Cardenal Cipriani: “Definamos nuestra vida como una misión, un apostolado”

“Cuando se habla de que queremos mejorar nuestro país, mejoremos nuestros corazones, mejoremos nuestros hogares, acerquémonos más a Jesús; de esa manera esa fuerza interior que brota de Cristo será la gran luz que ilumina esta tarea, este apostolado”, exhortó el Cardenal Juan Luis Cipriani en la Santa Misa que presidió por la Solemnidad de Santa Rosa de Lima en la Basílica Catedral de Lima.

Durante su homilía, el Cardenal Cipriani expresó que Santa Rosa de Lima, patrona de la Policía Nacional del Perú y de los Enfermeros, es la protectora e intercesora de ambas instituciones, por tal motivo los exhortó a conocer su vida para imitarla.

“Miembros de la Policía y miembros de las Enfermerías de todo el país, Jesús quiere hoy volver a volver a brillar; parecería que el eclipse va siendo muy largo, pero ahí está el sol, déjalo que ilumine tu vida, pídele al Señor que controle esos egoísmos, esos ratos de soberbia y de orgullo que todos tenemos (…) Ayúdanos a vivir ese ejemplo de serenidad, de paz, de alegría, que solo tú puedes brindar al mundo”, reflexionó.

El Arzobispo de Lima destacó la misión de servicio de la Policía Nacional del Perú y les agradeció en nombre de toda la población por su trabajo en todos los rincones del país cuidando la seguridad y protegiendo a la sociedad, teniendo siempre presente a Santa Rosa de Lima

“El policía lleva un apostolado de paz, de bienestar, de justicia, de respeto a la ley y también exige de la sociedad el reconocimiento, el respeto y la mejora material que les permita trabajar en condiciones más eficientes, no solo por el equipamiento sino también por esa retribución que con tanto sacrificio el país debe procurar a esos apóstoles, esa es la misión que tienen ustedes”, señaló.

“La población les agradece esa tarea inmensa a lo largo y ancho del país y al mismo tiempo la sociedad les exige esa fuerza interior de los valores éticos y morales para no dejarse doblegar por ese mundo que permanentemente acecha queriendo dejar a Dios de lado”, mencionó.

Del mismo modo, reconoció la labor de los enfermeros y enfermeras y los animó a llevar siempre el mensaje de Dios a los enfermos, manteniendo la calidad profesional de un buen servicio.

“Ustedes, queridos enfermeros y enfermeras, ángeles custodios que llevan la paz, el consuelo y la serenidad a los enfermos, no dejen de ejercitar la paciencia, el buen humor, la alegría”, manifestó.

Santa Rosa de Lima, ejemplo de apostolado de amor

En otro momento, el Cardenal Cipriani mencionó la importancia de definir nuestra vida como una misión, como lo hizo Santa Rosa de Lima a favor del servicio a Dios y al prójimo.

“La humildad de Santa Rosa explica todo; aquella semilla de bondad de una criatura humilde ha dado unos frutos inmensos en todo el mundo. En todas las latitudes esa primera santa de América es una luz que ilumina y que entusiasma porque se puso en manos de Dios y su fe la llevó a manifestar un amor al prójimo impresionante”, recordó.

“Por eso, en esta fiesta de Santa Rosa se nos recuerda el coraje de la fe, la humildad de la oración, la intimidad de Jesús en la eucaristía, la frecuencia de ese sacramento que cura y sana: la reconciliación, y en el centro de todo ello el amor a la familia”, continuó.

Finalmente, envió un saludo especial a las familias de todos los policías y a quienes tienen la responsabilidad de dirigir las instituciones en el país. Pidió al Señor que los ayude para hacer nuestro país una patria grande.

Concelebraron con el Cardenal Cipriani, Monseñor Francesco Coccopalmerio, Presidente del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos; Monseñor Salvador Piñeiro, Arzobispo Electo de Ayacucho y Administrador Apostólico Castrense; el Padre César Medina, prior del Convento de Santo Domingo, así como sacerdotes de la arquidiócesis.

En la Santa Misa estuvieron presentes el presidente del Congreso, Daniel Abugattás; el ministro del Interior, Oscar Valdés; el presidente del Poder Judicial, Dr. César San Martín; el director de la Policía, Gral. Oscar Becerra, así como ministros, congresistas y otras autoridades civiles y militares.

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