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Hombre o mujer son personas con la misma dignidad

Hombre o mujer son personas con la misma dignidad

¿Es realmente verdad que el hombre y la mujer al unirse en matrimonio, pierden o limitan su plena realización?
Hay muchos que piensan que sí.
Hay muchos que lo sostienen y principalmente las “feministas”, pues según ellas la mujer al casarse es la que más queda limitada en su plena realización. Es la idea que tienen las “feministas”.

No vamos a negar que en un gran periodo de la humanidad, la mujer no fuera considerada persona como lo era el hombre.
Pero eso fue en la antigüedad, eso fue antes de la llegada del cristianismo.
Una de las cosas más revolucionarias que Jesús nos enseñó es el valor y el lugar como persona que debe ocupar la mujer.
¡Como que hasta el mismo Dios quiso venir a este mundo por intermedio de una mujer! María de Nazaret es todo un símbolo de lo que Dios quiere decirnos sobre la dignidad de ser mujer y madre.

Jesús, el gran maestro de nuestra fe cristiana y de todo hombre de buena voluntad, tuvo una actitud de total imparcialidad con respecto a las mujeres, contrariamente a lo que era costumbre en aquellos tiempos.
Basta recordar los episodios de la mujer adúltera, de la samaritana, de la Magdalena. Las mujeres estuvieron en los pasajes más decisivos de la vida de Jesús. Su madre tenía que ser el aguijón de su primer milagro y nada menos que en unas bodas. ¡Todo un símbolo!
El hecho de que Jesús haya querido nacer de una mujer y llevarla a ser nada menos que la madre de Dios, es toda una actitud de revalorización del ser mujer.
Hoy, quizás, después de haber transcurrido más de 2000 años, no tenemos plena conciencia de lo que debió significar en la Palestina de aquellos tiempos.

Hay que tener conciencia de que cada ser humano, hombre o mujer, es una persona, una criatura completa, una obra maestra irrepetible.
Si existe una diversidad entre el hombre y la mujer, esta es una riqueza, no un motivo de discriminación.

Me viene a la memoria que cuando el Movimiento Familiar Cristiano se desparramó por toda Latinoamérica, en muchos países eran las mujeres las que más fuerza hacían para ser integrantes del Movimiento.
En una oportunidad se les preguntó: ¿por qué?
—Porque una de las cosas que nos enseñan es que nos sentemos a su lado.
En las reuniones se nos enseña a sentarnos al lado de nuestro esposo.
Antes era costumbre que nos quedábamos de pie.
Fíjense, un hecho de vida tan sencillo como el sentarse, el Movimiento lo enseñó a muchos matrimonios en países latinoamericanos

El Movimiento enseñó a valorar a la esposa. Allí donde llegaba, las esposas se sentaban siempre junto a sus esposos.
Y juntos participaban de las reuniones, juntos se integraban, juntos crecían no solamente como personas, sino principalmente como esposos, como unidad para enfrentar la vida, para progresar juntos, para enfrentar y contribuir a resolver juntos los grandes problemas que acosan a la sociedad que nos rodea, aprovechando para esto las dos formas, masculina y femenina, de ver la vida.
A la rudeza del hombre la vida necesita de la sensibilidad de la mujer.

Quizás el hombre será todo razonamiento, quizás la mujer será todo corazón.
Las dos cosas son esenciales para una vida armónica.

Alguien escribió:
El hombre es la más elevada de las criaturas, la mujer el más sublime de los ideales.
El hombre tiene la supremacía, la mujer, la preferencia. La supremacía significa fuerza, la preferencia representa el derecho.
El hombre es un código, la mujer, un evangelio. El código corrige, el evangelio perfecciona.
El hombre es un templo, la mujer es el sagrario. Ante el templo nos descubrimos, ante el sagrario nos arrodillamos.
El hombre es el águila que vuela, la mujer, el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio, cantar es conquistar el alma.
El hombre tiene un farol que es la conciencia, la mujer tiene una estrella que es la esperanza. El farol guía, la esperanza salva.
El hombre está colocado donde termina la tierra, la mujer donde comienza el cielo.

