El ARTE de DESCANSAR | Reflexiones Católicas

El ARTE de DESCANSAR | Reflexiones Católicas

Al llegar el verano, los que pueden buscan de una manera u otra un tiempo de descanso. Pero, ¿qué es descansar?, ¿recuperar nuestras fuerzas físicas?, ¿olvidar nuestros problemas y conflictos? Quizá necesitemos urgentemente iniciarnos en el arte del verdadero descanso.

Necesitamos, antes que nada, encontrarnos más profundamente con nosotros mismos y buscar el silencio, la calma y la serenidad que tantas veces nos faltan durante el año, para escuchar lo mejor que hay dentro de nosotros y a nuestro alrededor.

Necesitamos recordar que una vida intensa no es una vida agitada. Queremos tenerlo todo, acapararlo y disfrutarlo todo. Y nos hacemos rodear de mil cosas superfluas e inútiles que ahogan nuestra libertad y espontaneidad.

Necesitamos redescubrir la naturaleza, contemplar la vida que brota cerca de nosotros, detenernos ante las cosas pequeñas y las gentes sencillas y buenas. Experimentar que la felicidad tiene poco que ver con la riqueza, los éxitos y el placer fácil.

Necesitamos recordad que el sentido último de la vida no se agota en el esfuerzo, el trabajo y la lucha. Por el contrario, se nos revela con más claridad en la fiesta, el gozo compartido, la amistad y la convivencia fraterna.

Necesitamos, además, arraigar nuestra vida en ese Dios “amigo de la vida”, fuente del verdadero y definitivo descanso. ¿Puede descansar el corazón del ser humano sin encontrarse con Dios? Escuchemos con fe las palabras de Jesús: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y agobiados, y yo os haré descansar”.