2 de Julio – Que no me falte la fe – Tiempo ordinario

2 de Julio – Que no me falte la fe – Tiempo ordinario

Si llega la noche oscura, Señor,
que la venza con la luz de la fe.

Si me alcanza el pesimismo y la angustia
que los supere con la alegría de la fe.

Si me siento acorralado por las dificultades
que sepa descubrir el trampolín de la fe.

SI me acechan dudas e incertidumbres
que se abra ante mí una hoja con palabras de fe.

¡Que no me falte, Jesús, la fe!

Para responderte con generosidad
si, de mí, reclamas atención o compromiso.

Para decirte que, sólo Tú eres el Señor,
si ante mí se alzan otros dioses extraños.

Para seguirte, y no perderte,
si logro tocar el manto de tu Eucaristía,

si alcanzo gustar el manto de la oración,
si agarro, con fuerza, el manto de tu Espíritu.

¡Que no me falte, oh Señor, la fe!

Que me posibilita mirar más allá de mi mismo,
de mis aflicciones y de mis egoísmos,
de mi bienestar y de mis intereses,
de mi comodidad o de mi pequeño mundo,
de mis proyectos y de mis debilidades.

¡Que no me falte, Señor, la fe!

Y pueda verte, cuando estoy limpio,
y sanarme cuando me encuentro por dentro sucio.

Y pueda sentirte, cuando estoy lleno de tanto,
y cercano, cuando el mundo me deja vacío.

Y pueda alabarte, cuando la vida me sonríe,
y no olvidarte, cuando la suerte me abandona.

Y te busque, cuando tantas cosas me seducen,
y te encuentre, cuando todo es nada y hojalata.

Amén.

P. Javier Leoz

Evangelio del día 2 de julio con el Padre Guillermo Serra

https://www.youtube.com/watch?v=-GCu8c2KeoI&list=PLecGob6YkTPvXoFTUnmxVu3jDv2Nis9LH&index=1

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Evangelio según San Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió.

Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?»

Jesús los oyó y les dijo: «No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. 

Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».


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ORACIÓN A LA VIRGEN del CARMEN

ÁNGELUS con el Papa Francisco