HACE 110 AÑOS QUE EL SIERVO DE DIOS RAMÓN GARCIA RIPOLL, MÁRTIR DE LA CONTIENDA CIVIL DEL 36, SIRVIÓ AL ROSARIO COMO VICARIO PARROQUIAL

Rvdo. Ramón García Ripoll
Rvdo. Ramón García Ripoll
(Desde El Cañamelar y El Rosario, José Ángel Crespo Flor). Siempre que llega el 9 de octubre la Hermandad del Cristo de los Afligidos tiene un recuerdo para el siervo de Dios, el Rvdo. D. Ramón García Ripoll, uno de los mártires de la Guerra civil española. Un 9 de octubre pero de 1936 fue detenido y llevado el 10 de octubre de 1936 a la torre de Espioca (Picassent) donde sufrió el martirio. Un martirio que, de momento, le vale para ser tenido como Siervo de Dios.

Ayer, 9 de octubre y Día de la Comunitat Valenciana, se tuvo muy presente a este Siervo de Dios en el Rosario que se rezó antes de la Misa vespertina. Rosario que hoy, domingo 10 y día en que fue martirizado, se volverá a rezar por este siervo de Dios que sirvió por espacio de tres años, como sacerdote, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario y se le volverá a recordar. Y es importante mantener vivo su recuerdo primero porque es de justicia, después porque por unos años sirvió, como sacerdote, a esta parroquia del Cañamelar y por ultimo porque a lo largo de su vida se ‘desgastó’ por ilusionar a sus feligreses con la Palabra de Dios

110 AÑOS DESPUÉS EL RECUERDO DEL SIERVO DE DIOS RAMÓN GARCÍA RIPOLL CONTINUA VIVO
Aunque han transcurrido diez meses del 2010 en el que todavía nos encontramos no hemos querido que pasase más tiempo sin recordar a alguien que se encuentra en proceso de Beatificación. Se trata de un sacerdote que, como tantos otros, sufrieron el martirio en la contienda civil del 36. Nos referimos al siervo de Dios Ramón García Ripoll del que, en alguna otra ocasión, ya nos hemos referido en este mismo blog. Hoy lo traemos porque en 2010 hace 110 años que sirvió como coadjutor en la parroquia del Rosario. Fue su primer destino tras ser ordenado sacerdote. Se puede decir pues que trabajó con la feligresía del Cañamelar -entonces Pueblo Nuevo del Mar- donde realizó un buen trabajo. Sólo estuvo tres años – hasta el 1903- pero en ese tiempo dejó impronta de su magisterio, lo que ahora, 110 años más tarde, es digno de tenerse en cuenta y hasta de destacarse para conocimiento general de las personas que, a diario o los fines de semana, acuden al Rosario.

DATOS DEL SIERVO DE DIOS RAMÓN GARCÍA RIPOLL
Nació en la calle de las Balsas – hoy pare Lluis Navarro – del entonces municipio independiente de Poble Nou de la Mar, el día 15 de enero de 1873, siendo bautizado en la parroquia Nuestra Señora del Rosario del mismo municipio. El próximo día 15 hará por lo tanto, 137 años que el ahora Siervo de Dios, recibió las aguas bautismales por las que entraba de hecho y de derecho a pertenecer al pueblo de Dios. Otro dato, Ramón García Ripoll pasó el Cólera de 1885 pues tenía entonces 12 años ( había nacido en 1873). Cólera que coincidió con la primera salida oficial del Santísimo Cristo de los Afligidos. salida de la que ahora se conmemora el 125 aniversario. El futuro sacerdote ingresó en el seminario conciliar de Valencia y fue ordenado sacerdote el año 1900. Ejerció su ministerio sacerdotal en El Cañamelar donde fue coadjutor de Nuestra Señora del Rosario (1900 – 1903). En Nazaret ejerció de capellán de la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados, hoy parroquia (1903 – 1905). En Cheste fue coadjutor de san Lucas Evangelista (1905 – 1907). En Marines fue cura regente del Santísimo Cristo de las Mercedes (1907 – 1911) y por último en Torrent estuvo como coadjutor de la parroquia de La Asunción de Nuestra Señora (octubre 1911 – 1936). En todos estos sitios supo granjearse el afecto de sus parroquianos y llevó con toda la dignidad del mundo el ministerio sacerdotal.

MARTIRIO
Fue detenido en su vivienda sacerdotal y encarcelado en «La Torre» de Torrente, el 30 de agosto de 1936, siendo puesto en libertad el 28 de septiembre. Se refugio en casa de su sobrina Emilia Gallart, «Forn de S. Ramón», hasta el 9 de octubre – dos días después de la Fiesta de la Virgen del Rosario- de dicho año, en que fue nuevamente detenido y conducido al día siguiente, junto con otro sacerdote, hasta la torre de Espioca (Picassent) donde fueron martirizados. El cadáver se hallaba enterrado en el cementerio de aquella localidad. Finalizada la persecución religiosa, sus restos fueron reconocidos por su sobrina y trasladados a la cripta de los mártires en la parroquia arciprestal de Torrent donde esperan la resurrección.