La Hermandad del Cristo de los Afligidos se anticipó a la Beatificación de Juan Pablo II y en el Desfile de Resurrección lo homenajearon con flores blancas y amarillas

Ramos homenaje
Ramos homenaje

(Desde El Cañamelar, José Angel Crespo Flor. Foto: J. A. C. ). De todos son conocidas las ocurrentes iniciativas del colectivo que preside Joaquín Reig Capilla. La Hermandad del Cristo de los Afligidos, que viste el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección capa blanca y túnica amarilla, los colores de la bandera vaticana, tuvo la feliz iniciativa de adelantarse a la Beatificación del papa Juan Pablo II, que será el domingo 1 de mayo, Domingo de la Divina Misericordia, y a modo de homenaje, participó en el Desfile de Resurrección que ponía punto final a las Procesiones y actos colectivos de la Semana Santa Marinera de Valencia (SSMV) vistiendo capa blanca y túnica amarilla y portando en sus varas flores blancas y amarillas.

La idea llamó la atención de muchos de los que presenciaron el Desfile de Resurrección, una de las señas de identidad de la Semana Santa Marinera de Valencia (SSMV) aunque fuentes de la propia hermandad señalaron que este no ha sido el único homenaje que este colectivo, que tiene su sede en la parroquia Nuestra Señora del Rosario (Cañamelar – Valencia) ha tributado a la memoria del futuro beato Juan Pablo II pues en la Procesión de las 7 Últimas Palabras de Cristo en la Cruz (Martes Santo) el Grupo de Auroros que desde el inicio de esta plegaria procesional participa con la Hermandad compuso una Aurora que sirvió también como homenaje al mencionado Papa.
Su letra, sencilla y humilde pero clara, concisa y bonita dice así:

Venerable es hoy ya el Papa Magno
quien Nuevo Milenio a esta edad llamó;
con sus cruces ascender le vimos
al Monte Calvario, su trono de honor.

Mil gracias a Dios
y a la Virgen, Madre del Rosario de Fátima
que el 13 de Mayo su vida guardó.

Las mismas fuentes señalaron que «lo que hacemos no tiene nada de extraordinario. Que otros no lo piensen o no ‘caigan’ en estos detalles no quiere decir que lo que hagamos sea extraordinario. Lo único extraordinario ha sido la vida extraordinaria de este gran papa, único e irrepetible, que la Iglesia nos ha regalado en la persona de Juan Pablo II. Este Papa sí que tiene todo el mérito de ahí que la Iglesia, tras un riguroso estudio, lo haya declarado beato en espera de un segundo milagro que lo ‘aupe’ a la categoría de santo.(Esta y otras informaciones pueden leerlas en: apuntescristianos-levantino.blogspot.com)