gusta o?r historias de la Biblia y representarlas o dibujarlas.
Es un buen momento para preparar una pastorela o una representaci?n de cualquier historia de la Biblia, ya que les encanta la actuaci?n.
T?cnicas did?cticas sugeridas para esta edad:
El dibujo. Modelado con plastilina o con arcilla. Dramatizaci?n. Entrevistas sencillas. Trabajos de recortar y pegar, iluminar. Lecturas sencillas de vidas ejemplares. Escuchar relatos, narraciones. Escenificaciones. Trabajos manuales

 

Los ni?os de ocho a?os

A esta edad los ni?os se caracterizan por tener una mayor conciencia de s? mismos: saben que valen, pueden, tienen, aman. Entran a la edad de la raz?n.

Aspecto f?sico

* Les gusta estar en movimiento: correr, saltar, perseguir, luchar y jugar incansablemente.
El catequista deber? dar la clase con mucho entusiasmo y utilizando materiales did?cticos atractivos para mantener la atenci?n de los alumnos.
Si se presenta la oportunidad a lo largo del curso, el catequista podr? sacarlos al patio o jard?n para llevar a cabo juegos organizados y din?micas en los que puedan correr, saltar, divertirse y aprender.

* Controlan m?s sus manos y sus ojos que en edades anteriores. Pueden permanecer en una misma postura m?s tiempo que a los siete a?os. Les gusta el dibujo y demuestran inter?s por la m?sica y la lectura.
El catequista deber? fomentar el h?bito de la lectura, sugiri?ndoles libros adecuados a su edad, que puedan ayudar a su formaci?n y a vivir los tiempos lit?rgicos marcados por la Iglesia. Motivar a que visiten la Biblioteca del colegio o parroquia. Ponerlos a dibujar lo m?s importante de los temas tratados en el curso y en los tiempos lit?rgicos. Ense?arles canciones y si es posible acompa?arlas con alg?n instrumento. Aprovechar el control viso-motor para hacer m?s variadas las actividades en la clase: los ni?os ya son capaces de recortar perfectamente, de armar un rompecabezas, rellenar espacios en blanco, resolver crucigramas, etc.

Aspecto intelectual

* Comienza la edad de la raz?n y ?sta va tomando importancia sobre los sentimientos. Comprenden razones y les gusta que les expliquen el por qu? de cada cosa.
El catequista deber? aprovechar su curiosidad para explicarles la raz?n de las cosas: por qu? el sacerdote viste de distinto color en la Misa, por qu? le gusta a la Virgen que recemos el Rosario, por qu? los mandamientos son un camino al cielo, etc.

* Tienen capacidad para memorizar las cosas: aprenden verdades, poes?as y cantos con facilidad.
Es el momento ideal para ense?arles los conceptos que deben memorizar en la catequesis, pues les gusta hacerlo y se sienten orgullosos cuando lo consiguen: los mandamientos de Dios y de la Iglesia, los sacramentos, los pasos para un examen de conciencia, los misterios del Rosario, las partes de la Misa, etc. Ense?arles canciones que los acerquen a Dios.

* Entienden lo que se les explica y recuerdan lo que se les pide que recuerden.
El catequista deber? hacer esquemas para destacar la idea o ideas principales del tema para facilitar el aprendizaje de los alumnos. Explicar el tema de modo claro y, al terminar, preguntar si no tienen ninguna duda. Aclarar las dudas que puedan surgir en ese momento o cuando se presenten. Decirles qu? es lo m?s importante del tema para que sepan qu? es lo que deben recordar.

* Tienen mucha imaginaci?n. Entienden y sienten imaginando.
El catequista deber? hacer que utilicen su imaginaci?n para profundizar en los temas del libro: que se imaginen c?mo era Jerusal?n, c?mo fue la ?ltima Cena, c?mo viv?an los ap?stoles, etc.

* Per?odos de atenci?n un poco m?s largos que a los siete a?os. Saben seguir una historia o un pensamiento.
Ya no es tan necesario actuarles las historias o ayudarse de elementos palpables como un a?o antes, pues ya son capaces de visualizar el sentido de las puras palabras. No por eso deben eliminarse los materiales visuales, pero ya no son indispensables como antes, pues ya los ni?os son capaces de comprender ideas abstractas como la bondad, la belleza, la luz de Cristo, etc.

Aspecto afectivo

* Necesitan expresarse y gozan haci?ndolo.
El catequista puede aprovechar esta necesidad de expresarse para conocer profundamente a cada uno de sus alumnos, d?ndoles oportunidades para que expresen sus pensamientos, sentimientos y deseos.

* Temen el fracaso. Tienen ganas de agradar y de triunfar en sus tareas. Les gusta ser admirados.
El catequista deber? demostrar su apoyo a todos los alumnos y no s?lo a los que sobresalen. Debe tener cuidado de felicitar a todos por igual: a algunos por sus ?xitos y a otros por su avance o su esfuerzo. Para hacerlo, deber? conocer las cualidades y capacidades de cada uno de ellos.

* Les gusta obedecer, ser responsables y aut?nomos.
El catequista deber? empezar a tratarlos como grandes, d?ndoles instrucciones precisas pero confiando en que las seguir?n sin necesidad de tanta supervisi?n. A los ni?os de esta edad les gusta sentir que conf?an en ellos y que los adultos los creen capaces de cumplir con sus responsabilidades por s? solos.

* Del ego?smo pasan al altruismo.
El ni?o que s?lo pensaba en s? mismo, de pronto empieza a regalar todo lo suyo sin esperar nada a cambio. Tiene ganas de ayudar y hace con gusto todo lo que le piden. El catequista deber? aprovechar el momento para educar en la virtud de la generosidad, a trav?s de actividades en que los ni?os disfruten el placer y la satisfacci?n de dar algo a los dem?s.
Aspecto social

* Tienen gusto por sus compa?eros e inter?s por su grupo. Est?n m?s integrados como grupo que antes.
El catequista puede aprovechar esta integraci?n para motivarlos como grupo, para ser los mejores como grupo, para ayudarse como grupo, para pedir en la oraci?n por las necesidades del grupo. Aprovechar la integraci?n con su grupo para hablarles de la unidad de la Iglesia y de la uni?n familiar. Si ellos sienten que pertenecen a ese grupo, estar?n motivados para defender, ayudar, pedir en la oraci?n por la Iglesia y sus miembros.

* Hacen favores con gusto
El catequista puede solicitar su ayuda cuando sea necesario e ir cambiando a los ni?os para que todos tengan la oportunidad de ayudar en la clase.

* Saben esperar su turno para hablar y son capaces de escuchar a otros.
Esto facilita la labor del catequista en clase, pues ya no tendr? que preocuparse de controlar las interrupciones. Se debe aprovechar este momento para ense?arles la riqueza que podemos encontrar en las palabras de otros y la importancia del respeto.

