El movimiento mundial de trabajadores cristianos (MMTC) y la tragedia de Haití

Un desastre que nos desafía

Mientras en varios países del mundo hombres y mujeres fueron y siguen siendo afectados por guerras, actos terroristas, accidentes graves y otras calamidades naturales, toda la humanidad sufre desde este 13 de enero de 2010 un nuevo trastorno con la tragedia que asola al pueblo haitiano: una tragedia que se ha cobrado miles de vidas humanas, dejado sin hogar a miles de personas, y dañado seriamente muchas infraestructuras en la zona afectada…

Debemos expresar rápidamente una solidaridad nacional e internacional para con las muchas víctimas. Dada la magnitud de esta catástrofe, muchas personas en todas partes del mundo se sienten especialmente afectadas por lo que está pasando.

Esta situación nos llama a actuar y como Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos no podemos quedar indiferentes, pues cada una de estas tragedias plantea el reto de la responsabilidad humana, del tipo de ayuda que se brindará, de los valores y prioridades que imperarán durante la reconstrucción.

En señal de solidaridad con las víctimas de este terremoto y de las demás tragedias que afectan al mundo, el MMTC quiere contribuir a la necesaria reflexión que debe acompañar la acción sobre el terreno y con las personas más afectadas.

Reconstruir en base a valores sólidos y duraderos

Creemos fundamental que las modalidades y objetivos de la reconstrucción partan de las necesidades y aspiraciones de la población afectada. Sería en nuestra opinión un error grave el querer imponerles programas de reconstrucción basados exclusivamente en los intereses de los países donantes. Proponemos la puesta en marcha de procesos que fomenten la democracia participativa y den así la oportunidad al ciudadano de expresar su opinión en las decisiones que le afectan de forma directa.

Es importante que las distintas etapas de la reconstrucción se enmarquen en una perspectiva de justicia social, economía solidaria y desarrollo sostenible. Más que nunca se trata de poner los recursos físicos, económicos y humanos al servicio del bienestar de cada habitante del planeta. Todos debemos tener acceso a la salud, educación, alimentación, agua potable, trabajo decente, garantizándonos una protección social adaptada a nuestra situación de vida. En todo ello es indispensable cuidar también que se respete el medio ambiente, tanto a corto como a largo plazo.

Los gobiernos deben invertir precisamente en estos valores y no en la compra de armamentos. De este modo podremos alcanzar mejor los Objetivos del milenio.

Movilización de miembros del MMTC

Con relación a la tragedia de Puerto Príncipe, en esta fase de emergencia, movimientos miembros del MMTC en los países del Norte se están movilizando, ya sea como movimientos o a través de las ONG de solidaridad de las que son miembros (por ej. CCFD, Solidaridad Mundial, Entraide et Fraternité, Cafod, Weltnotwerk, etc.). Asimismo, los miembros del MMTC en los países afectados por este terremoto están teniendo una implicación activa en las zonas afectadas, brindando su ayuda y valiosas competencias sobre el terreno. El MMTC se alegra de ver las muchas acciones de solidaridad emprendidas en numerosos lugares del mundo. Sin embargo, es primordial cuidar que toda esta ayuda se utilice adecuadamente para evitar penalizar una vez más a una población ya herida por esta catástrofe natural.

Es fundamental que cada Estado se comprometa a crear rápidamente sistemas de prevención de estos desastres naturales de modo a garantizar mejor la seguridad de la población.

Para financiar estos sistemas de prevención y las obras de desarrollo y reconstrucción, el MMTC propone la adopción de un sistema internacional de imposición de las transacciones financieras.

Por una perspectiva de desarrollo sostenible

Los habitantes de los países afectados aspiran a una rápida reanudación de la actividad turística que genera ingresos importantes para la economía local. Ha llegado el momento de pensar en el desarrollo de un turismo que respete a las personas que viven en las zonas correspondientes, un turismo de rostro humano que favorezca los encuentros interculturales, fuente de enriquecimiento humano, en el respeto de las respectivas tradiciones y culturas.

Creemos que las multinacionales, que con frecuencia se enriquecieron explotando a los habitantes de las regiones más desfavorecidas, deberían desempeñar en adelante un papel positivo ofreciendo salarios dignos y condiciones de trabajo decentes para todos los trabajadores y trabajadoras.

Para que Haití y otros países asolados por desastres de gran magnitud no se conviertan en eternos dependientes del exterior y puedan llegar a dar respuesta por si mismos a las necesidades de su población, exigimos la anulación de su deuda y llamamos al desarrollo de un sistema de comercio equitativo entre todos los países del mundo.

Por último, el MMTC llama a la vigilancia internacional para que esta iniciativa solidaria para con el pueblo de Haití no nos haga olvidar de la ayuda necesitada por otros países afectados por distintas catástrofes, y para que África, que “se ve afectada cada semana por tragedias equivalentes a un terremoto, provocadas por el hombre, y por tanto evitables (cf. Tony Blair) «, no quede una vez más abandonada a su propia suerte.

Bruselas, 13 de enero de 2010

Crespin LAWSON y ALDA FORTES

COPRESIDENTES del MMTC

Fuente: HOAC