GUIÓN para una VIGILIA de ORACIÓN por UCRANIA

GUIÓN para una VIGILIA de ORACIÓN por UCRANIA de Ayuda a la Iglesia necesitada y la Fundación Pontificia

Las numerosas violaciones de la libertad religiosa en Ucrania se deben a dos problemas: la
política discriminatoria de las autoridades rusas que ocupan Crimea y las llamadas Repúblicas Populares de Luhansk y Donetsk, que ocupan la parte oriental de Ucrania, y la independencia eclesiástica de la Iglesia ortodoxa de Ucrania.

Según el Informe de Libertad Religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada, más del 86.4%
de la población ucraniana es cristiana pero hay que aclarar que este cristianismo, en
Ucrania, está muy ramificado: por un lado está el catolicismo, un 10% de la población, unos
5 millones de personas, dentro de las cuales se engloban la Iglesia greco-católica y la Iglesia
latina, unos 500.000.

Por otra parte, el 70% de la población son cristianos ortodoxos y dentro
de esta Iglesia Ortodoxa hay una separación entre aquellos más próximos al Patriarcado de
Kiev y los más cercanos al Patriarcado de Moscú.

En el 2018 la Iglesia Ortodoxa de Ucrania recibe la independencia eclesial, por parte de la primera respecto de la segunda el 15 de diciembre de 2018.

Esta decisión provocó una profunda brecha en el seno de las Iglesias orientales, como la de la Iglesia Ortodoxa rusa del Patriarcado de Moscú y el Patriarcado ecuménico de Constantinopla.

En Ucrania, es habitual vincular la religión con otros factores como la política e incluso
la nacionalidad.

Es decir: mientras que en el oeste del país, más cercana a Polonia, y favorable a las políticas europeas, se suele profesar el catolicismo, la zona más próxima a Rusia sigue a la Iglesia Ortodoxa.

Aparte de los católicos y los ortodoxos, casi un 15% de la población sigue otras religiones
minoritarias en el país e incluso el islam cuenta con una representación del 1.5 % de los
ucranianos.

De todas ellas, es el catolicismo la religión que más discriminación sufre, sobre todo,
en el este del país o en la península de Crimea, ambos lugares muy relacionados con
Rusia. En estas zonas es frecuente que los sacerdotes no puedan regresar a sus parroquias,
por lo que son bastantes las comunidades religiosas que se han quedado sin sacerdotes u
otro personal religioso.

En Crimea, además, la situación es aún más complicada por la aplicación de las leyes rusas, mucho más estrictas en cuanto a la libertad religiosa se refieren.

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, entre las violaciones de la libertad en
la zona rusa de la región ucraniana de Donbas, controlada por grupos armados a las órdenes
de Rusia, se cuentan: detenciones y encarcelamientos; torturas; confiscación de propiedades,
incluidas iglesias y salas de reuniones; agresiones físicas y amenazas de violencia; vandalismo; multas y restricciones a actividades misioneras, servicios religiosos, ceremonias, reuniones y literatura; y prohibición de grupos religiosos pacíficos.

Entre los grupos religiosos a los que afectan estas vulneraciones se incluyen la Iglesia ortodoxa de Ucrania, anteriormente Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev, la Iglesia greco- católica ucraniana, cristianos protestantes y Testigos de Jehová.