Aspecto moral

* Traducen su amor en actitudes y acciones de la vida diaria.
El catequista deber? aprovechar para darles muchas ideas de c?mo pueden expresar su amor a los dem?s. Es algo que hacen con gusto y de manera espont?nea y se puede potenciar si les hablamos de los detalles, de compartir, no pelear, perdonar, obedecer, ayudar. Aprovechar los tiempos lit?rgicos para hacerlos crecer en este aspecto.

* Saben lo que est? bien y lo que est? mal.
Se puede enriquecer la clase con ejemplos de la vida en donde los ni?os detecten las buenas y malas acciones para la recta formaci?n de su conciencia.

* No les gusta que los critiquen ni que los traten con desprecio, burla o con bromas.
El catequista deber? tratarlos con cari?o y respeto. Si se tiene que hablar con alguno de ellos por alg?n problema, hacerlo de forma personal y en privado. Recordar que son muy sensibles y evitar herir sus sentimientos. No permitir burlas o apodos dentro de la clase.
Aspecto religioso

* Se est?n formando una imagen interna de Dios que la visualizan a partir de los s?mbolos y cultos que frecuentan. Su religiosidad sigue siendo antropom?rfica, animista, m?gica y ritualista.
El catequista deber? proporcionar a los ni?os una imagen bondadosa de Dios Padre. Explicarles la importancia y el sentido de la oraci?n, de ir a misa, de la devoci?n a la Sant?sima Virgen. Evitar llevarlos a ceremonias religiosas demasiado largas, pues esto deformar?a su imagen de Dios, convirti?ndolo en un Dios aburrido.

* Ya comprenden que el amor a Dios se expresa en el amor a los dem?s.
El catequista deber? motivarlos a que su amor a Dios se haga palpable en situaciones concretas. Por ejemplo, una visita a Jesucristo, un ofrecimiento de flores a la Virgen, visitar a alg?n pariente enfermo, etc. Ense?arles a valorar la importancia de los peque?os sacrificios en la vida diaria y a vivir venciendo su ego?smo.

* Pueden concentrarse en la oraci?n en un lapso breve de tiempo.
El catequista puede dedicar un momento de la clase a la oraci?n, dirigi?ndola para que los ni?os puedan pedir por quien ellos quieran o dar gracias a Dios por lo que ellos quieran. Motivarlos a que hagan oraci?n en casa.

* A esta edad suelen recibir la Primera Comuni?n y participan en la Misa dominical.
El catequista deber? preparar el coraz?n de los ni?os para que tengan una ilusi?n enorme de recibir a Jes?s, y comprendan y valoren lo que est?n haciendo. Despu?s de recibir la Primera Comuni?n, recordarles lo importante que es la vida de gracia, para lo cual es necesario acudir al sacramento de la Penitencia.
Actividades m?s adecuadas para esta edad:
El dibujo. Modelado con plastilina o con arcilla. Dramatizaci?n. Entrevistas sencillas. Trabajos de recortar y pegar, iluminar. Lecturas sencillas de vidas ejemplares. Loter?as del tema. Domin?es del tema. Juego del marat?n de temas del libro.

 

Los ni?os de nueve a?os

A esta edad, los ni?os ya pueden comprender las actitudes humanas, las fuentes del bien y del mal. Comprenden que en su coraz?n hay fuerzas buenas y fuerzas malas y que deben combatir las malas y favorecer las buenas.

Aspecto f?sico
* Necesitan movimiento, acci?n. Les gusta mucho jugar
El catequista deber? comenzar la clase con algo que les llame la atenci?n: una adivinanza del tema, una an?cdota, una pregunta, alg?n material visual del tema, figuras, etc.
Ya no les agrada que les pongan ejercicios motrices como aplaudir y subir y bajar las manos pues los sienten para beb?s. Sin embargo, el catequista debe usar alg?n m?todo para que se tranquilicen antes de empezar la clase: sentadillas, brincos, ejercicios de equilibrio y de silencios. Dar la clase con mucho entusiasmo y variando las actividades. Organizarles juegos y din?micas en los que se pueda reforzar lo aprendido en los temas del curso.

* Se acercan a la preadolescencia
Algunos ni?os pueden comenzar a presentar cambios f?sicos y emocionales en su persona. Pierden la espontaneidad y se convierten en personas muchas veces introvertidas y conflictivas. El catequista deber? detectar estos casos, que ser?n pocos, para atenderlos de manera especial evitando que se a?slen del grupo.

Aspecto intelectual

* Atienden y entienden lo que se les ense?a. Se pueden concentrar en el tema y retener ideas si es que les parece interesante y valioso.
El catequista deber? convencerlos de la utilidad de la clase de religi?n para toda la vida. Si el ni?o cree que es s?lo memorizar, a eso se limitar?, pero si ve que es algo ?til para su vida, pondr? mucha atenci?n y tratar? de entender y aplicar las ense?anzas.

* Tienen una imaginaci?n viva y m?s real, no tan de fantas?a.
El catequista deber? fomentar el uso de la imaginaci?n para enriquecer y amenizar su clase y para profundizar en los temas. Hacerles preguntas para que lo logren; pedirles que se imaginen lo que leen y que enriquezcan estos conocimientos. Por ejemplo, ense?arles en un mapa d?nde vivi? Jes?s y decirles que se imaginen c?mo era la ciudad, c?mo se vest?an, qu? hac?an.

* Gustan de las comparaciones, las historias y los ejemplos. Relacionan ideas para solucionar problemas.
Si el catequista puede apoyarse en historias o comparaciones interesantes, lograr? mantener la atenci?n por un per?odo de media hora. Es un momento ideal para hablarles de las vidas de santos y de comparar las distintas historias del Antiguo Testamento para que recuerden las diferencias en las misiones y las virtudes entre un personaje y otro.

* Son curiosos, quieren saber m?s cosas.
El catequista deber? aprovechar su curiosidad para plantearles preguntas que los obliguen a investigar y profundizar m?s en su conocimiento de Dios. Se les puede motivar con pistas, adivinanzas y acertijos.

Aspecto afectivo

* Son cari?osos, espont?neos, extrovertidos, felices. Intervienen en las conversaciones y expresan sus emociones f?cilmente. Generalmente est?n contentos.
El catequista deber? disfrutar esta hermosa edad y desarrollar la virtud de la alegr?a para que no sea algo externo, sino que nazca de dentro. Aprovechar su facilidad de expresi?n para platicar con ellos y conocer sus inquietudes y sus intereses. Darles la oportunidad de expresar lo que piensan y sienten en algunas din?micas organizadas.
Promover la oraci?n espont?nea y los detalles de amor hacia Dios, hacia la Virgen, hacia sus padres y hermanos.

