El bautismo de Jesús y nuestro bautismo

EL BAUTISMO DE JESÚS Y NUESTRO BAUTISMO

Como en Jesús, el día de nuestro bautismo descendió sobre nosotros el Espíritu Santo, nos envolvió con su presencia y desde ese momento pasamos a ser sus hijos amados.

Debemos ser conscientes de lo que supone para nosotros el Bautismo que hemos recibido para poder vivir y actuar como hijos de Dios. Necesitamos dedicar un tiempo a nuestra formación permanente como cristianos, necesitamos tiempo para la oración, para la reflexión, tiempo para la escucha de la Palabra de Dios, para el estudio que nos haga madurar en todos los aspectos de nuestra vida.

No hay en nuestra vida nada más urgente ni negocio más importante que el ser y vivir como hijos de Dios. Tenemos una misión que cumplir, un proyecto de vida. Nuestra condición de hijos de Dios nos pide vivir en sintonía con Él, vivir en su presencia, cuidar nuestra relación e identificación con Él, tenerle siempre como referencia.

Debemos manifestar el amor de Dios con nuestra forma de pensar y de actuar, con nuestro modo de vivir por el que Dios debe ser reconocido y amado a través de nuestras obras. ¡El Señor espera de nosotros que cumplamos nuestra MISIÓN!