Solemne Misa por el 34° aniversario sacerdotal del Cardenal Cipriani

Solemne Misa por el 34° aniversario sacerdotal del Cardenal Cipriani
Solemne Misa por el 34° aniversario sacerdotal del Cardenal Cipriani
El Cardenal Juan Luis Cipriani presidió la Santa Misa de Acción de Gracias por su 34° aniversario sacerdotal, el domingo 21 de agosto, en la Basílica Catedral de Lima

“Celebro hoy la Eucaristía uniéndome a todos y dándole gracia a Dios por estos 34 años en los que ha querido bendecirme, acompañarme y ayudarme. Y le pido perdón por las tantas ocasiones en las que no he sabido ser ese ministro fiel. Señor, ayúdenme a ser el Buen Pastor que sabe conducir, en los momentos más difíciles, a sus fieles hacia la verdad, el bien y la alegría”, comentó durante su homilía.

En tal sentido, agradeció a las personas que le acompañaron en la oración, consejo y amistad durante los 34 años de sacerdote, que le han ayudado tanto a procurar ser instrumento fiel de la Iglesia católica.

Por ello pidió a todos los fieles que recen por la fidelidad de sus obispos y sacerdotes.

“Recen para que seamos fieles a esa doctrina de Cristo; que sepamos ser sal, luz, sembradores de paz y alegría y firmes en la fe. Cristo enseñanza a los pobres, visitas a los enfermos, perdona a los pecadores y le pide a su Iglesia hoy ser testimonio de la verdad”, mencionó.

Como se recuerda el Cardenal Cipriani estudió en el Seminario Internacional de la Prelatura del Opus Dei, recibiendo la Ordenación sacerdotal el 21 de agosto de 1977.

En otro momento, el Arzobispo de Lima animó a todos los fieles a iluminar el mundo con las buenas obras de cada día, con nuestras palabras y actitudes.

“Cristo nos invita a participar de su misma vida divina, no es una información, es relación que se establece entre Cristo y tu, porque la fe necesita de tu respuesta”, reflexionó.

El Cardenal Cipriani también explicó sobre la importancia de vivir la comunión en la Iglesia Católica.

“Seguir a Jesús es caminar en comunión con la Iglesia, quien sede a la tentación de seguir por su cuenta, quien quiere seguir la fe según su mentalidad corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesús. Por eso la Iglesia de una manera sencilla nos ofrece el catecismo de la Iglesia Católica, el magisterio, las enseñanzas de la Iglesia, no es un parlamento, la Iglesia no se ha hecho por mayoría de votos, es iniciativa del amor de Dios que nos envía a su hijo Jesucristo”.

Por ello recomendó “la participación en la Eucaristía cada domingo, la recepción frecuente del sacramento de la Confesión. El cultivo de la Oración y meditación de la Palabra de Dios es fundamental, porque de ahí nace la amistad con Cristo y el impulso para ser fieles a la Iglesia, de ahí surge ese testimonio de la fe inclusive cuando se palpa el rechazo y la indiferencia”, prosiguió.

Finalmente, animó a los fieles a buscar la verdad.

“También podemos encontrarnos a quien no acepta las enseñanzas de la Iglesia porque no conoce a Cristo. En este mundo se habla mucho de paz pero impera la violencia, la primera violencia es la mentira; se habla mucho de amor, el primer amor es cumplir la palabra dada en el matrimonio, en la juventud, en la entrega a Dios”, señaló.

“Por eso la Iglesia siempre estará a la cabeza de esa tarea maravillosa de la enseñanza de la verdad, que se imparte en las universidades, colegios y en la sociedad; y les pedirá a los católicos sean pioneros de ese amor a la verdad, de esa racionalidad que viene de quien es la sabiduría perfecta, el amor perfecto. Cristo no traiciona”, culminó.

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