* Son seguros de s? mismos, de su persona y de sus reacciones. Independientes y con conciencia de s? mismos.
Su imagen de ellos mismos ya no depende de lo que digan los adultos, pues ya son capaces de defender sus posturas y sus reacciones ante los acontecimientos. El catequista debe aprovechar para hacerles ver la importancia de actuar de acuerdo con su conciencia sin importar lo que digan o piensen de ellos los dem?s.
Aspecto social

* Los ni?os suelen pelearse entre ellos y las ni?as tienden a la cr?tica. Suelen separarse ni?os y ni?as.
El catequista deber? ser capaz de manejar los conflictos cuando surjan y de orientar y encauzar estas actitudes hacia el respeto a las personas y la defensa de la verdad. Es un buen momento para hablarles del da?o que puede causar la maledicencia y la cr?tica.

* Sus amigos son muy importantes para ellos, les son solidarios.
El catequista deber? fomentar un clima en el cual se propicien las amistades. Se puede aprovechar para ampliar su esp?ritu solidario a su familia, a la Iglesia y a los m?s pobres y necesitados. Se puede dedicar un tiempo de oraci?n para pedir por los amigos, las familias y las necesidades de la Iglesia y de cada uno de ellos.

* Son serviciales; si se les da una responsabilidad, la quieren cumplir.
El catequista deber? aprovechar este esp?ritu de servicio para hablarles de ejemplos de personas que han vivido para servir a los dem?s. Se puede profundizar en la misi?n de rey que recibieron en el bautismo. Se les pueden asignar responsabilidades con la seguridad de que las van a cumplir.
Aspecto moral

* Tienen conciencia de lo correcto e incorrecto y de la doble tendencia hacia el bien y el mal de los seres humanos. Quieren ser honestos, caritativos, respetuosos, sinceros, obedientes y se dan cuenta de que muchas veces no lo son..
El catequista deber? aprovechar esta conciencia para motivarlos a hacer un plan concreto que los ayude a ser tan buenos como ellos quieren y que los ayude a controlar las malas tendencias que tengan en su coraz?n, detectando los momentos de peligro, huyendo de las tentaciones y haciendo peque?os sacrificios para formar su voluntad.

* Captan mejor lo que es el mal que lo que es el bien. Si act?an mal, sienten necesidad de confesar sus faltas.
Es un muy buen momento para insistir en la gran oportunidad que nos da Dios con el sacramento de la Penitencia para perdonarnos y empezar de nuevo tratando de ser mejores d?a con d?a. Hacerles ver la importancia de saber reconocer sus faltas y pedir una disculpa cuando se haya hecho da?o a alguien.

* Son capaces de juzgar, juzgarse y juzgar a otros. Se forman las bases de un criterio. Pueden ver causas y consecuencias de un hecho y captan que las personas pueden ser buenas o malas seg?n las decisiones que toman.
El catequista deber? motivarlos para que al hacer estos juicios adquieran el h?bito de ver lo positivo antes que lo negativo. Proporcionar las bases correctas para el criterio de los alumnos ( a Jes?s le agradar?a esto, c?mo reaccionar?a Jes?s ante este hecho, etc.) Poner alg?n ejemplo del tema o la vida de alg?n santo para analizar su comportamiento en relaci?n con Dios. Ver una pel?cula que tenga un mensaje para analizar las causas y consecuencias (Por ejemplo, La Princesita.) Que aprendan a juzgar los hechos y no a las personas. Ponerlos a pensar el por qu? actuaron de determinada manera los personajes de alguna historia b?blica.

* Les cuesta trabajo el sacrificio
El catequista deber? poco a poco ense?ar el valor de salvaci?n del sacrificio y motivarlos a llevar a cabo algunos a su nivel, como no pelear con sus hermanos, no criticar a los compa?eros, dar algo de su dinero y de su tiempo a la gente que lo necesita, no comer un dulce, etc.

Aspecto religioso

* Ya comprenden, viven y gozan los s?mbolos religiosos. Les gustan las oraciones comunitarias y las misas participativas.
El catequista deber? enriquecer a todo el grupo con estas vivencias y aprovechar los tiempos lit?rgicos para vivir a fondo cada una de las fiestas propias de cada tiempo lit?rgico.

* Pueden concentrarse en la oraci?n personal uno o dos minutos.
El catequista deber? procurar que exista este tiempo para dedicarlo a la oraci?n personal dentro de la clase.

* Contin?an formando su imagen interna de Dios.
El catequista deber? decirles lo que piensa Dios de ellos, lo mucho que los quiere y que ?l sabe lo que es mejor para nosotros. Motivarlos para que frecuenten los sacramentos y vivan siempre en gracia de Dios.
Actividades m?s adecuadas para esta edad.

Peri?dico mural. Dramatizaci?n. De las siguientes respuestas, ?cu?l es la correcta?. Comentar textos de la Sagrada Escritura. Redacta con tus palabras. Investigar en el Catecismo. Juego de preguntas y respuestas. Hacer encuestas. Escribir una oraci?n. Lluvia de ideas. Localizar en el mapa. Presentar lista de.. Escribir en el cuaderno. Describe lo que significa para ti.

 

Los ni?os de diez a?os

A esta edad los ni?os viven sin presiones ni conflictos, no tienen problemas. En esta edad se les educar? para que valoren la conciencia, que se ha ido formando en a?os anteriores, como gu?a de su conducta.

Aspecto f?sico

* Se acercan a la preadolescencia. Algunos pueden presentar cambios f?sicos y emocionales en su persona.
El catequista deber? detectar los casos de ni?os que se empiezan a comportar como preadolescentes para darles apoyo y evitar que se a?slen del resto del grupo.

* Siguen siendo muy din?micos, necesitan acci?n. Gustan del juego.
El catequista deber? variar las actividades para evitar la pasividad y el aburrimiento. Organizarles juegos y din?micas en clase que ayuden a reforzar y profundizar en los temas vistos.
Aspecto intelectual

* Les interesan las historias reales, quieren comprender lo que pasa con las personas que los rodean y el mundo en el que viven.
El catequista puede aprovechar su inter?s para hacer un an?lisis de noticias actuales a la luz del Evangelio para que los ni?os aprendan a ver los acontecimientos con la mirada de Cristo. Puede pedirles alguna vez que busquen una noticia que tenga que ver con la Iglesia y la expliquen. Aprovechar su inter?s para pedirles que investiguen acerca de algunas personas que dedican su vida al servicio de Dios.

* Tienden m?s a la acci?n que a la imaginaci?n.
El catequista ya no deber? pedirles que se imaginen cosas, pues lo consideran aburrido. A partir de los diez a?os, conviene m?s, despu?s de la explicaci?n, realizar alguna actividad: dibujo, actuaci?n, canto o juego.

* Tienen gran capacidad de memoria: aprenden ejemplos, historias, puntos concretos y breves en res?menes.
El catequista deber? incluir en sus clases ejemplos de personas valiosas que han vivido valores humanos y cristianos para que los recuerden. Es muy recomendable darles un peque?o resumen con ideas concretas y breves. Se puede hacer un juego de memoria o loter?a para facilitar el aprendizaje.

