Canta con MAXI en la Fiesta del CORPUS CHRISTI

Canta con MAXI en la Fiesta del CORPUS CHRISTI

LETRA:

A COMER TU PAN NOS ACERCAMOS,
FUERZA NOS DARÁ PARA VIVIR;
ERES TÚ, SEÑOR,
EL PAN DE VIDA
QUE NOS DA CONSUELO
Y PAZ EN EL SUFRIR.

Reflexión de las lecturas para la FIESTA DEL CORPUS CHRISTI – Ciclo C

DE LA MISA A LA EUCARISTÍA

Durante siglos, misa ha sido el término familiar empleado en occidente para designar la reunión eucarística.

Este viejo nombre está lleno de resonancias socio-religiosas y es indicador de una determinada mentalidad que ha configurado la práctica religiosa de muchos cristianos: “oír misa”, “decir misa”, “misas gregorianas”

Hoy se observa una tendencia generalizada a sustituir el viejo nombre de misa por el de Eucaristía, término más antiguo, de raíces bíblicas más hondas y que significa “acción de gracias”.

Está surgiendo todo un cambio de actitudes: el descubrimiento de unos valores nuevos y una voluntad de vivir esta celebración en toda su riqueza. Celebrar la eucaristía no es lo mismo que oír misa.

El cambio apunta a ir pasando de una misa entendida como acto religioso individual hacia una eucaristía que alimenta y constituye toda la comunidad.

El cambio supone que ya no se entiende la misa como algo que fundamentalmente concierne al sacerdote que “dice misa”, mientras los demás la “oyen” pasivamente, sino que se entiende como una celebración vivida por todos de manera activa e inteligible; se pasa de entender la misa como una obligación sagrada, bajo pecado mortal, a entenderla como una reunión gozosa que la comunidad necesita celebrar todos los domingos para alimentar su fe, crecer en fraternidad y reavivar su esperanza en Cristo resucitado; se pasa de entender la misa como marco para toda clase de aniversarios, fiestas, homenajes o lucimiento de coros o solistas, a entenderla como la celebración de la Cena del Señor por la comunidad creyente; como la conmemoración del sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz, como una celebración entendida como banquete, comunión fraterna y acción de gracias a Dios.

Se ha pasado de entenderla como el cumplimiento de un deber religioso, que nada tiene que ver con la vida, a entenderla como una celebración que es exigencia de amor solidario a los más pobres y de lucha por un mundo más justo.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA
Lectura del libro del Génesis 14,18-20

En aquellos días, Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino y bendijo a Abran, diciendo: Bendito sea Abrahán por el Dios altísimo, creador de cielo y tierra; bendito sea el Dios altísimo, que te ha entregado tus enemigos. Y Abran le dio un décimo de cada cosa.

Palabra de Dios.

BREVE COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

Este breve texto del libro del Génesis nos presenta a un enigmático personaje, Melquisedec, que además de rey era sacerdote del Dios altísimo, haciendo un ofrecimiento de pan y vino al tiempo que bendecía a Abrahán y bendecía a Dios por la victoria que había conseguido sobre sus enemigos.

Sal 109, 1. 2. 3. 4
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

• Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos estrado de tus pies». R:
• Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R:
• «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora». R:
• El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec». R:

2ª LECTURA
De la 1ª carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11,23-26

Hermanos:
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó un pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.

Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía.

Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Palabra de Dios.

BREVE COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Pablo observa que la comunidad de Corinto estaba violando gravemente la fraternidad cristiana, por esto el apóstol les recuerda la tradición que había recibido, que se remontaba hasta el mismo Jesús, de su última cena con sus discípulos y en la que les pidió que repitieran lo que Él estaba haciendo en memoria suya.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,11b-17

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban.

Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle:
Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado.

Él les contestó: Dadles vosotros de comer.

Ellos replicaron: No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.

Porque eran unos cinco mil hombres.

Jesús dijo a sus discípulos: Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.

Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente.

Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.

Palabra del Señor.

BREVE COMENTARIO AL EVANGELIO

El evangelista Lucas nos presenta a Jesús hablando a la gente del Reino de Dios, curando a los enfermos y saciando la necesidad de los hambrientos. Jesús con este signo del Reino nos está diciendo que debemos compartir lo que tenemos.

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
DADLES VOSOTROS DE COMER

Con frecuencia contemplamos con horror y con dolor situaciones de sufrimiento, de enfermedad, de violencia, de hambre, de injusticias… que nos empujan a que en nuestra oración le pidamos al Señor que haga algo, que actúe Él, porque nosotros nos consideramos impotentes. Y el Señor nos responde siempre de la misma manera: Ya he hecho algo.

Te toca a ti.

Es desde ese punto de vista como hemos de entender que ante todos los problemas importantes de la humanidad, y también ante importantes problemas cercanos, para los que pedimos ayuda al Señor, el Señor nos responda, como a los discípulos en el Evangelio: Dadles vosotros de comer. O lo que es lo mismo: haced vosotros algo.

El ser conscientes de que no tenemos medios suficientes para resolver problemas tan grandes, nos hace sentirnos pequeños, impotentes, débiles. Y con frecuencia nos quedamos paralizados sin saber qué hacer.

Pero el Señor nos sigue insistiendo: Dadles vosotros de comer. Haced vosotros algo.

Él quiere que sintamos como nuestros esos problemas, que nos impliquemos, que seamos generosos, que sepamos compartir tantos bienes que con mucha frecuencia nos sobran. Si nosotros ponemos algo de nuestra parte Él hará el resto.

Él hará lo que nosotros no sabemos o no podemos, porque Él sabe hacer que nuestra


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