La Virgen del Rosario del Cañamelar (Valencia) luce, desde el lunes, este ramo azul y rojo conmemorando el liderato provisional del Levante UD. SAD. de la Liga BBVA

Ramo de Flores
Ramo de Flores
(Desde El Cañamelar, Valencia, José Angel Crespo Flor. Foto: J. A. C. ).- Existen muchas formas de celebrar el liderato en Primera del ‘modesto’ Levante. Una de ellas es la que aquí queremos plasmar. Se ha llevado a termino en la parroquia Nuestra Señora del Rosario (Cañamelar – Valencia), sede del levantinismo pues dos párrocos de aquí, Vicente Gallart y Vicente Esteve se ocuparon de la capellanía del Levante.

Pues bien, como estamos en Octubre, como este mes la Iglesia lo dedica a expandir el rezo y la devoción al Santo Rosario es por lo que desde el lunes la Titular del templo y patrona del Cañamelar, la Virgen del Rosario, a la que acompañan Santa Catalina de Siena y Santo Domingo de Guzmán en un hermoso grupo tallado por Francisco Martínez Aparicio, tiene a sus pies este ramo rojo y azul.

Es, si se me permite, una forma de dar gracias por este liderato momentáneo de Primera, publicitar a los cuatro vientos la alegría que nos embarga, despues de 102 años, a todos los ‘granotas’ y demostrar que, de vez en cuando, existe justicia en el fútbol y los modestos también tienen su momento de gloria.

Les dejo a continuación con las dos oraciones que tiene el actual líder de Primera: el Levante UD. SAD.

ACCIÓN DE GRACIAS POR EL FUTBOL
(Plegaria dedicada al Levante tras su ascenso a Primera en la Temporada 2003 – 2004)
por Antonio DIAZ TORTAJADA (Sacerdote-periodista-poeta)

Señor:
En el estadio todos juegan, aunque sólo uno gana.
Los deportistas te damos gracias por nuestros triunfos,
signo de una larga vida vivida con lucha, esfuerzo y trabajo.

Con esta plegaria a los pies de tu Madre María Santísima nos unimos,
como un grandioso coro, para expresarte un himno de alabanza y acción de gracias.
Queremos dar gracias a Dios por el don del deporte,
con el que como hombres ejercitamos nuestro cuerpo, nuestra inteligencia y nuestra voluntad,
reconociendo que estas capacidades son dones del Creador.

Queremos vivir una vida deportiva
como afirmación de los valores más importantes de los hombres como la lealtad,
la perseverancia, la amistad, la comunión y la solidaridad.

Queremos que el fútbol se difunda en todos los rincones del mundo,
superando la diversidad de culturas y naciones.

Queremos convertir el fútbol en ocasión de encuentro y de diálogo,
superando cualquier barrera de lengua, raza y cultura.
Queremos que el fútbol pueda dar una valiosa aportación
al entendimiento pacífico entre los pueblos
y contribuir de esta forma a que se consolide en el mundo la cultura de la vida, del servicio y del amor.

Que busquemos, Señor, día a día, la ocasión de encontrar un nuevo impulso creativo y estimulante,
para que el fútbol responda, sin desnaturalizarse, a las exigencias de nuestro tiempo:
un deporte que tutele a los débiles y no excluya a nadie, libere a los jóvenes del riesgo de la apatía y de la indiferencia,
y suscite en ellos un santo espíritiu de competición;
un deporte que contribuya a hacer que se ame la vida y que eduque para el sacrificio, el respeto y la responsabilidad,
llevando a una plena revalorización de toda persona humana.

Señor Jesucristo, ayúdanos a ser tus amigos y testigos de tu amor.

Ayúdanos a poner en la ascésis personal el mismo empeño que ponemos en el estadio;
ayúdanos a realizar una armoniosa y coherente unidad de cuerpo y espíritu,
para alcanzar tu inestimable premio: Una corona que no se marchita y que dura para siempre.
Amén

ORACIÓN ANTE EL CENTENARIO DEL LEVANTE U.D.
Por Antonio DÍAZ TORTAJADA. (Sacerdote-periodista-poeta)

Señor:
Queremos darte gracias por estos cien años de historia:
Con sus gozos y sus sombras.
Celebramos, como deportistas, el centenario del equipo Levante Unión Deportiva
Nacimos en los barrios pescadores de los Poblados Marítimos:
Ahí está nuestra cuna y parte de nuestra historia.
Somos el final de una larga cadena de hombres que lucharon y pusieron toda su voluntad
en el esfuerzo, en el trabajo y en el dominio de su cuerpo por construir una cultura de la solidaridad, de la entrega y de la vida.
Nos unimos a tantos deportistas que de una forma u otra dieron parte de su vida en el estadio,
bien en nuestros barrios marineros valencianos, o bien como semilla de otros equipos.
Después de cien años de esfuerzo y trabajo, te pedimos, Señor, que nos des valentía y fuerzas suficientes
para reflexionar juntos, como equipo, sobre nuestra condición de deportistas en un mundo cargado de esperanza.
Tras cien años de historia nos queremos encontrar para soñar juntos un futuro de paz, unidos en la misma fe de nuestros antepasados
Muchos de los sueños de los que nos han precedido se han hecho realidad; otros están aún por realizarse.
Queremos recoger esta herencia, para dar un suplemento alma al trabajo de nuestro deporte.
Fortalece nuestros lazos humanos y deportivos.
Que juntos formemos una gran cadena de amor.
Estamos convencidos de que, para ello, hay que prestar oído a los jóvenes y permitirles ser protagonistas
de otros cien años de historia abriéndoles espacios de responsabilidad en la vida social y deportiva.
Que seamos deportistas que se desapegan de las riquezas obtenidas por los dones que Dios nos dio;
porque así abriremos con mayor facilidad nuestro espíritu para recibir el Reino de Dios como herencia.
Haznos mansos y humildes de corazón, porque de esta forma pisaremos con mayor seguridad el campo de juego,
y jugaremos confiados en que somos dueños de nosotros mismos.
Y asumiremos no sólo nuestros fracasos y derrotas deportivas sino también todos los dolores cuantos sufren en nuestro entorno.

Señor:
Que junto con el hambre y la sed que tenemos por vencer en la competencia, también tengamos hambre y sed por la victoria de Dios entre los hombres.
Danos limpieza en el juego y en la vida porque solo así, jugando limpio, podremos contemplar no solo el rostro humano de nuestros compañeros de equipo y sus competidores,
sino también veremos el verdadero rostro del Dios verdadero.
Enséñanos a construir un equipo acogedor y solidario, que sea respetuoso, comprensivo y capaz de integración,
que trabaje por la paz y la libertad y sea consciente de su propio pasado.
Que el Levante Unión Deportiva construido sobre valores de generosidad y de entrega de sí, de interioridad y de búsqueda sincera de la verdad.
sea aquella unión de hombres, que nació para vivir el deporte y la vida, conforme a las enseñanzas de Jesús.
Colócanos, Señor, en buen camino para heredar tu amistad eterna.
Que Nuestra Señora del Deporte y Madre de los Desamparados nos ayude a todos. Amén