Aspecto afectivo

* Ya hay cierto equilibrio entre sus pensamientos y sentimientos.
Ya se puede empezar a hacerles pensar antes de actuar y a pedirles que expliquen las razones de sus sentimientos. Es m?s f?cil controlarlos pues ya son capaces de dominar sus impulsos si se les explican las razones para hacerlo.

* Son capaces de reflexionar sobre lo que sienten y lo pueden expresar. Sienten remordimiento cuando act?an mal. Expresan emociones positivas, suelen estar contentos.
El catequista puede aprovechar esta capacidad de reflexi?n para formar rectamente su conciencia, para hacerles valorar el sacramento de la Penitencia y para ense?arlos a valorar los sentimientos de los dem?s con respecto a sus propias acciones.

* No les gusta ser rega?ados enfrente de otras personas.
El catequista deber? dar un trato muy personal a cada uno de los alumnos, y si necesita hablar con alguno acerca de un mal comportamiento, hacerlo en privado y buscando el momento oportuno.
Aspecto social

* Tienen grupos de amigos que suelen ser como palomillas pero sin objetivos. Se sienten seguros de pertenecer a un grupo de amigos y les gusta pas?rsela bien con ellos.
El catequista deber? observar lo que sucede en cada grupito de amigos par detectar a los l?deres y el ambiente que viven dentro de ellos. Motivarlos a buscar un objetivo o distintivo de su palomilla, evitando que se re?nan s?lo para no hacer nada pues terminar?n planeando fechor?as, sino procurando que hagan algo provechoso para todos. Mantenerlos ocupados.

* Las ni?as pueden presentar un deseo de exclusividad en la amistad: mi amiga para m?. Los ni?os pueden ser crueles con algunos de sus compa?eros que no se saben defender.
El catequista deber? estar atento a estas situaciones para ense?arles el valor del respeto y cari?o por todos. Hacerlos conscientes del da?o que se hace al ofender a los dem?s.

* Los l?deres del grupo son los que tienen m?s iniciativa y simpat?a.
El catequista deber? detectar qui?nes son y c?mo piensan para saber qu? valores est?n transmitiendo al grupo. Tambi?n es importante detectarlos para que sirvan como medio para transmitir el amor a Jesucristo a los dem?s. Si logramos convencer al l?der del grupo, los dem?s lo seguir?n.

* Ni?os y ni?as no se gustan, suelen jugar por separado y criticarse.
El catequista, si maneja grupos mixtos, deber? estar pendiente para que no se den pleitos entre ni?os y ni?as, sino propiciar el respeto en la clase.

* Tienen gran capacidad cr?tica: son capaces de juzgar a las personas que los rodean. (si son t?midas, abiertas, inseguras, etc.). Juzgan mejor a otros que a s? mismos.
El catequista deber? crear el h?bito en los ni?os de hablar sobre lo positivo de las personas, de sus cualidades, evitando la cr?tica y los juicios.

* Las ni?as manifiestan su ego?smo queriendo ser las primeras, hacer lo mejor y tener lo mejor, y en los ni?os, en hacer o tener lo que se les antoja, sin pensar en los dem?s. Quieren ser fuertes, populares, ingeniosos.
El catequista deber? aprovechar todas esas energ?as de querer ser los primeros y m?s fuertes para hacerlos crecer en su espiritualidad, en su vida con Jes?s, para ser los «primeros ante Dios» y los m?s populares.

Aspecto moral
* Pueden juzgar no s?lo las buenas o malas acciones, sino las buenas o malas intenciones.
Antes, lo bueno y lo malo era lo que dec?an sus pap?s; ahora ya saben descubrir el por qu?. El catequista puede presentarles pel?culas en las que se pueda analizar alg?n hecho con sus causas, consecuencias y soluciones evang?licas. Todo esto ayudar? a formar la conciencia.

* Son sensibles a los valores vividos y dispuestos a identificarse con personas valiosas.
El catequista puede aprovechar para presentar ejemplos de personas virtuosas con los cuales el ni?o se pueda identificar y que lo motiven a adquirir esas virtudes.

* Toman conciencia de lo verdadero y lo falso, lo justo e injusto, lo bueno y lo malo. Aplican esto a su vida y la de otros.
El catequista deber? ense?arles a escuchar su conciencia para que se convierta en la gu?a de su conducta. Obrar de acuerdo con la conciencia es obrar de acuerdo con los planes de Dios.

* Saben lo que deben ser y lo que se espera de ellos. Gustan de las normas pr?cticas, claras, y breves. Les gusta cumplir con sus deberes. Quieren ser buenos, honestos, caritativos, respetuosos y sinceros.
El catequista se puede evitar los «sermones» cuando hay una falta. Los ni?os son conscientes de sus fallos y de las razones que hay para portarse bien. Hay que limitarse a recordar las reglas y aplicar las consecuencias, fomentando la responsabilidad, la sinceridad y la generosidad en el sal?n de clases.

* Suele haber inquietudes sexuales entre los alumnos.
Si se presenta alguna pregunta en este terreno, el catequista deber? analizar el sentido de la pregunta para no dar informaci?n que los inquiete m?s de lo que estaban. Contestarla con naturalidad y tranquilidad, hablando de lo bello y lo bueno de la sexualidad, con sumo respeto hacia el don de la vida, y del amor entre el hombre y la mujer.

Aspecto religioso

* Captan que lo que Dios quiere de ellos se manifiesta en su conciencia. Su conciencia es la voz de Dios que vive en ellos y quiere iluminar su mente y su coraz?n, para que vivan como ?l quiere.
El catequista deber? ense?arles a escuchar su conciencia con ejercicios pr?cticos. Recordarles que si obedecen a su conciencia, est?n obedeciendo a Dios.
Se puede aprovechar para motivarlos hacia el esp?ritu de oraci?n, como el mejor medio para mantenerse en contacto con Dios.

* Si se dirige la oraci?n, se pueden mantener concentrados m?s de dos minutos. Les gustan las oraciones recitadas todos juntos y tambi?n la oraci?n personal.
El catequista puede llevar a cabo oraciones comunitarias en las que se invite a participar de forma voluntaria a los alumnos diciendo en voz alta sus peticiones.

* Tienen una fe espont?nea para creer y gustar de la relaci?n con Dios, de las experiencias y acercamiento a la vida cristiana.
El catequista debe proporcionarles oportunidades para tener experiencias vivenciales de la fe en la oraci?n, en la liturgia y en las clases de catequesis.
Actividades m?s adecuadas para esta edad:

Comentar textos de la Sagrada Escritura. Buscar citas en la Sagrada Escritura que vayan de acuerdo con el tema. Escribir una oraci?n. Hacer una encuesta. Lluvia de ideas. Dramatizaci?n. Escribe en tu cuaderno. Investiga en el Catecismo. Peri?dico mural. Localizar en un mapa. Presentar lista de…. Describe lo que significa para ti. De las siguientes respuestas cu?l es la correcta . Redacta con tus palabras. Escenificaci?n. Reflexi?n. Rompecabezas. Loter?as y domin?es de los temas del libro. Juego de preguntas y respuestas con los temas del libro.

