RECORDANDO EN OCTUBRE AL PADRE LUIS NAVARRO OLIVER

(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).- La casualidad ha querido que descubriésemos un dato que no lo queremos ni obviar ni que se quede en el ‘baúl de los recuerdos’. El 22 de 0ctubre de 1903, el recordado Padre Luis Navarro Oliver tomó posesión de la parroquia Nuestra Señora del Rosario. El pasado 22 de octubre hizo por lo tanto 107 años de aquella efemérides. No estaría nada mal que cada 22 de octubre se recordase su entrada como párroco del Rosario. Y es que siempre se ha dicho que de bien nacidos es ser agradecidos y un modo de mostrar ese agradecimiento es perpetuar, con una misa, el día de su entrada como responsable parroquial del Cañamelar.

Cierto que la gente, ni los más veteranos, se acuerdan de este hecho pero no es menos cierto que al padre Luis Navarro se le asocia siempre con el cólera de 1885 que sufrió Valencia y con ella el Marítimo y con esa primera salida del Cristo de los Afligidos por las calles del Cañamelar para llevar consuelo y esperanza a las familias afectadas por aquella terrible epidemia que sembró de llanto, dolor y muerte a muchos vecinos del barrio.

Sin ir más lejos, la Hermandad del Cristo de los Afligidos está realizando un año llenos de actos con ese motivo. Actos sencillos pero que llegan a la gente. Entre estos actos que han marcado este 2010 y en cierto modo han marcado la historia de esta Hermandad que desde 1929 toma parte en los actos propios de la Semana Santa Marinera de Valencia (SSMV) se encuentran dos que, con su personalidad, merecen ser destacados: la llegada de la Luz de la Paz de Belén que se mantuvo encendida 125 días y la primera gran muestra de Cruces y Crucifijos en la que la Hermandad logró reunir 125 cruces y crucifijos. Muestra que ha sido vista por solo cinco sacerdotes del Marítimo: José Polo que fue quien la bendijo y colgó el último crucifijo; Antonio Diaz Tortajada, el sacerdote cubano adscrito a Santa María del Mar, Olbier Antonio Hernández Carbonell, el párrioco de San Vicente Ferrer y Nuestra Señora de la Buena Guía, Amado Francisco Pau Magaña y el dominico del Cabañal Domènec Mª García – Vila.
De todas formas la visita realizada por el obispo titular de Holguín (Cuba) mons. D. Emilio Aranguren y sus palabras de aliento y reconocimiento suplieron la no asistencia de los otros sacerdotes vinculados al Marítimo y, por lo tanto, pertenecientes al arciprestazgo san Pío X. Un arciprestazgo San Pío X que, después de la última remodelación efectuada por el Sr. Arzobispo de Valencia monseñor D. Carlos Osoro ha extendido sus límites hasta el punto de que ahora cinco parroquias semanasanteras se han unido en un mismo arciprestazgo. Nos referimos a Santa María del Mar; Jesús Obrero – San Mauro; Cristo Redentor – San Rafael; Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de los Angeles.

Pero hay que volver al padre Luis Navarro. Volver motivo del presente comentario, para indicar que el citado sacerdote se encuentra en posesión de la Medalla de la Beneficencia como bien se puede observar en la foto del nicho que guarda sus restos mortales en el Cementerio del Cabañal y tiene calle propia en el barrio lo que, desde luego, habla a las claras de su fructífera estancia en el Marítimo y, en concreto, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario. Este detalle, el de la calle, y otro detalle, la foto que se encuentra en la sacristía de la parroquia Nuetra Señora del Rosario y la que que en breve colocará en su Local social la Hermandad del Cristo de los Afligidos, hacen del paso de este sacerdote por el Cañamelar como algo presente y actual pese al tiempo transcurrido.