Guión eucaristía del Domingo XI del Tiempo ordinario

DOMINGO 16 DE JUNIO DE 2013

DOMINGO XIº DURANTE EL AÑO

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Después del tiempo pascual, con la celebración de este domingo décimo primero,reemprendemos hoy el camino normal de los domingos del tiempo ordinario. Y lo celebramos como comunidad reunida alrededor de Jesucristo. Él, que vive eternamente, se hace presente entre nosotros y da sentido a nuestra esperanza y a nuestro amor.

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

Hoy Jesús nos llama a penetrar en su universo: el universo de la gracia y del perdón. Él nos muestra el inmenso amor de Dios, que perdona y renueva el corazón del hombre y es fuente de verdadera alegría. Pero es necesario, para obtener el perdón, tener plena conciencia de nuestro pecado, de nuestra condición de pecadores y abrirnos a ese perdón mediante el amor.

1ª. LECTURA:  (2 S 12, 7-10. 13)        (Ver texto)

En esta historia del rey David se nos enseña cuál es la actitud de Dios ante los pecadores que reconocen su culpa.

 

SALMO RESP.:     (31, 1-2. 5. 7. 11)    (Ver texto)

 

                    R.   Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.

 

2ª. LECTURA:    (Ga 2, 16. 19-21)    (Ver texto)

 

San Pablo nos da la respuesta acerca de dónde nos viene la salvación, ya que generalmente creemos poder conseguirla porque cumplimos perfectamente todo lo que está mandado.

EVANGELIO:   (Lc 7, 36-8, 3)      (Ver texto)   

Hoy Jesús, en el santo Evangelio, nos manifiesta la misericordia infinita de Dios.        

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

 

Nuestra fe nos dice que el amor de Dios es mayor que todo el mal que pueda haber en nosotros. Por ello, confiando en este amor, le presentamos ahora nuestra plegaria.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

 

«PADRE, RENUEVA NUESTRO CORAZÓN»

 

v Para que la Santa Iglesia y el Vicario de Cristo, nuestro querido Francisco, sean siempre fieles portavoz de Dios a los hombres, te pedimos…

v Para que nuestro Obispo y nuestros sacerdotes transmitan, a esta Iglesia diocesana, la alegría de su dedicación al servicio del Evangelio, te pedimos…

v Para que en nuestra Patria, sepamos disponer nuestro corazón para perdonarnos unos a otros, y así podamos salir de nuestras dificultades y realmente podamos construir una nación de auténticos hermanos, te pedimos…

v Para que los que sufren, los que están solos, abandonados, sin trabajo, marginados, encuentren en Dios la fuerza, y en nosotros la comprensión y el amor para superar su situación, te pedimos…

 v Por todos los padres, para que siendo fieles a tu gracia, con ella los ilumines y sostengas en su difícil misión, y los que ya no están con nosotros, para que se encuentran ya gozando de la verdadera vida, en tu presencia, te pedimos…

v Para que todos los integrantes de esta comunidad, conformemos nuestras vidas en fidelidad al Evangelio del amor y del perdón que tu Hijo nos ha dado, dando así cada día un paso más en nuestra identificación con Él, te pedimos…

CELEBRANTE:

Padre bueno y misericordioso, que escuchas siempre la plegaria de los que esperan en tí, atiende nuestras súplicas y haz que seamos fieles a la Buena Noticia de la salvación. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

En estos dones del pan y del vino presentamos nuestras propias vidas, en un deseo profundo de transformación, para que sean una ofrenda grata a nuestro Padre.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de «El Señor esté con vosotros»)

Al dar gracias a Dios, que es fuente, fuerza y camino de nuestro amor, le pedimos que sepamos abrirnos a Él cada vez más.

COMUNIÓN:

Al entrar ahora en una íntima comunión con Jesucristo, debemos entrar también en una íntima comunión con sus sentimientos, que son de amor, misericordia y perdón hacia todos los hombres, que son nuestros hermanos.

 

DESPEDIDA:

 

Hoy el Señor nos ha mostrado su amor y su perdón; esto debe movernos a vivir constantemente esos sentimientos y hacerlos conocer a todos los que nos rodean, a todos los que diariamente entrarán en contacto con nosotros.