“Seamos siempre firmes en defender la verdad”

«Hay un enorme déficit de verdad y ha entrado en crisis por la situación electoral. No hablo de política, hablo de un valor esencial para la vida social que es el mayor respeto a la verdad y por lo tanto a la persona y a sus acciones”, manifestó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el programa Diálogo de Fe del sábado 21 de mayo.

El Arzobispo de Lima mencionó que no deberían pasarse por alto las contradicciones de algunas personas que hablan de la defensa de los derechos humanos pero que no respetan el derecho a la vida desde el momento de su concepción, derecho fundamental que no debería estar nunca en juego.

“Esto no es una pelea coyuntural. La vida no es un problema del mes de mayo ni de esta elección. La vida es un derecho fundamental para que la civilización pueda trabajar en paz y para que pueda seguir adelante con el mínimo de verdad”, señaló.

Comentó que cuando uno se fija una posición con respecto a un tema, como los derechos humanos, hay quienes empiezan a especular, criticar y maltratar, con una mala intención que solo busca denigrar tu conducta; pero quienes tienen de su lado la verdad nunca se doblegan.

“Los Derechos Humanos son un cuerpo orgánico, un conjunto: el derecho a la vida, a la libertad de opinión, a la religión, a la educación, a la seguridad pública, al estudio; son muchos derechos. En ese instante que te fijas una posición te cae un ataque que pretende asustarte, pero los que no tenemos miedo no nos replegamos”, mencionó.

“Cuando hay esa falta de respeto a la verdad, a Dios y se critica y se usa a Dios a gusto del consumidor; en ese momento la ley de la selva empieza a aparecer. Entonces aparece el cómo lo destrozo, cómo lo ataco, cómo lo calumnio. Y te calumnia la gente menos esperada, teóricamente amigos, porque les es muy incómodo que en la vida nuestra haya unas normas que vienen de nuestra propia naturaleza”, añadió.

El Cardenal Cipriani destacó la importancia de afirmar la credibilidad en todo momento, siguiendo a Cristo, su Palabra y su enseñanza, y no dejar que en nombre de acomodos al dinero o al poder dejemos de lado nuestra trayectoria y nuestra historia.

“Yo, en nombre de la verdad, sí reclamo un mayor respeto por la Iglesia, que es el cuerpo místico de Cristo. No es una cuestión de discutir o no discutir, sino que hay un Catecismo en el cual están las enseñanzas de Jesucristo; así como tenemos el Magisterio. Ese cuerpo no lo podemos convertir simplemente en discusiones banales y superficiales. Yo no puedo aceptarlo”, reflexionó.

En otro momento, agradeció a todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Lima que, a través de un comunicado, mostraron su solidaridad con el Cardenal por los ataques sufrido hacia su persona; y los animó a tener un testimonio y procurar dar el ejemplo y decir lo que piensan.

“Agradezco muchísimo al clero de Lima y a los obispos auxiliares, que con tanto cariño y afecto me han expresado su cercanía y lealtad, a los franciscanos también les agradezco. Desde aquí les quiero enseñar a rezar y seguir de cerca a su obispo. Procuren siempre estar cerca de ese sacerdote que el obispo ha delegado para atenderlos, denle respeto porque representan al mismo Cristo, porque Dios quiere actuar a través de ellos; y cuando se equivocan búsquenlos pero no inventen una Iglesia en la que cualquier persona, con o sin prestigio, desde un balcón dice: Yo no creo nada. Pero si no crees nada, no tienes vela en este entierro. Hay que recuperar el derecho que tiene toda persona a una dignidad y a una honra”, retribuyó.

Finalmente, mencionó que nunca dirá por quién votará en las próximas elecciones presidenciales, pero que tiene todo el derecho como Pastor de orientar al pueblo católico a votar por quien respete la verdad ante todo. Exhortó también a los peruanos a detener esa tendencia de desacreditarse unos a otros, sino buscar la armonía entre todos.

“Nunca voy a decir por quién voy a votar, pero puedo dar pautas: que se respete la verdad, que haya más paz, que no haya violencia, que se respeten las normas más o menos establecidas, que no se mienta, que no se ofenda, que son principios de conducta civilizada”, expresó.

“Hermanos, busquemos la paz, la rectitud interior, seamos firmes en defender la verdad. Hagamos de este país un país grande, sereno y en paz”, concluyó.

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