Dinámica de grupo El cuadro de la Última Cena

Dinámica de grupo El cuadro de la Última Cena 

Objetivo: Reflexionar sobre el arrepentimiento, el perdón, y la importancia de jamás desconfiar de Dios.

Propósito:

· Reflexionar como ante situaciones similares, dos personas pueden obtener diferentes resultados según sea su actitud.
· Demostrar cómo Dios siempre nos escucha y nos perdona, si nosotros le hablamos y le pedimos perdón.
· Reflexionar sobre la importancia de confesarse.

Duración:

De una hora y quince minutos, hasta una hora y media.

Estructura de la Sesión:

INTRODUCCION

1. Oración inicial del grupo.

2. Presente el tema: Mencione que vamos a hablar sobre la importancia de tener fe en Dios, de no abandonarlo, y en caso de fallarle, arrepentirse.

3. Pregunte: ¿Conocen el cuadro de la Ultima Cena? (algunos dirán que sí); ¿Me lo pueden describir? (algunos podrán mencionar ciertos detalles: todos están en la mesa; Jesús al centro; Judas tiró la sal; etc.); ¿Saben quién pintó ese cuadro? (Algunos mencionarán que fue Leonardo Da Vinci).

CONTENIDO

4. Mencione que va contar una historia verídica: La Ultima Cena fue pintada por Leonardo Da Vinci. El tiempo que le llevó terminar de pintar el cuadro fue de siete años y las figuras que le sirvieron como modelo para representar a los doce apóstoles y al mismo Cristo fueron personas, escogiéndose primeramente a la figura que seria Judas Iscariote. Recordarán que este fue el apóstol que traicionó a su Maestro, por treinta pesos de plata.

PREGUNTE: ¿Cómo se imaginan a Judas, su rostro, su apariencia, su forma de ser? Escuche sus respuestas.
Semana tras semana Da Vinci buscó un rostro marcado por las huellas de la deshonestidad, avaricia, hipocresía, y crimen. Una cara que reflejara el carácter de alguien, quien traicionaría a su mejor amigo. Después de pasar de por muchas experiencias desalentadoras, en su búsqueda por el tipo de persona requerida para presentar a Judas, le llegó información de un hombre cuya apariencia satisfacía completamente todas las características. Se le había encontrado en Roma, sentenciado a morir por una vida de vileza y crimen.

Da Vinci emprendió el viaje sin demora a Roma y se llevo a este hombre de la prisión a plena luz de sol.
Era un joven de piel obscura, sucio y su pelo lucía largo y descuidado, representaba perfectamente el papel de Judas para su pintura.
Mediante un permiso especial del Rey, se traslado al prisionero a Milán, donde se pintaría el cuadro, durante meses este hombre posó para Da Vinci y continuamente se esforzaba por plasmar en su pintura a este modelo. Al terminar volvió la mirada a los guardias, y dijo «He terminado, se pueden llevar al prisionero», al llevárselo los guardias, el prisionero se soltó repentinamente y corrió hacia Da Vinci y llorando amargamente le dijo: Por favor dame una oportunidad, verdaderamente me sentí Judas Iscariote, por la vida que he llevado, no me pagues nada, solamente déjame en libertad.
A Leonardo le sorprendió la cara de arrepentimiento de este hombre y lo dejo libre.

MENCIONE: Da Vinci era una personalidad famosa y con cierta influencia en la corte, por lo que probablemente le pidió ese favor al rey y éste se lo concedió.

Aproximadamente durante seis años, Da Vinci continuó laborando en su sublime obra de arte, uno a uno se seleccionaron los personajes cuyas características se asemejaran a las de los doce apóstoles, dejando de lado a la figura que representaría a Jesús, el cual sería el personaje más importante de su pintura.

PREGUNTE: Si ustedes fueran pintores, ¿cómo se imaginarían que fuera el modelo para ser Jesús, que características, rostro, personalidad, etc?

Se examinaron detalladamente a ciertos jóvenes que podían representar a Jesús, esforzándose por encontrar un rostro cuya personalidad reflejara inocencia y pureza, que estuviera libre de las huellas del pecado, un rostro que emanara belleza, finalmente después de semanas de intensa búsqueda se seleccionó a un hombre de 33 años de edad; él representaría a Cristo.

Durante seis meses Leonardo trabajó en el personaje principal de su obra. Al terminar se acercó al joven para pagarle por sus servicios, este no aceptándole el dinero y con una sonrisa le dijo ¿Qué no me reconoces?, Da Vinci le dijo “en mi vida te he visto, acepta este dinero”.
¿Cómo podría cobrarte? – le dijo el hombre -, si hace seis años, me diste una oportunidad y yo la aproveché para entregársela a Cristo.
Ese hombre que sirvió de modelo para Jesús, fue el mismo que 6 años antes había servido de modelo para Judas Iscariote.

Sólo quien se entrega al amor de Cristo, puede transformar su vida por completo.

PREGUNTE: ¿Qué les pareció la historia? Fomente la participación y escuche sus respuestas.

5. Análisis del tema: Indique que ahora vamos a comparar al verdadero Judas y al modelo del cuadro, y vamos a distinguir semejanzas y diferencias.
PREGUNTE: ¿Quién eligió a Judas para que fuera su discípulo? (Deberán responder Jesucristo).

JUDAS: Efectivamente, Judas es elegido por Cristo, quien lo llama para ser su discípulo y seguirlo.

