Guión Domingo XXV Tiempo ordinario

Guión Domingo XXV Tiempo ordinario – Ciclo B

LOS DISCÍPULOS DE JESÚS DEBEN SER SERVIDORES

Jesús, sabiendo que sus discípulos habían estado discutiendo sobre quién era el más importante les dijo estas palabras: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».

Para Jesús, entre sus seguidores, el que quiera sobresalir y ser más que los demás, se ha de poner el último, detrás de todos; así podrá ver qué es lo que necesitan y podrá ser servidor de todos.

La verdadera grandeza de la persona consiste en servir. El primero no es el que ocupa un cargo de importancia, sino quien vive sirviendo y ayudando a los demás.

Los primeros en la Iglesia no son los jerarcas, sino esas personas sencillas que viven ayudando a quienes encuentran en su camino.

Para Jesús, su Iglesia debería ser un espacio donde todos pensaran no en sí mismo sino en los demás, una comunidad donde deberíamos estar atentos a quien nos pueda necesitar.

Jesús se identifica con los débiles, por eso lo central de la Iglesia tiene que ser ocuparse de las personas débiles y desvalidas, las necesitadas de apoyo, defensa y acogida.

La enseñanza de Jesús es clara: el camino para acoger a Dios es acoger a su Hijo Jesús presente en los pequeños, los indefensos, los pobres y los desvalidos.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida.

Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»

Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

El libro de la Sabiduría nos presenta la eterna lucha entre el bien y el mal. Una concepción hedonista de la vida busca solamente el placer y manifiesta la repulsa a quien no comparte esa actitud y conducta.

Por eso nos ofrece la descripción del justo que sufre persecución por su fe.

El hombre justo, moderado, se hace insufrible en una sociedad hedonista e increyente.

Por eso se le ataca poniendo a prueba su fidelidad y ejemplaridad. Pero, en definitiva, el hombre justo sale victorioso de la prueba porque Dios está con él.

SALMO
Salmo responsorial: 53

R: El Señor sostiene mi vida.

Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder.
Oh Dios, escucha mi súplica, atiende mis palabras. R.

Porque unos insolentes se alzan contra mí,
y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios. R.

-Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida.
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
dando gracias a tu nombre, que es bueno. R.

2ª LECTURA
Lectura del apóstol Santiago 3, 16-4, 3

Queridos hermanos: Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante y sincera.

Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros?

Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís.

Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.

Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Santiago afirma que es necesario dejarse guiar por el Espíritu de Dios, el Espíritu «que viene de lo alto», para poder realizar obras justas y de misericordia.

El egoísmo personal es la causa de las violencias, de las luchas, de las envidias, de todos los males, sin embargo el espíritu de servicio y la moderación siembran la paz y la armonía.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.

Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.»

Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?»

Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»

Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.»

Palabra de Dios

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO

El Señor Jesús adelanta a sus discípulos por segunda vez la noticia de su muerte en la cruz y de su resurrección.

Mientras les habla de servicio a los demás hasta el sacrificio, ellos están enzarzados en una discusión sobre quién ocupará el primer puesto en el Reino.

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

TENEMOS QUE APRENDER A VIVIR AL ESTILO DE JESÚS

Después de dos mil años, las palabras de Jesús tienen una intensa actualidad porque hoy, como entonces, seguimos discutiendo quién es el primero, el más importante, el que tiene más autoridad, más prestigio, más dinero…

Y esas discusiones ponen en marcha las pasiones más hondas del corazón humano y surgen así las envidias, las rencillas, las discusiones, los enfrentamientos, la violencia e incluso la guerra.

Jesús va en otra dirección y se esfuerza en que sus seguidores aprendan que su enseñanza va por otro camino: El que quiera ser el primero, que sea el servidor de todos, el último de todos.

Y esa actitud de ser el servidor de todos hay que tenerla en todas partes: en casa, en el trabajo, con los vecinos, con los amigos, en el barrio…

Para Jesús, entre los que quieran seguirle, “el que quiera ser el más importante que sea el último de todos y el servidor de todos”, porque para Él lo único importante en el Reino de Dios es el Amor, y la medida del amor es el servicio y la acogida que supone valorar, respetar, escuchar, ofrecer, colaborar y apoyar al otro y darlo todo sin esperar recompensa, gratis, con total generosidad.


Guión Domingo XXV Tiempo ordinario – Ciclo A

NO DESVIRTUAR LA BONDAD DE DIOS

Jesús a lo largo de su vida pública insistió una y otra vez en comunicar su experiencia de Dios como “un misterio de bondad insondable” que rompe todos nuestros esquemas.

Jesús, para contagiarnos su experiencia de ese Dios Bueno, compara la actuación de Dios con el ser humano con la conducta sorprendente del señor de una viña, Dios, que sale a contratar jornaleros para su viña hasta cinco veces durante un día.

Al final de la jornada a todos les paga lo mismo, aunque todos no han trabajado las mismas horas. Con esta parábola Jesús nos está diciendo que Dios no actúa con los criterios de justicia e igualdad que nosotros manejamos, que Dios, más que estar midiendo los méritos de las personas como lo haríamos nosotros, busca siempre responder desde su Bondad insondable a nuestra necesidad radical de salvación.