 

Los ni?os de once a?os

A esta edad los ni?os est?n pasando por una serie de cambios a nivel f?sico y emocional. Comienza una etapa conflictiva, que genera sufrimientos. Se termina la edad de la tranquilidad, de la estabilidad.

Aspecto f?sico

* Muchos presentan cambios en su cuerpo y con el crecimiento acelerado, generalmente est?n cansados y sin ganas de hacer nada.
El catequista debe saber distinguir entre el cansancio f?sico y la pereza. Fomentar el sacrificio para vencer el cansancio y ponerse a trabajar. Ponerles el ejemplo de Cristo y su labor; del Papa Juan Pablo II y sus viajes; de la Madre Teresa de Calcuta y su labor por los pobres.

* Los cambios f?sicos y emocionales provocan sentimientos nuevos, dolorosos e inexplicables, por lo que pueden presentar un comportamiento insensato y agitado.
Aprovechar esta etapa de la vida de los alumnos para orientarlos e impulsarlos, pues en la manera como resuelvan los conflictos que se les presenten en ella, est? el desarrollo de la persona, lo que llegar?n a ser.

Aspecto intelectual

* Tienen una mayor capacidad de concentraci?n si el tema les interesa (una hora y m?s). Comprenden explicaciones elaboradas y razonamientos profundos. Pueden retener en su memoria gran cantidad de material.
El catequista deber? hacer atractiva la clase para que la encuentren interesante y se motiven a aplicarla a su vida.
Ya no son tan necesarios los objetos visuales y palpables: una buena explicaci?n usando el pizarr?n es suficiente para que entiendan los contenidos.
Es el momento adecuado para que memoricen los contenidos b?sicos y esenciales de la doctrina con sus causas y consecuencias, de modo que , aunque dejen de practicarlas en la adolescencia y en la juventud, las recuperen cuando lleguen a la madurez.

* Su mente est? inclinada no a la teor?a, sino a la pr?ctica.
El catequista deber? introducir el tema con alguna an?cdota y utilizar numerosos ejemplos de c?mo vivir lo que est?n aprendiendo para que le encuentren sentido a la teor?a. Hablarles primero de la vida diaria de los santos y luego de lo que es la santidad; hablarles de personas alegres y luego de la alegr?a, de personas bondadosas y luego de la Bondad.

* Tienen una imaginaci?n creativa: de los elementos de la realidad buscan sacar partido para construir o divertirse. Esta imaginaci?n los puede llevar a las exageraciones.
El catequista deber? aprovechar su imaginaci?n para que hagan planes para el futuro en base a los prop?sitos de las lecciones de catequesis. Es el momento adecuado para introducir en ellos grandes ideales para su vida.

* Suelen tener una incoherencia entre el pensar y el actuar. Saben que es buena la sinceridad y dicen mentiras; saben que es bueno obedecer, pero desobedecen; saben que es bueno ser pacientes, pero se pelean.
El catequista deber? hablarles acerca de la importancia de la autenticidad y de c?mo pueden alcanzarla venciendo las dificultades que se les presenten.

Aspecto afectivo

* Piensan siempre en s? mismos. Les interesa lo que consideran ?til para s? mismos.
El catequista deber? demostrarles la utilidad de la religi?n para todos los aspectos de su vida. Hablarles del ciento por uno que ofrece Jesucristo, de la satisfacci?n por hacer el bien, de la paz y la alegr?a que genera la entrega a los dem?s.

* Tienden al desorden, a la irresponsabilidad, a copiar y hacer trampa en los ex?menes.
El catequista deber? mostrarles las ventajas del orden y la responsabilidad con ejemplos concretos. Deber? tambi?n exigirles orden en sus trabajos y tareas, pues su tendencia se debe m?s que nada a la pereza.

* Comienzan a ser rebeldes, irritables y agresivos, pero al mismo tiempo se arrepienten con sinceridad, se proponen ser mejores y algunos son muy generosos.
El catequista deber? dejar bien claras las reglas de disciplina desde el primer d?a de clases para que las conozcan y sepan cu?les son las consecuencias.
El catequista deber? corregir cuando haya que corregir y mantenerse firme en el cumplimiento de las reglas del sal?n de clases.
Aprovechar la sinceridad en el arrepentimiento para que se acerquen al sacramento de la confesi?n y para que hagan programas de mejora con medios concretos.

* Son seguros e inseguros: Se expresan con m?s seguridad al pensar y juzgar, pero se nota que algunos pierden la seguridad frente a los adultos y ante algunas situaciones. Pueden llegar a sentir temor y angustia.
El catequista deber? propiciar un clima en el que los alumnos se sientan seguros, brind?ndoles respeto y comprensi?n en todo momento. Estar cercano a ellos, de modo que el catequista no presente la imagen de un adulto, sino de un amigo con el que pueden contar.

*Quieren respeto y son irrespetuosos: Exigen respeto en su espacio, en su tiempo y en sus pertenencias porque tienen necesidad de ?ste para su estima y su seguridad, pero a la vez, no respetan nada de lo ajeno.
El catequista deber? aprovechar ese celo por lo propio para inculcarles la defensa de la Iglesia contra sus enemigos. Ense?arles a trav?s de ejemplos a ponerse en el lugar de los otros para valorar y respetar lo ajeno en la misma medida que exigen respeto por lo propio.

* Quieren ser libres y todav?a necesitan dependencia: Necesitan decidir y organizar ciertas cosas, pero necesitan de una gu?a para que todo funcione bien.
El catequista deber? delegarles responsabilidades, demostrando la confianza que se les tiene y orient?ndolos para que las decisiones que tomen sean siempre de acuerdo con lo que Dios quiere de ellos.

Aspecto social

*Quieren relacionarse y temen hacerlo: existe un deseo de compa?erismo y amistad, de pertenencia, pero al mismo tiempo sienten miedo de ser rechazados y se a?slan.
El catequista deber? estar atento a las amistades y los grupos que se vayan formando y principalmente a los alumnos que se a?slen de los dem?s para darles atenci?n especial de modo que adquieran confianza y seguridad en s? mismos.

* Se re?nen con los amigos para estar juntos, para pasarla mejor y divertirse.
El catequista deber? involucrarse con ellos para conocer a los grupos de amigos y saber qu? les gusta hacer, en qu? se distraen, c?mo se divierten, d?ndoles ideas para encauzar su amistad hacia algo bueno.

* Son buenos compa?eros, los pleitos se resuelven m?s f?cil entre los ni?os que entre las ni?as.
El catequista deber? fomentar el compa?erismo y evitar tomar partido en los pleitos de los ni?os, dejando que ellos los resuelvan record?ndoles de hacerlo de una manera cristiana. Preguntarles c?mo actuar?a Cristo en su lugar ante este problema.