MODELO: Es elegido por Cristo para seguirlo, porque todos estamos llamados por El para ser santos. (Mencione: todos, tú y yo, estamos llamados a ser santos y seguir a Jesús).

JUDAS: ¿A quién traiciona Judas? (escuche sus respuestas). Judas envilece su vida, traiciona a Jesús, “más le valiera no haber nacido”.

MODELO: ¿Cómo se portaba la persona que sirvió de modelo, era bueno o era un criminal? (deberán responder: era un criminal condenado a muerte por sus fechorías). Entonces podemos decir que ésta persona envilece su vida, traiciona los mandatos que Dios nos ha otorgado. Vida de vileza y crimen.

JUDAS: ¿Se dio cuenta Judas de que había hecho algo malo? (deberán responder: sí, porque devuelve las monedas que le habían pagado; sí, porque el dice que ha entregado a un inocente). Comprende que ha hecho algo muy malo. Se da cuenta que ha entregado a un inocente.

MODELO: ¿El modelo se da cuenta de que ha llevado una mala vida? (deberán responder: sí, una vez que pasa meses como “Judas” se da cuenta de que ha llevado una mala vida). Se da cuenta que ha sido un “Judas”, pues ha sido muy malo.

JUDAS: . ¿Judas le pide perdón a Dios? (deberán responder: NO, no le pide perdón; No, no se acerca a Jesús para pedir perdón; No, porque no hace nada por que los cargos contra Jesús sean retirados). Entonces, Judas Desconfía de la misericordia de Dios. Siente que Dios es “incapaz” de perdonarle. Pierde toda confianza en Dios. Piensa algo como “No tengo perdón de Dios. El NO PUEDE perdonarme. No merezco vivir, es preferible suicidarme”.

MODELO: ¿El modelo pide perdón? (Deberán decir: Sí, pide perdón por sus faltas y pide que le den otra oportunidad) Llorando amargamente le dijo: Por favor dame una oportunidad, verdaderamente me sentí Judas Iscariote, por la vida que he llevado, no me pagues nada, solamente déjame en libertad.
A Leonardo le sorprendió la cara de arrepentimiento de este hombre.

MENCIONE: Hasta antes de este punto, Judas y el modelo iban igual, misma situación, mismos resultados. Pero en este punto se separan. PREGUNTE: ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro?
Pida al grupo que recapacite en esos 3 puntos: Llora porque le duele el mal que ha cometido; pide que le den otra oportunidad para cambiar; se siente arrepentido, ya no quiere seguir siendo malo.

JUDAS: ¿Cuál es el resultado con Judas, que es lo que hace Judas? Judas se suicida. Las propias palabras de Jesús de “Ay de aquel que me entrega, pues Más le valiera no haber nacido” nos pudieran indicar que Judas Iscariote está en el infierno por sus pecados y sobre todo, por su propia decisión de no confiar en el amor de Dios.

MODELO: ¿Cuál fue el resultado con el modelo, lo condenaron o lo dejaron libre? Fue dejado en libertad. Cambió radicalmente su vida y terminó siendo un “Jesús”, reflejando en su rostro la paz y el amor de un hombre que vive santamente cerca de Dios.

COMO VES, AMBOS (JUDAS Y EL MODELO) EMPIEZAN IGUAL, PERO SU FINAL ES MUY DIFERENTE. ¿EN QUE RADICA ESA DIFERENCIA?
Escuche sus respuestas.

6. La confesión: Todos nosotros cometemos pecados; a veces le fallamos a Dios. Pero Dios está esperando que te arrepientas y le pidas perdón para recibirte nuevamente. Dios nos ama. Por eso, debemos aprovechar ese sacramento que Dios nos ha dado para limpiarnos de nuestros pecados. Debemos confesarnos regularmente, ¿cómo? Primero que nada sintiendo dolor y arrepentimiento de las faltas cometidas. Segundo, mencionándole al sacerdote nuestros pecados, pedirle perdón a Dios por lo que hemos hecho. Tercero, no volver a caer en lo mismo, es decir, ofrecernos a luchar para quitar esos pecados de nuestras vidas. Cuarto, cumplir la penitencia que nos sea puesta.

CONCLUSION

7. Preguntas:
ü ¿Qué dijimos que fue lo que marcó la diferencia entre Judas y el modelo?
ü ¿Dios nos perdona si le pedimos perdón?
ü ¿Dios nos perdona si no le pedimos perdón? (No, porque El nos creó con libertad, y perdonarnos sin que nosotros queramos ser perdonados sería romper nuestra libertad; nosotros debemos sentirnos arrepentidos y pedir perdón).
ü ¿En donde le pedimos perdón a Dios? (En el confesionario, cuando confesamos nuestros pecados delante del sacerdote).
ü Mencione: Nadie te obliga a confesarte, es tu elección libre, así como eres tú, en libertad, el que decide ser otro Judas, o ser otro modelo arrepentido. No pierdas la oportunidad de estar en paz con Dios y de gozar todo su amor de Padre, haz el compromiso de confesarte regularmente y buscar ya no ofender a Dios.

8. Oración final: Puede solicitar a un miembro del equipo, voluntariamente, que haga la oración final. Normalmente algún participante, en temas de este tipo, se sentirá motivado emotivamente como para decir alguna bonita oración salida del corazón.