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“Invitemos a Dios para que entre en nuestros corazones”

En el programa Diálogo de Fe del sábado 23 de abril, el Cardenal Juan Luis Cipriani exhortó a los fieles católicos a que en este silencio del Sábado Santo, de manera especial, dejen entrar en sus corazones al Señor.

“Dios solo entrará a tu corazón si tú lo invitas, él no romperá la puerta. En este Sábado Santo de silencio, Jesús se encuentra frente a la puerta de muchos corazones esperando que le des la oportunidad de ingresar”, reflexionó.

El Arzobispo de Lima manifestó que para llegar a Jesús es necesario un salto de fe, un reconocer con humildad que lo necesitamos, pidiéndole Enséñame a creer, ayúdame a creer, ya que creer es un regalo de Dios.

Destacó también que en nuestro país hay una enorme vuelta a la fe, con las diversas tradiciones y expresiones culturales que recuerdan con gran recogimiento y devoción la Semana Santa.

“Cuando uno ve esa cantidad de familias que salen a recorrer los Templos, que se van a confesar y a pedir perdón, se da cuenta que en nuestro país hay un acercamiento a Dios muy grande, en todos los niveles y en todos los lugares. Es un regalo que estamos experimentando en el Perú”, añadió.

En otro momento, recordó que en la Última Cena cuando Jesús entrega su Cuerpo para que coman, está diciendo sacramental y simbólicamente que entregará su Cuerpo a la muerte en la Cruz por nosotros, y que en estos días ha querido entrar en corazón de cada uno para decirnos: Estoy contigo.

“En esa muerte de Cristo está ya incluida la promesa de la salvación. De alguna manera se entrega a su padre obedeciéndolo y anunciando que resucitará. Esta Resurrección demuestra a la humanidad que está por encima de la muerte, del mal y de todos nosotros y que a pesar de eso ha bajado a la Tierra para salvarnos”, mencionó.

“Esa vida eterna, esa felicidad eterna, esa realidad eterna que nos espera y que se nos promete en estos días de una manera tan fuerte con la Muerte y la Resurrección, sólo será posible si salimos de ese encierro de solo creer en lo que vemos”, continuó.

Finalmente, insistió en no dejar que la soberbia humana nos lleve a reprochar y enjuiciar a Dios por los desastres naturales, enfermedades y situaciones difíciles que atraviesa el mundo, ya que Él no es el culpable; y exhortó a mantener la fe ante todo.

“No juzguemos a Dios de una manera atrevida, júzgate a ti mismo y cuestiónate cómo eres frente a esos dolores. No tengamos la osadía de increpar a ese Dios que ha muerto por nosotros, a ese Dios que es puro amor y perdón”, refirió.

“Esta invocación va dirigida al pueblo peruano: Reflexión y meditación seria, para que de esa manera el Señor pueda brillar de nuevo en nuestras almas”, concluyó.

La importancia de hablar y actuar siempre con la verdad

Más temprano, en el programa Enfoque de los Sábados de RPP, el Cardenal Juan Luis Cipriani pidió que surja una semilla en ese diálogo que es invocado a las autoridades de la Universidad Católica y en ese diálogo que es invocado para que los políticos digan la verdad y dispongan las cosas con seriedad.

En relación a los candidatos políticos, se refirió a la importancia de mantener mucho más diálogo entre ellos y con la población, pero siempre hablando con la verdad y con firmeza.

“Hablen con la verdad, no con el marketing político; tú eres el que eres, Keiko u Ollanta; presenten sus propuestas y demuestren que no son productos de venta de equipos que buscan engañar pueblo. Urge un debate de ellos mismos, que se mantengan firmes en lo que dijeron y no lo cambien a su beneficio. El Perú tiene que aprender a ser más sincero. Si ese diálogo democrático es más verdadero y no descalificador, se logrará mucho”, señaló.

Con respecto al conflicto del Arzobispado de Lima con la Pontificia Universidad Católica de Lima, el Arzobispo de Lima manifestó que es un imperativo moral pendiente que exista un diálogo entre ambas parte y cuya única condición sea el llegar a un intento de aproximación a la verdad.

“Esta universidad pontificia y católica está bajo la tutela, no intelectual ni de la libre cátedra, de la Iglesia; no es una pauta o un recorte de libertades. La universidad tiene que someterse a la aprobación de sus estatutos. Entonces, yo no tengo más que dialogar intermediariamente entre la Católica y la Santa Sede. Es una pena que eso se convierta en una cacería de brujas, porque no es así. El legado de Riva Agüero es un testamento que se rige bajo las normas universales de los testamentos”, afirmó.

“Hago una invocación a las autoridades, que tienen el deber moral de sentarse a la mesa y de conversar, no discutir. Estamos de acuerdo en todo, simplemente hay que ponerlo en las normas estatutarias y hay que establecerlas en una junta de administración. Esos fantasmas de ‘va a quitar la universidad’, de ‘se va a apropiar’, todo eso, queridísimos alumnos de la Católica, es falso; qué bueno sería un diálogo respetuoso y sincero, en el cual ustedes vean que no tengo el menor interés de maltratar una universidad que ha sido ejemplar”, añadió.

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