* Reciben influencia no s?lo de sus padres sino de sus maestros, amigos y l?deres de moda.
El catequista deber? conocer el medio en el que est?n viviendo los ni?os: pel?culas, m?sica, diversiones, paseos, deportes y presentarles modelos de vida superiores a los que puedan imitar. Es muy recomendable hacer un an?lisis de los programas, pel?culas y canciones de moda para ense?arles a verlos con un esp?ritu cr?tico y a no creer ciegamente lo que les dicen los medios de comunicaci?n.

* Algunas ni?as muestran inter?s por el sexo opuesto y algunos ni?os tienen inquietudes sexuales.
El catequista deber? mostrarse interesado en sus problemas para encauzarlos y contestar con naturalidad las dudas que puedan surgir en el terreno de la sexualidad.

Aspecto moral

* Les es dif?cil obedecer por el desarrollo de la libertad, pero al mismo tiempo les es atractivo seguir caminos de virtud y hero?smo.
El catequista deber? proponerles testimonios de personas valiosas para que les sirvan de ejemplos a seguir y a imitar. Que no sientan que se les est? obligando, sino por el contrario, que estos modelos sean tan atractivos que los escojan libremente. Aprovechar su esp?ritu de rebeld?a para que se animen a rebelarse en contra de los anti-valores que se viven en la sociedad y se atrevan a ser diferentes.

* Suelen ser presa de sus antojos y pasiones y se dejan llevar por los impulsos de su temperamento, pero son capaces de sacrificios y esfuerzos para superarse.
El catequista deber? mostrarles el peligro de dejarse llevar por sus antojos, y motivarles a formar la voluntad con peque?os sacrificios para que sean capaces de vencerse a s? mismos. Aprovechar sus deseos de libertad para demostrarles que s?lo ser?n libres si son capaces de dominarse a s? mismos. Ponerles ejemplos de personas que han perdido su libertad quedando atrapados en la droga, en el alcohol o en el vicio por dejarse llevar por sus antojos.

* Perciben los valores y los antivalores
El catequista deber? aprovecharlo para analizar casos de la vida real en donde los alumnos perciban claramente la recta manera de actuar.

Aspecto religioso

* No s?lo saben que Dios es bueno, sabio y poderoso, que nos muestra su amor con todo lo que nos ha dado, y que nos habla a trav?s de su palabra y de nuestra conciencia, sino que Dios quiere que seamos santos.
El catequista deber? presentarles la santidad como algo atractivo y evitar las im?genes de santos con aureolas y ojos en blanco.

* Brota la devoci?n a la Virgen Mar?a con naturalidad.
El catequista deber? explicarles que la verdadera devoci?n a la Virgen estriba en la veneraci?n e imitaci?n de sus virtudes. Explicarles el significado de las im?genes y los ritos religiosos en torno a la devoci?n mariana para evitar que los vean como superstici?n o fanatismo de algunos, sino como expresiones del amor a Mar?a.

* Tienen capacidad de concentraci?n para la oraci?n, no por mucho tiempo, m?s bien poco (dos o tres minutos).
El catequista deber? dirigir los momentos de oraci?n para lograr tener una mejor atenci?n de los ni?os.

* Les gusta participar en la liturgia leyendo, llevando las ofrendas, interviniendo en algo.
El catequista deber? planear la participaci?n de los ni?os en la Santa Misa y en las actividades propias de los tiempos lit?rgicos de la Iglesia. Fomentar en ellos su participaci?n en los sacramentos y que puedan experimentar la vida de la Iglesia. Recordar que a esta edad necesitan estar cerca de Jes?s por medio de la frecuente recepci?n de los sacramentos y por vivencias que les motiven y les refuercen la vivencia de la fe cristiana.

* Tienen sentimientos encontrados: fidelidad a su vida junto a Cristo y el ir a la aventura por otros caminos que no son del Evangelio.
El catequista deber? motivarlos a vivir de acuerdo con su conciencia, que la sepan escuchar y que sepan hacer un buen uso de su libertad. Hablarles de los peligros de la ancha senda que lleva a la perdici?n y de las ventajas de entrar por la puerta estrecha.

Actividades m?s adecuadas para esta edad:

Dramatizaci?n. Mural. P?ster. Audiovisual. Fotopalabra. Comentar palabras del Evangelio. Comparaci?n de textos. Grabar encuestas en audiocassette y v?deo. Investigaciones en enciclopedias o libros. Juego de la b?squeda del tesoro con preguntas. Juego de marat?n con preguntas. Domin? de los temas del libro. Concursos.

 

Los ni?os de doce a?os

A esta edad los ni?os necesitan afirmar su personalidad comprendi?ndose a s? mismos y con relaci?n a otros. Esta afirmaci?n la realizan por medio de la oposici?n y la rebeld?a.

Aspecto f?sico:

* Empiezan francamente con los cambios f?sicos y ps?quicos propios de la preadolescencia.
El catequista debe comprender que sus estados de ?nimo pueden ser variables, pero debe ense?arles a controlarlos, mostr?ndoles que s?lo se es verdaderamente libre cuando uno es capaz de dominarse a s? mismo.

* Cuando est?n inquietos tienen una energ?a desbordante, sobretodo los hombres a quienes les gustan los juegos duros, de competencia.
El catequista puede aprovechar esta energ?a para organizar con ellos misiones urbanas o actividades de ayuda a los pobres y enfermos.

* Les gusta el deporte al aire libre y todo aquello donde haya movimiento.
El catequista puede organizar alguna convivencia con partidos de basket ball, foot-ball, volley-ball con la finalidad de fomentar el esp?ritu de equipo, el compa?erismo, la tenacidad y el esfuerzo.

* Son amantes de la naturaleza, de los animales.
El catequista puede organizar alguna salida al campo para aprovechar la experiencia con la naturaleza como medio para ense?ar el gran amor de Dios, su infinita sabidur?a y su bondad hacia nosotros los hombres.

Aspecto intelectual:

* Tienen capacidad para responder preguntas que los hagan pensar. Esto les da la oportunidad de sentir que ellos mismos han descubierto algo.
El catequista debe planear con anticipaci?n las preguntas que les har? durante la clase, de modo que la forma de plantearlas los lleve a pensar y a hacer suyo el aprendizaje.

* No les gustan las explicaciones largas y confusas
El catequista debe evitar los largos discursos y presentar los temas con esquemas claros y concisos.

* Para ellos «saber» significa entender y recordar.
El catequista debe utilizar un lenguaje claro y aclarar todos los conceptos. Preguntar y recordar lo que se ha visto en temas anteriores para tener al d?a el aprendizaje de los alumnos. Relacionar con ejemplos todo lo que se va aprendiendo. Evaluar constantemente.

* Necesitan saber que lo que se les va a ense?ar es valioso; esto les suscita inter?s por la materia.
El catequista debe demostrarles la utilidad de la religi?n para todos los momentos de su vida. Mostrarles ejemplos de c?mo es siempre m?s feliz el que cumple la voluntad de Dios que el que vive para s? mismo. Hablarles de la divina providencia, del ciento por uno, de las bienaventuranzas, de la recompensa eterna.