Dios no se dedica a anotar cuidadosamente los pecados y los méritos de las personas para retribuir un día exactamente a cada uno según su merecido. Creer en un Dios, Amigo incondicional, puede ser la experiencia más liberadora que se pueda uno imaginar.

Dios no actúa con nuestros esquemas estrechos y mezquinos. Ante el Dios Bueno revelado en Jesús, lo único que cabe es la confianza total en Él.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA

Lectura del libro del profeta Isaías 55,6-9

Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y Él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón.

Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos
-oráculo del Señor-. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes.

Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

El Señor nos invita -por medio del profeta Isaías- a buscarle a Él, a abandonar el camino del mal.

El Señor nos hace una llamada a la conversión, sabiendo que tendrá piedad del que regresa a Él y conduce su vida por sus caminos, porque nuestros caminos no son siempre los de Dios.

Sal 144, 2-3. 8-9. 17-18

R. Cerca está el Señor de los que lo invocan.

• Día tras día te bendeciré, Dios mío,
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R:

• El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R:

• El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R:

2ª LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1,20c-24. 27a

Hermanos:

Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero no sé qué escoger.

Me encuentro en esta alternativa: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros.

Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.

Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Pablo, desde la cárcel en la que se encuentra por fidelidad al Evangelio, nos muestra el dilema en el que se encuentra; no sabe qué elegir si el bien de su muerte para unirse a Cristo para siempre, o el bien de la comunidad al permanecer ejerciendo su misión apostólica en ella, lo que dejaría triste a la comunidad de Filipo.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 20,1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
El Reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.

Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.

Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo:
Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido.

Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?

Le respondieron:
Nadie nos ha contratado.

Él les dijo:
Id también vosotros a mi viña.

Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.

Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno.

Entonces se pusieron a protestar contra el amo:
Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.

Él replicó a uno de ellos:
Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti.

¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?

Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos. Palabra de Dios

COMENTARIO AL EVANGELIO

Con esta parábola Jesús quiere decirnos que la recompensa de Dios es un «don», un «regalo» y no fruto de nuestros esfuerzos personales.

Por tanto, es un regalo igual para todos, ya que es inmerecido por todos. La fe, igual que el amor, no se compra ni con dinero ni con esfuerzo personal.

Es un regalo de Dios. Por eso tenemos que estar contentos porque Dios nos haya regalado la fe cristiana desde niños.

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

LA LÓGICA DE DIOS

El tema del evangelio de este domingo es el modo de ser de Dios, cuya “justicia” no es como la nuestra; no la niega, sino que la supera.

El señor de la viña, Dios, al pagar el jornal completo a todos crea igualdad. Alegar ser los primeros en el trabajo y en el mérito para reivindicar derechos y crear desigualdades incluso con otros trabajadores es clara manifestación de que están en la cola del acceso al Reino.

Además de justo, Dios es profundamente bueno y generoso. Los planes de Dios sobre el ser humano no son como nuestros planes, sus caminos no son como nuestros caminos.

Dios no se rige por la justicia del derecho sino por la gracia. Su salvación es gratuita porque “Dios es amor”


Guión Domingo XXV Tiempo ordinario – Ciclo C

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA

Profeta Amós 8, 4-7

Escuchad esto los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo: ¿cuándo pasará la luna nueva para vender el trigo, y el sábado para ofrecer el grano? Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Jura el Señor, por la Gloria de Jacob, que no olvidará jamás vuestras acciones. Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

El mensaje de la palabra de Dios sirve tanto para las personas de hace 2.800 años, como para las actuales, porque somos iguales a pesar del paso de los siglos. Este es un mensaje transmitido por un hombre poco culto: por un pastor de ovejas y cultivador de higos, pero que es profeta de Dios. Y no habla «para los demás» sino para cada uno de nosotros, porque la injusticia y el apego al dinero se da, en mayor o menor grado, en todos: en el que vende y en el que compra, en quien paga un sueldo y en quien lo cobra, en quien hace un trabajo y en quien lo encarga, en el que tiene dinero y lucha para tener más y en quien no lo tiene y lucha para conseguirlo.

SALMO Salmo 112, 1-8
R. Alabad al Señor, que ensalza al pobre.

2ª LECTURA 1 Timoteo 2, 1-8

Querido hermano: Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los que están en el mundo, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y uno sólo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol -digo la verdad, no miento-, maestro de los paganos en fe y verdad. Encargo a los hombres que recen en cualquier lugar alzando las manos limpias de ira y divisiones.

Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Pablo nos exhorta a orar por todos, como lo hacía Jesús, el Señor: para pedir ayuda y fuerza en momentos malos, para templar el ánimo ante las dificultades, para dar gracias y esto debemos hacerlo siempre en un diálogo amistoso y confiado con Dios-Padre.

EVANGELIO

Evangelio Lucas 16, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: – ¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido. El administrador se puso a echar sus cálculos: – ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero: – ¿Cuánto debes a mi amo? Éste respondió: – Cien barriles de aceite. Él le dijo: – Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe «cincuenta». Luego dijo a otro: – Y tú, ¿cuánto debes? Él contestó: – Cien fanegas de trigo. Le dijo: – Aquí está tu recibo: escribe «ochenta». Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, lo vuestro ¿quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.

Palabra de Dios