Lecturas del domingo 33 del Tiempo ordinario – Ciclo C
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro del profeta Malaquías 4,1-2a
Mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir -dice el Señor de los ejércitos-, y no quedará de ellos ni rama ni raíz.
Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia, que lleva la salud en las alas.
Palabra de Dios.
Sal 97, 5-6. 7-9a. 9bc
R. El Señor llega para regir la tierra con rectitud.
2ª LECTURA
Lectura de la 2ª carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3,7-12
Hermanos:
Ya sabéis cómo tenéis que imitar mi ejemplo: no viví entre vosotros sin trabajar, nadie me dio de balde el pan que comí, sino que trabajé y me cansé día y noche, a fin de no ser carga para nadie.
No es que no tuviera derecho para hacerlo, pero quise daros un ejemplo que imitar.
Cuando viví con vosotros os lo dije: el que no trabaja, que no coma. Porque me he enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada.
Pues a ésos les digo y les recomiendo, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.
Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El apóstol Pablo escribe a los cristianos de Tesalónica para animarlos a trabajar y no estar ociosos pensando que se aproximaba el fin de los tiempos. El «día del Señor» llegará, y es importante que nos encuentre «en paz con Él».
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 21,5-19
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
– Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.
Ellos le preguntaron:
– Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?
Él contestó:
– Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: «Yo soy» o bien «el momento está cerca»; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida.
Luego les dijo:
– Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
Palabra del Señor.
COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO
Jesús, el Señor, nos habla de destrucción (del templo y del mundo), pero para edificar nuevamente, habla de morir para nacer a una nueva vida que ya no morirá.
Lecturas del domingo 33 del Tiempo ordinario – Ciclo C
1ª LECTURA
Libro de los Proverbios 31,10-13.19-20.29-31
Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?; vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella y no le faltan riquezas.
Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos.
Extiende la mano hacia el huso y sostiene con la palma la rueca. Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre.
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA
El texto del libro de los Proverbios nos ofrece un canto delicado a la mujer que es esposa trabajadora, buena administradora, generosa y activa, firme, bondadosa y que ama a Dios. Es la imagen de la mujer ideal para que la familia sea un lugar de «encuentro y de amor». En la familia en la que sus miembros son personas laboriosas, justas, caritativas y que aman a Dios, hay un tesoro y allí está el Señor. |
Sal 127,1-2.3.4-5
- Dichosos los que temen al Señor.
- ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R: - Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R: - Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida. R:
2ª LECTURA
Lectura de la 1ª carta de S. Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6
Hermanos:
En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis que os escriba.
Sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y vivamos sobriamente. Principio del formulario
Palabra de Dios
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COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El apóstol Pablo les dice a los cristianos de Tesalónica que no deben estar preocupados por el momento de la venida del Señor, sino por la preparación adecuada para cuando esa venida tenga lugar. Les advierte que estamos llamados al Reino de Dios y no podemos vivir «dormidos», sino estar «despiertos» para entrar cuando las puertas se abran para nosotros.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según S. Mateo 25,14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
– Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
– Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.
Su señor le dijo:
– Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
– Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.
Su señor le dijo:
– Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor: como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento, y dijo:
– Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.
El señor le respondió:
– Eres un empleado negligente y holgazán, ¿con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas: allí será el llanto y el rechinar de dientes.
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REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO
Jesús con la parábola de los talentos nos está invitando a una vigilancia activa, a no dejarse adormilar por la pereza, por la rutina o por la comodidad.
Cuando tenga lugar la vuelta de nuestro Señor Jesucristo, cuando venga el llamado «día del Señor» quienes hayan trabajado activamente los dones recibidos, quienes hayan sido diligentes con los regalos de Dios, entrarán a compartir la alegría del Reino, pero quienes hayan sido negligentes y perezosos, quedarán excluidos de la fiesta.