* Les gusta competir y triunfar.
El catequista puede organizar juegos y din?micas de competencia para evaluar su aprendizaje intelectual ( b?squeda del tesoro con preguntas de los temas de la clase; domin? de los temas de la clase, etc.)

Aspecto afectivo:

* No se dejan dominar por sus sentimientos delante de otros. Les gusta, si se presenta la ocasi?n, que les pregunten sobre sus sentimientos con seriedad y respeto.
El catequista debe tratar individualmente a cada alumno para conocerlos con profundidad y saber cu?les son sus verdaderos sentimientos. Valorar y respetar el aspecto sentimental de la vida de los alumnos. Evitar preguntarles por sus sentimientos en p?blico.

* No les gusta que los critiquen ni que se burlen de ellos.
El catequista debe propiciar un clima de respeto entre los alumnos y evitar las cr?ticas negativas dentro del sal?n de clases. Tambi?n debe estar atento a los casos de alumnos que son criticados o molestados por el resto del grupo para darles atenci?n especial y ense?arles la manera de evitar, contrarrestar, ignorar o suprimir dichas cr?ticas.

* Tienen un gran apego a sus cosas.
El catequista puede aprovechar para ense?arles el justo valor de las cosas materiales dentro de una escala de valores y educarlos en la virtud del desprendimiento y de la generosidad. Tambi?n se puede aprovechar para promover ese apego a lo propio en funci?n de la defensa de sus valores personales: que no permitan que agentes externos se los destruyan.

* Tienen actitudes negativas, af?n de contradecir, pelear, criticar y molestar.
El catequista debe aprovechar este af?n para organizarles «peleas» organizadas: debates, mesas redondas, discusiones ordenadas, cr?ticas a los anti-valores de la sociedad, etc.

* Son poco sensibles a los sentimientos de otros.
El catequista debe ense?arlos a pensar en los dem?s, a ponerse en el lugar del otro para percibir sus sentimientos.

* Comienzan a desarrollar su independencia y a tomar sus decisiones
El catequista debe orientarlos en el uso de su libertad, mostr?ndoles los peligros que existen y ense??ndoles a aceptar las consecuencias de sus decisiones y de sus actos.

* Tienen conflicto entre lo que se les antoja y lo que les dicta su conciencia.
El catequista debe motivarlos continuamente a que escuchen a su conciencia y no se dejen enga?ar por el brillo de las tentaciones. Alertarlos contra los peligros de la publicidad, de los lugares p?blicos y de los medios de comunicaci?n. Ense?arles a que cuidar todo aquello que entre por sus sentidos para que no se deforme su conciencia.
Aspecto social:

* Les encantan las reuniones para pasarla bien con otros amigos. Tienen una relaci?n con sus amigos no muy profunda pero muy importante, pues con ellos aprenden a adaptarse, comportarse, considerar, decidir.
El catequista puede y debe organizar actividades extra-clase en lugares controlados en los que los alumnos tengan la oportunidad de divertirse con sus amigos manteni?ndolos ocupados en actividades sanas y productivas. Se debe aprovechar tambi?n para presentarles a Jesucristo como amigo, pues entienden bien lo que es la amistad y la valoran mucho.

* Para las ni?as las relaciones con sus amigas son m?s afectivas y complicadas.
El catequista debe ser consciente de que surgir?n conflictos y estar preparado para escuchar, orientar y sanar heridas sentimentales.

* Les gusta el trabajo en equipo.
El catequista debe fomentarlo con las actividades de la clase y los trabajos extra-escolares, cuidando de dar a cada uno de los integrantes algo que hacer y evitando que sean m?s de cinco en un equipo ( dramatizaci?n, grabaci?n de encuestas, elaboraci?n de audiovisuales, etc.)

* Muestran inter?s por el sexo opuesto.
El catequista debe recordarles el valor del respeto y fomentar en la clase un clima de compa?erismo en el que se evite la formaci?n de parejitas. Es normal que se gusten, pero no es recomendable que empiecen con noviazgos prematuros.

* Adoptan actitudes exc?ntricas para llamar la atenci?n y ser distintos a los dem?s.
El catequista puede aprovechar este af?n de llamar la atenci?n, motiv?ndolos a que se atrevan a ser diferentes al resto del mundo y se caractericen por ser cristianos aut?nticos en su modo de hablar, de comportarse y de vestir.

Aspecto moral:

* Tienen un vivo sentimiento del bien y del mal. Pueden dar juicios de valor al juzgar actitudes humanas y casos de moral sencillos.
El catequista puede presentarles pel?culas, escogidas y vistas con anterioridad, en las que se puedan analizar actitudes de las personas para que ellos digan por qu? est?n bien o mal (el ego?sta, el generoso, el apegado a las cosas materiales, etc.).

* Piensan poco: su conciencia est? llena m?s de sentimientos que de raz?n y est? muy influida por los juicios de sus padres y maestros.
El catequista debe seguir formando la conciencia dando buen testimonio con sus palabras y con su actuar.

* Saben que las causas del bien y del mal est?n en el coraz?n del hombre, y que el remedio al ego?smo es el amor.
El catequista puede motivarlos a mantener limpio su coraz?n analizando siempre con sentido cr?tico las influencias del medio ambiente, de la publicidad y de los medios de comunicaci?n.

* Son capaces de sacrificio y esfuerzo para superarse.
El catequista puede aprovechar para motivarlos a la superaci?n evitando la mediocridad. Presentarles vidas valiosas y reflexionar sobre ?stas. Proponerles grandes ideales para que los muevan al sacrificio y al esfuerzo.

* Se desalientan cuando caen en la cuenta de sus fallas o limitaciones.
El catequista debe siempre animarlos a seguir adelante en la vida a pesar de sus limitaciones.

Aspecto religioso:

* Se entusiasman por el camino que les presenta el sacerdote o el maestro.
El catequista debe aprovechar esta posici?n de liderazgo para presentar a los alumnos grandes ideales de vida. Mostrarles con el ejemplo, la alegr?a y la paz que genera el cumplimiento de la voluntad de Dios en la fidelidad al matrimonio, en el trabajo, en la familia y en las diversiones.

* Les puede gustar un Retiro.
Es el momento ideal para organizar un fin de semana de retiro en el que se combinen los sacramentos con actividades espirituales, formativas, deportivas y de esparcimiento. Una experiencia espiritual fuerte en esta edad los puede marcar para toda la vida.

* Conservan el gozo de seguir a Cristo pero las tentaciones los ponen en un conflicto.
El catequista deber? motivarlos a vivir de acuerdo con su conciencia: que la sepan escuchar y que sepan hacer un buen uso de su libertad. Hablarles de la maravilla que es la amistad de Jesucristo. Hablarles y alertarlos contra los peligros del medio ambiente. Explicarles que la mejor forma de vencer la tentaci?n es huyendo de ella.

