Olbier atendió las explicaciones que se le iba dando, preguntó cómo se había podido reunir tantas cruces, de algunas quiso conocer su procedencia a lo que se le dio puntual información de todo porque entre otras cosas ‘nada hay que esconder’.
Tuvo interés en el día de la clausura «será el 7 de octubre, festividad litúrgica de la Virgen del Rosario. La fecha, como comprenderás no se ha escogido al azar sino que se ha hecho para dignificar la Fiesta y para hacer ver a todos que la Fiesta del Rosario es el 7 de octubre ni antes ni después. Ese día se tiene la intención de invitar al párroco para que descuelgue la primera cruz y de por concluida la exposición pero no será hasta el 11 de octubre, para hacer coincidir con el día en que salió por vez primera nuestro titular (11 de octubre de 1885) cuando se descuelguen las últimas cruces.
El sacerdote cubano no dudó -como queda reflejado en las instantáneas- en besar el ‘Cristo Roto’, donado para esta exposición por Antonio Díaz Tortajada, actual párroco de Santa María del Mar que lo rescató de un contenedor de basura. «Me ha impresionado su historia y cómo ha podido acabar tirado y despreciado en un contenedor de basura por lo que no he dudado, como sacerdote y como creyente, en darle un beso, beso de desagravio, beso de amor y beso de perdón por el desacato que con Él se hizo».
El sacerdote cubano mostró interés por conocer la plegaría que Antonio había escrito sobre ese Cristo Roto. la leyó y su cara cambió de semblante. Ahora se mostraba serio, grave y es que … para un sacerdote, para un cristiano, para cualquier católico que se precie es muy triste saber que alguien se ha encontrado en un basurero un cristo roto, mutilado, desahuciado y abandonado.
Por todo ello y a requerimiento del padre Olbier vamos a intercalar esa oración que ya circula por internet. Una oración que, estoy seguro, a nadie puede dejar indiferente y una oracionalón que hace pensar siempre que se lee con detenimiento y atención.
Esta es la Oración que ha compuesto para este ‘Cristo Roto de ‘Los Afligidos’ Antonio Díaz Tortajada:
A MI CRISTO DE LOS BRAZOS ROTOS
Por Antonio DÍAZ TORTAJADA
(Sacerdote-periodista)
Señor Jesús:
Cuando recojo entre mis manos
la imagen de un Cristo crucificado roto,
abandonado en un basurero
miro y contemplo este drama tuyo
que se repite día tras día en nuestra historia.
Escena de dolor y de deshonra
en que se ha cumplido algo más profundo.
Parece que precisamente allí donde se tocan
los brazos de tu Cruz están las grandes abscisas,
las grandes paralelas,
las grandes líneas constituyentes de los destinos humanos.
Hay una ley de justicia
que desde las profundidades de Dios se precipita sobre Ti,
Cristo víctima, Cristo roto, Cristo deshecho
hay una condena que desde los abismos del mal te obliga a morir.
Las dos leyes se cruzan
y en vez de neutralizarse entre sí
conspiran en precipitarse sobre Ti, Cristo de los brazos rotos
y en hacer de Ti un cordero inmolado por los pecados del mundo.
Y Tú, Cristo crucificado, tienes los brazos abiertos,
aunque rotos.
Siempre abiertos,
aunque rotos.
Pero rotos porque en la cruz
se encuentran no sólo la injusticia y el pecado,
sino también el amor.
Por nosotros y por nuestra salvación bajaste sobre esta tierra;
Tus brazos abiertos por amor por cada uno de nosotros
y nosotros los vejamos y los maltratamos,
nos burlamos de Ti y te crucificamos;
por eso estás así, mi Cristo roto y abandonado en un basurero.
Quiero dejarte así:
Con los brazos rotos
para que cuando te contemplen mis ojos
contemplen a tantos hermanos que están como Tú,
rotos, aplastados, oprimidos, mutilados…
Amén
EL TEXTO QUE INMORTALIZA LA VISITA DEL PADSRE OLBIER AL LOCAL DE ‘LOS AFLIGIDOS’
El sacerdote cubano adscrito a la parroquia Santa María del Mar Olbier Antonio Hernández Carbonell, como todos los que acuden a presenciar esta I Gran Muestra, firmó en el Libro de Firmas que quedará para la historia de la propia Hermandad.
El escrito del padre Olbier, que al final recibió como regalo un crucifijo elaborado en Rwanda como muestra la fotografía que acompaña este reportaje-, no tiene desperdicio y viene a demostrar por una parte, su inteligencia preclara y por otra, su claridad para que todo el mundo entienda lo que quiere decir, algo muy importante en toda persona que se dirige al publico y algo imprescindible en un sacerdote que busca transmitir con un lenguaje a la ‘medida de todos’ lo que dice el Evangelio de cada día. Y esto último Olbier lo sabe hacer muy bien.
El escrito en cuestión dice textualmente:
«La fe se hace expresión de vida en aquellos que la aceptan y la practican con valentía.
De la mano de José Angel Crespo nos acercamos a esta exposición cargada de sentimiento, piedad y amor.
Cruces donadas, prestadas y encontradas en múltiples lugares y circunstancias, desde un retablo o altar hasta en un basurero del barrio. Así son los misterios de Dios.
La Cruz sigue siendo escándalo y necedad, pero sobre todo, locura de amor para aquellos que la aceptan y la llevan con alegría».
Enhorabuena!. P. Olbier.