Lanteria (Granada) y su PASIÓN

Han pasado 17 años desde que se representara por última vez La Pasión en el pequeño pueblo granadino de Lanteira, una tradición que se remonta al siglo XIX y que, de forma intermitente, convoca a buena parte de los habitantes de Lanteira para ser, por un día, los actores que den vida a las escenas de los Evangelios.

Tras el telón habrá casi 100 personas, de las que 60 son actores: un 20% de la población, pues Lanteira tiene poco más de 500 habitantes.

La Pasión de Lanteira es un texto en verso, anónimo, que tiene ya varios siglos y que se lleva a escena con muchísima ilusión por los habitantes del pueblo: agricultores, ganaderos, albañiles, amas de casa, estudiantes,…

Durante dos meses han sacado tiempo de la noche –el único momento en el que todos podían ensayar- para perfilar los papeles y repetir, una y otra vez, las distintas escenas. Han sido semanas de ensayo y de convivencia, porque a los ensayos no sólo iban los actores sino también buena parte del resto de habitantes del pueblo. Y es que se podría decir que Lanteira no hace La Pasión, sino que La Pasión hace a Lanteira, porque la sienten suya, parte de su historia y de su identidad. No en vano, La Pasión habla de esa otra “gran pasión” de los lanteiranos que es el Santo Cristo de las Penas, el patrón.

EL CUERPO PIDE PASIÓN

La representación de La Pasión se trata de una tradición que se remonta al siglo XIX y que se había visto interrumpida en los últimos años. Cada cierto tiempo -cada tres o cuatro años- se venía representando en la plaza, al comienzo de la Semana Santa. Por distintas razones, -entre otras la emigración de la gente más joven que hubo tras el cierre de las Minas de Alquife en 1996- , se dejó de representar.

Y así han pasado 17 años, hasta que, por fin, “el cuerpo pide Pasión”·, que es la expresión que se utiliza cuando ya hay ganas de volver a representarla. Y, al terminar la Navidad, se pusieron manos a la obra. Reparto de papeles, ensayos hasta altas horas de la madrugada, hacer el vestuario,… más ensayos,… éste ha sido el frenesí de los últimos meses en Lanteira. Y todo con ilusión, con mucha ilusión y con ganas de participar, como pudo comprobar el obispo de Guadix, Mons. Ginés García, que asistió un día a los ensayos y que volverá el Domingo de Ramos a Lanteira para asistir a la representación.

BARBUDOS

Quizá Lanteira sea ahora el pueblo que, en proporción, más barbudos tenga. Y es que buena parte de los actores se han dejado barba para ser más realistas en la representación. Empezando por el alcalde, Jesús Villalba, que también es actor y que, como los demás, se ha dejado barba para la ocasión. Sorprende ver tanta gente con barba estos días por las calles del pueblo.

La Virgen María también cuida su papel, procurando que sea tierno, dulce y cercano: como la Virgen. El diablo, los ángeles, los apóstoles, el Sanedrín, los romanos,… todos viven con intensidad estos días previos de ensayo. Algunos papeles se viven como tradición: han pasado de abuelos a hijos, y de éstos a nietos. Otros son nuevos: como los de los jóvenes, para quienes ésta es su primera Pasión.

Son muchos los que intervienen en la representación –casi un 20 % del pueblo- y, a pesar de todo, hay quienes se han quedado con las ganas, porque no hay papeles para todos. Otros forman parte del coro o de la banda de música, que también tiene su parte en la representación, con unas canciones que tienen un sabor muy añejo y que van expresando el valor de lo que ocurre en escena.

UNA PASIÓN QUE ENAMORA

La Pasión de Lanteira tiene mucha historia pero, también, tiene sus historias. Y muchas de esas historias tienen que ver con las parejas que han salido de los ensayos. Hay quienes recuerdan que se enamoraron siendo actores de La Pasión, compartiendo horas en los ensayos. Y formaron una familia y ahora son sus hijos los que vuelven a hacer los papeles que ellos hicieron un día. Algunos ya hacen quinielas para ver cuántas parejas saldrán este año. Quién sabe.

También hay historias de dificultades en la representación: como cuando amaneció nevado un Domingo de Ramos y hubo que improvisar un nuevo emplazamiento, porque con la nieve se hacía imposible actuar en la plaza. Y en las fotos más antiguas, se observa que los problemas del atrezo se solucionaban con lo que se tenía más a mano: colchas para los fondos, la mejor ropa del armario para los personajes,…. sin más problemas de contextualización.

Lo que importaba era la historia y hacerlo lo mejor posible. Y así será, una vez más y por primera vez en el siglo XXI, cuando las gentes de Lanteira pongan en escena los últimos días de la vida de Jesús y, en especial, su Pasión, Muerte y Resurrección. Será el Domingo de Ramos, el 17 de abril, a las 4 de la tarde. Todos estamos invitados. Será una tarde muy especial.

Antonio Gómez
Párroco de Lanteira