* Les cuesta ir a la Iglesia, est?n menos interesados por las oraciones y devociones.
Ya no est?n dispuestos, como un a?o antes, a participar y ayudar en las celebraciones. No es recomendable obligarlos a que ayuden m?s all? de lo que piden los mandamientos. El catequista deber? conformarse con motivarlos para que cumplan con gusto lo indispensable: oraci?n diaria, misa dominical, comuni?n y confesi?n frecuente. No es conveniente llevarlos a celebraciones largas, pues su cuerpo y su mente no est?n en la situaci?n adecuada para mantenerse atentos.

* En algunos se pueden presentar dudas de fe.
El catequista debe resolver estas dudas de la manera m?s clara posible en el momento que se presenten, pero cuidando siempre que no est?n haciendo preguntas s?lo para distraer la atenci?n de todo el grupo.

Actividades m?s adecuadas para esta edad:

Dramatizaci?n. Mural. P?ster. Audiovisual. Fotopalabra. Comentar pasajes del Evangelio. Comparaci?n de textos. Grabar encuestas en audiocassette y v?deo. Investigaciones en enciclopedias. Juegos organizados: domin?es, loter?as, b?squeda del tesoro, marat?n, d?galo con m?mica, ahorcado. Concursos por equipos.

 

Formatos ?tiles

A continuaci?n presentamos tres formatos que pueden ser de utilidad para que el catequista conozca a cada uno de sus alumnos de una manera particular y les d? un trato personal, tal como lo requiere el trabajo con las almas en la catequesis.

El Anexo I es una carta dirigida a los Padres de Familia en la que el catequista se presenta y se pone a sus ?rdenes, pidi?ndoles que llenen una ficha con algunos datos de sus hijos.

El Anexo II es la ficha de datos personales de los ni?os que deber? ser llenada por los Padres de Familia.

El Anexo III es una ficha que deber? ser llenada por los mismos alumnos, con el fin de que el catequista conozca sus principales gustos, preferencias y habilidades.

El catequista deber? guardar en una carpeta estos documentos y releerlos con frecuencia para recordar las caracter?sticas de los ni?os con los que est? trabajando y para ir actualizando la informaci?n conforme avance el curso y se profundice en el conocimiento de los alumnos.
Anexo I
Estimados Padres de familia:

Mi nombre es _____________________________________ y durante este curso ser? la maestra de formaci?n cat?lica de su hijo(a) ___________________, quien tomar? clases conmigo los d?as _____________ de ____ a _____ horas.

Siendo que ustedes, los padres de familia, son los primeros responsables de la formaci?n en la fe cat?lica de sus hijos, mis clases ser?n s?lo un complemento a aquello que ustedes ya han iniciado desde el d?a de su Bautismo. Me interesa mucho que trabajemos en equipo para lograr hacer crecer en la fe a ____________ durante este ciclo escolar. Necesito de su inter?s y apoyo, pues el grado de asimilaci?n que tenga su hijo(a) _______________, de los contenidos de la fe, influir? grandemente en su vida, no solo en su ?xito profesional y humano, sino en su felicidad eterna.

A lo largo del curso, seguiremos el programa que marca el libro de texto __________________________________ de _____ de Primaria, en el cual trabajaremos en clase y algunas veces mandaremos ejercicios de tarea. Al terminar cada unidad del libro, tendremos una evaluaci?n para conocer el nivel de asimilaci?n de la materia, tanto en el ?rea doctrinal como en la aplicaci?n de esta doctrina a su vida. Habr? adem?s una evaluaci?n al final del primer semestre y otra a final del curso. En dichas evaluaciones se tomar? en cuenta los conocimientos de los alumnos y su participaci?n en clase.

Tendremos algunas actividades a lo largo del curso en las que les pediremos su participaci?n: Rosario Solemne en el mes de Octubre, Festividad de todos los Santos en el mes de Noviembre, nuestra tradicional Pastorela en Diciembre, el V?a Crucis en Abril, el Ofrecimiento de flores a la Virgen en Mayo y la Adoraci?n a la Eucarist?a en el mes de Junio. En su debido momento les enviaremos toda la informaci?n acerca de estos eventos.

Por ?ltimo, quisiera pedirles que llenen la ficha anexa a esta carta y la regresen al colegio dirigida a mi nombre a la brevedad posible. Les agradecer? su ayuda en este punto, pues esa informaci?n me ayudar? a conocer mejor a sus hijo y as? lo podr? atender de una manera m?s personal, de acuerdo a sus propios intereses y necesidades.

Sin m?s por el momento quisiera ponerme a sus ?rdenes, para cualquier duda o inquietud que tengan. Pueden hacer una cita conmigo llamando al colegio (parroquia).
Agradezco de antemano su apoyo
__________________________

 

Anexo II

Informaci?n importante para la catequesis

Favor de llenar los datos de esta ficha y devolverla al colegio. Gracias.

Nombre del ni?o (a):____________________________
C?mo le gusta que le digan:_______________________
Edad: __________________
Cumplea?os: __________________
Nombre y edades de los hermanos:
__________________________________
__________________________________
__________________________________
__________________________________
__________________________________
__________________________________
__________________________________

Nombre del padre: __________________________________
Ocupaci?n: __________________________________
Nombre de la madre: __________________________________
Ocupaci?n:__________________________________

Oraciones que se rezan en su familia:
En la ma?ana __________________________________
En la noche __________________________________
A lo largo del d?a __________________________________

Iglesia y horario de Misa a la que asiste la familia los domingos
__________________________________

Tel?fono de la casa __________________________________

Descripci?n general de la personalidad de su hijo, incluyendo sus gustos, habilidades, preferencias, etc.:
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________

 

Anexo III
Todo acerca de m?

Mi nombre es __________________________________
Mis mejores amigos son __________________________________
Mi deporte favorito es __________________________________
Mi juguete favorito es __________________________________
Mi comida favorita es __________________________________
Mi canci?n favorita es __________________________________
Mi programa favorito de televisi?n es ___________________
Un programa de televisi?n que no me gusta es ____________
La clase que m?s me gusta del colegio es ________________
La clase que menos me gusta del colegio es ______________
A lo que m?s me gusta jugar en el colegio es a __________________________________
Lo que m?s me gusta hacer en las tardes es __________________________________
Me siento feliz cuando __________________________________
Cuando me enojo lo que hago es __________________________________
Mi lugar preferido para visitar es __________________________________
Tengo mascota, es un ____________________ que se llama __________.
Cuando sea grande, quiero ser __________________________________
Tengo _______ hermanos y _________ hermanas.
Una de mis mejores cualidades es __________________________________
Cuando estoy solo(a) me gusta so?ar en ____________________________
Si Jes?s tuviera que pedirme a m? algo, me pedir?a __________________________________
Si Jes?s se me apareciera, le pedir?a __________________________________

Gracias.

__________________________________
Firma del alumno

 

Fuente http://www.diocesisdevalledupar.org/