Camino de Cuaresma – Te enseñaré a caminar

Camino de Cuaresma – Te enseñaré a caminar

ORACIÓN INICIAL

Sólo en Dios descansaré, de él viene mi esperanza, sólo él mi roca, mi salvación, mi baluarte; no vacilaré. En Dios está mi salvación y mi honor, Dios es mi roca firme y mi refugio. Confiad siempre en él, pueblo suyo; presentad ante él vuestros anhelos. ¡Dios es nuestro refugio!

Salmo 61, 6-9

CITA

Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí: a los Baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían incienso.

Yo enseñé a Efraím a caminar, tomándole por los brazos, pero ellos no conocieron que yo cuidaba de ellos. Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer.

Oseas 11, 1-4

REFLEXIÓN

¡Con cuánta ternura ha tratado Dios a su pueblo! Una y otra vez lo ha librado de las manos de los enemigos, le ha dado el agua y el alimento que le faltaba, lo ha librado de las plagas. ¿Y qué hace el pueblo? Con un corazón endurecido se ha alejado y le ha dado culto a otros dioses.

Existe un paralelismo con la parábola del hijo pródigo, quien despreció el amor y la entrega de su Padre para ir en búsqueda de su supuesta felicidad.

Cuántas veces has salido tú a buscarme, a cuidarme, a recordar el cariño con el que me llevabas en tus brazos. Y mi libertad me hizo alejarme de ti. El enseñarme a caminar me dio alas, pero con qué facilidad olvidé las raíces de amor y ternura con las que me has formado. Esos lazos de amor que me ofrecías, a veces, por mi ingratitud, las sentí como cadenas. Perdón Señor, no dejes de inclinarte hacia mí con tu paciencia y cariño. Te necesito, tengo hambre de vida eterna.

Si me olvido de caminar junto a ti, con la mirada puesta en el cielo, no dudes de tomarte de la mano y enséñame a caminar de nuevo, con la misma paciencia que lo hiciste cuando era niño.

Y no sólo te pido que me te inclines hacia mí para sostenerme y recordarme cómo caminar, sino que te suplico que camines mi alma, que te hagas más presente y me tomes como posesión tuya. Eres mi Padre, eres mi seguridad, eres mi cielo.

ORACIÓN

CAMINA MI ALMA, SEÑOR

Mi corazón cansado
busca recostarse en el tuyo
Recuperar el amor no amado
amando al Amor Encarnado

Dejarme caminar el alma por tu amor
Que Aquél que es camino
se haga peregrino en mi corazón
y viajero de mi interior

Que señale con su dedo mi futuro
apuntando hacia el cielo
Que me dé señales de vida
para llegar sin distracciones a la meta

Buenas noches Caminante, Peregrino y Señor
Que Tú también descanses en el centro de mi corazón

Del libro Jesús a mi alma. P. Guillermo Serra, L.C.

PROPÓSITO

El día de hoy reflexionaré en tres pasos concretos que haya dado en este camino de Cuaresma para caminar hacia el encuentro con Cristo Resucitado. Los reconoceré como un don de Dios y le alabaré por ellos.

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.