VII Domingo de Pascua | Domingo de la Ascensión del Señor – Ciclo A
LA MISIÓN DE LOS SEGUIDORES DE JESÚS
En Galilea fue el punto de arranque de la misión de Jesús. En Galilea le han escuchado hablar de Dios con parábolas conmovedoras, lo han visto aliviando el sufrimiento, ofreciendo el perdón de Dios y acogiendo a los más olvidados y esto es lo que quiere Jesús que sigan haciendo y transmitiendo los que quieran ser sus discípulos.
Jesús resucitado les dice a sus discípulos con toda precisión cuál ha de ser su misión que no es otra que dar testimonio del Resucitado, proclamar el evangelio, crear comunidades, pero todo estará finalmente orientado a un objetivo: “hacer discípulos” de Jesús.
Esta es la misión de los que seguimos a Jesús, el Señor: conocer su mensaje, sintonizar con su proyecto, aprender a vivir como él y trabajar en hacerlo presente en este mundo en el que nos ha tocado vivir. No estamos solos.
Jesús nos ha prometido su presencia y su ayuda constante. La fuerza del Resucitado nos sostiene con su Espíritu. Jesús sigue vivo en nuestras comunidades.
Sigue con nosotros y entre nosotros curando, perdonando, acogiendo, salvando, cuando somos capaces de aliviar el sufrimiento del hermano, cuando somos acogedores, cuando perdonamos.
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1,1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo.
Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó:
– No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.
Ellos lo rodearon preguntándole:
– Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?
Jesús contestó:
– No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista.
Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: – Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?
El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.
Palabra de Dios.
Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9
R. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.
- aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R: - el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad. R: - tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R:
2ª LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1,17-23
Hermanos:
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo.
Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos. Principio del formulario
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El apóstol Pablo pide a Dios que a los cristianos de Éfeso los ilumine y fortalezca para que su testimonio cristiano sea verdadero y eficaz.
El Espíritu no solamente ha de fortalecer su voluntad para testimoniar el mensaje evangélico, sino que ha de iluminar su entendimiento para que comprendan ese mensaje en su verdadera dimensión.
Necesitan del Espíritu para “afirmar su fe y para proclamarla abiertamente a los demás”.
EVANGELIO
Final del santo evangelio según san Mateo 28,16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
– Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Palabra de Dios
COMENTARIO AL EVANGELIO
En Galilea, donde el Señor había comenzado su misión, Jesús les deja una: “Id por el mundo y proclamad todo lo que yo os he enseñado, consagrando a todos los hombres y bautizándoles”.
Jesús envía a sus discípulos al mundo para que den testimonio de que Él es el Salvador de la humanidad, para hacer presente el Reino de Dios entre nosotros, haciendo el bien, en el pequeño radio de acción de nuestro entorno de cada día.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
EL ROSTRO VISIBLE DE JESÚS INVISIBLE
El ocultamiento de Jesús nos compromete a todos los cristianos, porque nos convierte en su rostro, en su humanidad de recambio, en sacramento de su presencia. “Quien me ve a mí, Felipe, ve al Padre”.
Jesús fue rostro fidelísimo del Padre y nosotros estamos llamados a ser rostro fidelísimo de Jesús: “Que al ver vuestras buenas obras glorifiquen al Padre que está en los cielos”.
Hemos de ser sacramento de Cristo no sólo por lo que hacemos, sino por lo que somos.
¡Qué terrible sería si con nuestras mezquindades y egoísmos reflejáramos un rostro grotesco de Jesús que invitara al rechazo de la fe!
¡Qué traición tan abominable supondría!
Nos corresponde a nosotros sus seguidores y discípulos, ahora y en este momento, ser reflejo de su bondad, de su perdón, de su ternura, de su sinceridad, de su cordialidad, de su espíritu de servicio.
Esta bondad intrépida de Jesús no sólo la hemos de reflejar las personas, sino también las comunidades: “Si esto es ser cristiano, decía un indiferente al entrar en contacto con un grupo eclesial muy vivo y fraterno, apuntadme ahora mismo”.
Domingo de la Ascensión del Señor | Ciclo C
Evangelio según San Lucas 24,46-53.
y añadió: “Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día,
y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados.
Ustedes son testigos de todo esto.”
Y yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto”.
Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo.
Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
Los discípulos, que se habían postrado delante de él, volvieron a Jerusalén con gran alegría,
y permanecían continuamente en el Templo alabando a Dios.