LA PLANIFICACIÓN DE LA CATEQUESÍS

La tarea central de la Iglesia es el anuncio explicito del Evangelio de Cristo. De allí derivan una serie de acciones pastorales, estructuras y funciones que hacen posible la misión. Entre las acciones, se destacan la catequesis preparatoria para los sacramentos y específicamente, la preparación para la primera comunión y la confirmación.

Este proceso de preparación debe ser sistemático y continuo. Lleva el nombre de «itinerario catequístico permanente» y como tal, permite incorporar nuevos fieles a la Iglesia y ayudar a los que ya están, a crecer y madurar en su fe.

Es impensable no planificar la catequesis; y hasta es anti-evangélico. Debe haber una seria preparación, no solo de actividad, sino también de quienes tendrán a su cargo la tarea. Y por supuesto, la planificación de la catequesis debe estar en armonía con la pastoral orgánica de la parroquia.

Por todo ello, y en especial, para la catequesis de primera comunión y confirmación, es conveniente tener en cuenta lo siguiente:
= En primer lugar, siguiendo el proceso de toda planificación, será necesario un diagnóstico de la situación frente al tema. ¿hay niños y jóvenes (y adultos) para recibir los sacramentos?
= Compromiso, aunque sea mínimo con los actos centrales del calendario litúrgico
= Para los que ya están en pleno proceso ( 2º año de comunión, jóvenes o adultos) crear acciones concretas para dar el paso de la norma heterogénea (por ejemplo: ir a misa por obligación), hacia la norma autónoma (en la misa somos comunidad que eleva su oración al padre y consagra junto con Jesús, toda la creación).
Lo que no debe faltar en toda planificación (y a menudo falta), es la serie de contenidos mínimos; como las oraciones oficiales, las festividades, las prácticas religiosas, etc.; todo lo que concierne a la vida concreta del cristiano.

Muchas veces, en el afán de los catequistas por innovar y de las Editoriales por presentar textos nuevos, se privilegian los métodos por encima de los contenidos, o se presentan los temas tan solapadamente, que pierden la fuerza del mensaje de Jesús. No olvidemos que «no siempre lo nuevo es bueno».

Planificar es cosa seria, aunque en las cosas de Dios, la gracia está primera, porque estamos invitados a utilizar todos los recursos de nuestra inteligencia y capacidad operativa por la causa del Reino, pero no se ha de olvidar que sin Cristo, no podemos hacer nada.

Fdo. Cristobal AGuilar.

http://verdadescristianas.blogcindario.com/2009/12/02130-la-planificacion-de-la-catequesis.html