Jesús es el doctor del alma

Jesús es el doctor del alma

El sábado 14 de enero en el programa Diálogo de Fe, el cardenal Juan Luis Cipriani mencionó que Dios es el gran interlocutor del programa y aprovechó para agradecer a las personas que siempre le expresan su cercanía.

“En este Diálogo de Fe, en el que cada uno de nosotros, delante de Dios, dialoga, el gran interlocutor no es Armando ni el cardenal Cipriani, el gran invitado y gran interlocutor siempre es ese Dios que está en el alma de cada uno de ustedes, en cada rincón. Yo no puedo desde aquí darle instrucciones a Dios, yo sugiero unas ideas y Dios va haciendo en el corazón de cada uno un diálogo. [Dios dice:] “¿Cómo va esto?, ¿cómo están tus hijos?, ¿por qué estás preocupado?”, por eso este diálogo tan enriquecedor. Y yo no puedo dejar de agradecer la multitud de gente que a lo largo del día y a lo largo de la semana, cuando voy a celebrar la misa, cuando voy a las confirmaciones me dicen: “vaya por ahí Monseñor y te cuenta una situación personal””.
 
“Hablemos con Jesús”
El Arzobispo de Lima indicó que el pecador es el que está enfermo del alma y que solo Jesús es capaz de curarlo.
“El pecador está enfermo del alma. No es que le duela la cabeza, le duele el alma. ¿Cómo es el dolor del alma? El dolor del alma es una tristeza interior, una cierta reacción de violencia, una crítica un poco ácida, una impaciencia que no hay quien la aguante, un egoísmo que siempre está buscando lo suyo. Entonces, esta enfermedad del alma, por un lado es fácil de curar, pero no con medicinas. La pastilla más importante es hablar con Jesús: “Tengo un dolor en el alma, estoy dolido porque mi hijo está un poco preocupado, no lo veo bien encaminado, he tenido una discusión con mi esposa o tengo un enfermo en la familia y no sé qué hacer”.
“Háblale al médico, a Jesús que estaba con los publicanos y los pecadores. Y lógicamente la curación, cuando ya está identificada esa enfermedad, muchas veces necesitamos acudir a la confesión. Es decir, aceptar delante de Dios: “esta es mi enfermedad y estoy arrepentido, no sé qué hacer, estoy harto de mi vida, no estoy contento con lo que hago pero quiero cambiar”.
«La violencia no es el camino»
El cardenal Juan Luis también señaló que no se debe excluir ni maltratar a las personas que piensan diferente.
“Cuando uno excluye, descarta, deja fuera a ese que piensa diferente, lo critican y lo masacran, entonces no es fácil que cuando uno descarta a otros haya diálogo. Dice: “yo no puedo dialogar así”. Lo que me está diciendo Jesús es: “Oye, acoge, escucha, ten paciencia”. No es fácil para mí ni tampoco para nadie pero no descartes, no maltrates, no critiques, no te burles, no insultes”.
Asimismo, rechazó la violencia que se suscitó la última semana en la ciudad de Lima.
“Estoy días hemos tenido y creo que vale la pena aterrizar las cosas para no quedar en la mística (…) Hemos tenido el tema del peaje, hemos visto que a pedradas unos, la policía intentado sujetarlos y uno se pregunta: ¿dónde están los papás de aquellos que tiran piedras? ¿De qué familia? Porque en la casa hay que enseñar a los hijos a no tirar piedras, no puede ser que en la cultura de la expresión de disconformidad: “No estoy de acuerdo y te agarro a pedradas”, no puede ser”.
“Hay que decirlo todo claro. Realmente es un abuso ese peaje en el que para entrar y salir de mi casa tengo que pagar plata, no pues. Hay que ser más honestos, más decentes. Ya no diríamos justos, sino más decentes. No hagamos trampa a espaldas del pueblo y a espaldas de la ciudad porque tarde o temprano la gente reacciona, pero tampoco violencia”.
 
“Dios te ayuda en todo”
El cardenal Cipriani tras escuchar las palabras del Papa Francisco sobre la última Catequesis del Papa del  miércoles 11 de enero, recordó y advirtió a los oyentes, el pedido que hace el Santo Padre de  no refugiarnos en ídolos.
“El Papa dice: “Ojo con los ídolos”. ¿Qué quiere decir con ídolos? Que esa enorme esperanza que uno pone en Dios, y Dios es capaz de ayudarte en todo, la pones en algo que no es Dios. Entonces, te defrauda. Entonces, si pones una enorme expectativa en algo que no es Dios, se convierte en un ídolo. El ídolo te engaña, se presenta como algo muy interesante y cuando llega eso dices: “No me da alegría, no me calma el estado de ánimo, no me ayuda”. Entonces, creo que esta es la idolatría que está muy metida en este momento en el ambiente mundial”.
Por último, invitó a todos a la Santa Misa que se celebrará mañana en la Catedral de Lima con la participación de la población quechua hablante.