Como vemos dos que se aman siempre vivirán creciendo porque cada uno aportará su matiz, su manera de ser. Los dos se necesitan, su manera de ser de cada uno es la necesidad del otro.
Educar la mente sin educar el corazón, no es educación en absoluto. (Aristóteles)

En lo esencial, unidad: en lo accesorio, libertad y en todo caridad. (San Agustín)*-

La lógica del don es dar sin esperar nada del otro.
La donación se nutre de la esperanza: la convicción de que el acto de dar incondicionalmente tendrá una resonancia muy particular en el interior del otro
Así opera la esperanza en la lógica de la donación. Cuando damos incondicionalmente, nos abrimos a que el otro también dé incondicionalmente, esto es, libremente y por sí mismo, sin limitaciones provenientes de la obligación o del deber sino con aquello que únicamente él o ella puede aportar por ser quien es. Por eso, al dar un don estamos proporcionando las condiciones adecuadas para que el otro dé lo mejor de sí mismo. Cuando el otro corresponde al don incondicionado recibido no se cancela ninguna deuda: acontece un encuentro de gratuidades.
Nace en ellos la costumbre de ser generosos. No hay mayor felicidad que cuando se encuentran dos generosidades.
Esto es esencial en una vida conyugal que se engrandece a niveles incomprensibles entre los que se aman..
En el matrimonio, tú no sólo pones sino que también recibes. El matrimonio es una cosa muy seria. Hacer nacer una familia es una actitud de valientes.
Muchos son los que lo inician soñando con un matrimonio donde no das sino que sólo recibes. No saben que la felicidad no es buscar a una persona que te hará feliz, sino buscar a la que tú quieres hacer feliz.
La primera es una actitud egoísta: la segunda es una actitud generosa.
Como ya hemos dicho anteriormente la máxima felicidad de una vida en común es cuando se encuentran dos generosidades.
Somos libres para encontrar nuestra felicidad, igual que para dejarla escapar. Es una cuestión de voluntad, de actitudes que se hacen más fáciles entre los que se aman.

Estás soñando con el matrimonio y con ello te dibujas una imagen inadecuada de la vida familiar y ello te impide ver la realidad
La cultura de masas produce una cantidad espantosa de imágenes falsas de la felicidad.

Cuanto más te absorbe el mundo mágico de los medios de información masiva, más grueso es el muro de cristal entre tú y la realidad. Pero detrás de este muro nadie te ama, simplemente porque allí no hay nadie.

Las personas fieles y amorosas a veces están mal afeitadas y usan rulos o cremas faciales nocturnas, se resfrían, pierden el pelo, engordan, les salen arrugas, disimulan sus canas, no recuerdan fechas clave, y a veces hasta no huelen bien….… Pero son reales y pueden darte felicidad.
¡Fuera el muro de cristal, respeta la realidad! Podrás, si amas.

Probablemente, estás soñando con un matrimonio idealizado, pero en realidad estás amando a héroes imaginarios. Y así no continuará.

Sueña con una vida familiar feliz con tranquilidad y seguridad.
¡Ni te imaginas qué bellos son los sueños cuando se basan en la realidad!

El matrimonio se funda en la libre voluntad de los contrayentes, pero hay que evitar algún peligro. La libertad no exige ni la ignorancia ni la irresponsabilidad, sino todo lo contrario.
Puesto que los jóvenes van a escoger a quien quieran, es fundamental el que reflexionen antes, sobre lo que quieren y lo que es querer y a quién.
(Enrique Garcia Marquez)

Para resolver sus problemas de relación, el hombre y la mujer deben en cambio hablarse más, escucharse más, conocerse más, quererse más. Deben tratarse con respeto y cooperar con amistad. Con estas bases humanas, sostenidas por la gracia de Dios, es posible proyectar la unión matrimonial y familiar para toda la vida. El vínculo matrimonial y familiar es una cosa seria, lo es para todos, no sólo para los creyentes. (Papa Francisco)

Fidelidad mental, Fidelidad cordial, Fidelidad corporal

Salvador Casadevall
salvadorcasadevall@yahoo.com.ar

REFLEXIONES DESDE LA FAMILIA………..para acompañar a vivir
Galardonado con la Gaviota de Oro-Mar del Plata 2007 Programa “Día Internacional de la Mujer”
Galardonado con la Rosa de Plata-Buenos Aires 2007 Programa “Navidad”
Galardonado con la Gaviota de Oro-Mar del Plata 2006 Programa “Día del Niño”
Mención especial Premio Magnificat-Buenos Aires 2005 Programa “Adultos Mayores”

Los libros I, III y IV son vendidos directamente por el autor con entrega certificada.

El libro II: Reflexiones desde la Familia…para acompañar a vivir ha sido editado por Credo ediciones y puede ser adquirido vía Morebooks https://www.morebooks.de/store/es/start
Indicar: Reflexiones desde la familia…para acompañar a vivir/Libro II
ISBN 978-3-639-52173-3…II

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