La voluntad de Dios nunca te llevará
La Voluntad de Dios nunca te llevará:
donde la gracia de Dios no te pueda sostener,
donde los brazos de Dios no te puedan cargar,
donde las riquezas de Dios no puedan
satisfacer tus necesidades,
donde el poder de Dios no pueda proveerte.