Tomar conciencia de nuestra marginación

En el Día Internacional de las Mujeres
COL·LECTIU DE DONES EN L’ESGLÉSIA, dones.esglesia@terra.es
BARCELONA.

ECLESALIA, 08/03/10.- Nosotras, mujeres creyentes, quisiéramos que la Iglesia siguiese el ejemplo de Jesús en el reconocimiento de la mujer en todos los ámbitos de su vida. Hoy, en el siglo XXI, queremos decir y hacer lo que Él nos enseñó.

Las primeras palabras que las mujeres oyeron después de la resurrección de Jesús fueron: “Id a decir…” (Mc.16,7)
También nosotras, con esta fuerza de enviadas a proclamar su Palabra.
M A N I F E S T A M O S
I – Que hace veinticuatro años que nuestro COL·LECTIU trabaja por la paridad inspiradas en el Evangelio, que nos reconoce a todas y a todos hijas e hijos de Dios. El conocimiento de la historia evidencia un balance que pone de relieve algunas realidades crueles por parte de la jerarquía eclesiástica respecto a las mujeres.
II – Que pedimos que el celibato religioso sea voluntario, entre otras razones más profundas, por no tener que pasar por la vergüenza de las acusaciones de pederastia.
III – Que las mujeres, hoy, estamos en la Iglesia: transmitiendo la fe a través de la catequesis; la mayoría, como mujeres, nos responsabilizamos de las personas más débiles y desvalidas, desde la acogida que se hace a través de Cáritas y otras instituciones; trabajamos también en distintos campos, entre ellos el de la salud, que fue una preocupación prioritaria de Jesús…
IV – Que continuaremos caminando, siguiendo a Cristo, amando a todas las hermanas y hermanos de la humanidad. Pero si la actitud de una gran parte de la jerarquía de la Iglesia Católica, no reconoce en la práctica que Dios creó al ser humano mujer-hombre en igualdad de derechos (Gal. 3,28), quizá llegue un día, no muy lejano, en que las mujeres tendremos que dejar de prestar TODOS LOS SERVICIOS a esta Iglesia nuestra.
V – Entendiendo que todos nuestros trabajos forman parte del Ministerio de la Iglesia, ¿por qué no son reconocidos como tales?
Por todo esto, las mujeres católicas,
– queremos ser fieles al envío de Jesús, celebrando con gozo nuestra fe, nuestro hacer y nuestras palabras de respuesta a la Ruah,
– tenemos el deber de no permitir que esta situación continue y desde aquí animamos a todas las mujeres católicas a tomar conciencia de lo que representa esta marginación.
Para las mujeres no hay “siete” sacramentos, sino “seis”. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
8 de marzo de 2010

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