Dios te apuntala para no desmayar – Buena reflexión para no desfallecer

Dios te apuntala para no desmayar – Buena reflexión para no desfallecer

Es sencillo celebrar a Dios cuando las cosas marchan bien. Pero se hace cuesta arriba si las cosas no nos sonríen. En estos días no tuve demasiado ánimo para escribir.

Salimos con la familia a tomar unos campamentos en tres lugares y nos esforzamos para ser de bendición. En medio de estos compromisos, tuve una noticia desagradable.

La empresa donde trabajo tiene un problema financiero y económico y comenzó a despedir a sus empleados más nuevos. Fue un plan que organizamos con los dueños. El problema es que yo era uno de los empleados nuevos y el plan diseñado hizo que perdiera el trabajo.

Se me hizo muy difícil cumplir con los compromisos asumidos en medio de la tristeza que tenía, y mi suegra me pasó por mensajito este texto. Había escribo un devocional hace un año sobre este, y cuando lo leí de nuevo, me refresque la memoria.

Cuando los problemas golpean la puerta de tu vida, es fácil decepcionarse, deprimirse y bajonearse. Es fácil quejarse y enojarse con Dios por las cosas que permite. Pero todas estas situaciones de la vida, no pueden modificar la realidad que nos toca. En estos días es fácil desmayar y bajar los brazos. Es muy fácil sentirse derrotado y no levantarse.

Pero el salmista (y Amelia) me recordaron una verdad de Dios. Dios no cambia, Dios no se olvida, Dios no deja de amar. No importa lo duro que sea la realidad que estemos viviendo, lo incierto del futuro, lo complicado de la situación que estemos padeciendo, Dios sigue siendo Dios. Y no cambia. El tiempo no lo oxida, ni lo modifica. Dios es siempre igual. En las buenas y en las malas.

No es que Dios deja de amarnos porque las circunstancias son desagradables. Su amor no se modifica. Y saber esto y recordarlo puede levantar un alma que desmaya, tener memoria de quien es Dios puede sostener el ánimo del desanimado, porque su persona no cambia.

Es solo cuestión de refrescar la memoria. Es pensar en quien es Dios para no desconfiar de Él. Dios va a cumplir su promesa, va a bendecir a quienes son fieles a sus mandamientos, va a prosperar a quienes obedecen a su Palabra. Cuesta, claro que sí, pero Dios sostiene.

REFLEXIÓN – Dios te apuntala para no desmayar.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany