Quien se transforma, transforma el mundo – Segundo domingo de Cuaresma

Segundo domingo de Cuaresma

Segundo domingo de Cuaresma – Ciclo C

NECESITAMOS TRANSFORMAR ALGUNOS ASPECTOS DE NUESTRA VIDA

     Toda la vida de un cristiano debe ser un camino de transformación que nos identifique con el Señor Jesús y lo primero que tenemos que hacer para conseguir esa transformación es pararnos para analizar cuál es nuestra situación en este momento, y qué objetivos nos proponemos a corto y medio plazo para orientar nuestra vida, sabiendo con qué medios contamos y cuáles están a nuestro alcance para trabajar y avanzar en la consecución de esos objetivos.

      Jesús sube a una montaña para transfigurarse. El Tabor nos presenta dos propuestas: una es el esfuerzo y el sacrificio que tenemos que poner en práctica en nuestra vida.

Es una propuesta para dejar atrás el alboroto y el estrés de la vida diaria para buscar la soledad y el silencio, es una propuesta para que nos esforcemos en superarnos y progresar en todos los aspectos de nuestra vida, para que nos esforcemos en superar las dificultades con alegría y buen ánimo, para que no nos dejemos abatir por el cansancio y el desánimo, sino que busquemos siempre progresar y superarnos. 

     Otra propuesta del Tabor es la oración. Cuanto más nos despeguemos de la tierra estaremos más en contacto con el Señor.

Tenemos que buscar tiempo para orar, para estar con el Señor, sin prisas, gozando y disfrutando de su presencia y del estar con Él.                                   

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

Lectura del libro del Génesis 15,5-12.17-18 

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrahán y le dijo: 
– Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes. 
Y añadió: 
– Así será tu descendencia. 

Abrahán creyó al Señor, y se le contó en su haber. 
El Señor le dijo: 
– Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra. 

Él replicó: 
– Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla? 
Respondió el Señor: 
– Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón. 

Abrahán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrahán los espantaba. 

Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán, y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. 

El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados. 

Aquel día el Señor hizo alianza con Abrahán en estos términos: 
– A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.

Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

    El patriarca Abrahán se queja al Señor de que, a pesar de lo que le ha prometido, su herencia pasará a un extraño porque él no tiene hijos y su edad es avanzada al igual que la de su mujer Sara.

Sin embargo, esta situación no oscurece la fe de Abrahán, porque Dios insiste en que le heredará un hijo suyo.     

Dios le promete su presencia, su providencia y amistad haciendo una alianza con él y a través de él con su Pueblo                                     

SALMO 

Sal 26, 1. 7-8a. 8b-9abc. 13-14 
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
 

  •  ¿a quién temeré? 
    El Señor es la defensa de mi vida, 
    ¿quién me hará temblar? R:
  •  
    ten piedad, respóndeme. 
    Oigo en mí corazón: «Buscad mi rostro». R:
  •  no me escondas tu rostro. 
    No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio. R:
  •  en el país de la vida. 
    Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.R:

2ª LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3,17_4,1

Hermanos: 
Seguid mi ejemplo y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en mí. 
Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. 

Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. 

Él transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa, con esa energía que posee para sometérselo todo. 

Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

    El apóstol Pablo ruega a la comunidad cristiana de Filipos que estén atentos al Evangelio que él les ha predicado, que eviten el peligro de las desviaciones y confusiones que algunos estaban introduciendo en la comunidad.

Para el apóstol la pertenencia al pueblo de Dios no se consigue con ritos externos, sino dejándose penetrar del Espíritu de Jesús.                                

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,28b-36 

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que se iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: 
– Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía. 

Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: 
– Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle. 

Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Palabra de Dios

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO

   El evangelista Lucas nos ofrece el episodio de la transfiguración de Jesús ante sus discípulos revelándole su gloria, una gloria que le viene de Dios y con un mensaje esperanzador y comprometedor: «Este es mi Hijo, el escogido; escuchadlo”. 

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

LA VALENTÍA DEL COMPROMISO

     Constantemente resuena en la Cuaresma la palabra “conversión”, palabra comprometedora que implica cambio profundo.

La vida de todo cristiano fiel es un ir superando etapas, como nos lo patentiza la vida de los grandes creyentes, la experiencia de los místicos y el testimonio de los teólogos de la vida cristiana.      

La fe es un éxodo constante, como el de Abrahán, que ha de renunciar a su entorno para encaminarse hacia el lugar de la promesa.

    Necesitamos dar un paso hacia adelante cambiando la jerarquía de valores, renunciando a un estilo de vida consumista o de relumbrón, haciendo un compromiso de servicio que nos “robe” tiempo y dinero, tomando más en serio la oración, embarcándonos en lo comunitario, en definitiva, muriendo un poco más a nosotros mismos, lo que supone alterar nuestra vida en la que quizás nos sentimos cómodos, para adentrarnos en lo desconocido e inseguro.    

Esto supone preguntarnos si realmente todo esto merece la pena, si va a reportar algo a mi vida. Es posible que finalmente nos convenzamos a nosotros mismos que es suficiente con vivir como cristianos que cumplen fielmente con Dios en lo religioso y con los demás ayudándoles en lo que podamos y no haciendo daño a nadie.


Quien se transforma, transforma el mundo – Segundo domingo de Cuaresma

FIDELIDAD A DIOS Y A LA TIERRA       

     Se ha dicho que la mayor tragedia de la humanidad es que «los que oran no hacen la revolución, y los que hacen la revolución no oran». Lo cierto es que hay quienes buscan a Dios sin preocuparse de buscar un mundo mejor y más humano y hay quienes se esfuerzan por construir una tierra nueva sin Dios.

     Unos creen poder ser fieles a Dios sin preocuparse de la tierra, otros creen poder ser fieles a la tierra sin abrirse a Dios.

      En Jesús, esta disociación no es posible. Nunca habla de Dios sin preocuparse del mundo, y nunca habla del mundo sin el horizonte de Dios.         

     En el pasaje de la transfiguración vemos a Jesús llevando a sus discípulos a una «montaña alta», lugar por excelencia de encuentro con Dios. Pedro quiere detener el tiempo, instalarse cómodamente en la experiencia de lo religioso, huir de la Tierra. Sin embargo, Jesús, los bajará de la montaña al quehacer diario de la vida, porque la apertura al Dios trascendente no puede ser nunca huida del mundo.       

       Para los que creemos en Jesús es importante escucharlo para sentir que es alguien que nos dice la verdad, alguien que sabe por qué y para qué hay que vivir.

       La fidelidad a la Tierra no nos ha de alejar del misterio de Dios. La fidelidad a Dios no nos ha de alejar de la lucha por una Tierra más justa, solidaria y fraterna.                                                                                         

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA 

1ª LECTURA
Lectura del libro del Génesis 22,1-2. 9a. 15-18 

En aquel tiempo Dios puso a prueba a Abrahán llamándole: 
– ¡Abrahán! 
Él respondió: 
– Aquí me tienes. 
Dios le dijo: 
– Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, sobre uno de los montes que yo te indicaré. 
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí un altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor gritó desde el cielo: 
– ¡Abrahán, Abrahán! 
Él contestó: 
– Aquí me tienes. 
Dios le ordenó: 
– No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo. 
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo. 
El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: 
– Juro por mí mismo -oráculo del Señor-: por haber hecho eso, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido.

Palabra de Dios. 

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

      Dios, que es el Dios de la vida, pide a Abrahán que sacrifique a su único hijo Isaac, única esperanza de las promesas de Dios. Abraham no entiende lo que Dios le pide, pero acepta lo que Dios le manda, aunque aquello rompa todas sus esperanzas. La fe ejemplar de Abrahán se apoya sólo en la palabra de un Dios que un día le dio un hijo y otro día estuvo a punto de quitárselo.                                     

Sal 115, 10 y 15. 16-17. 18-19 
R. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. 

  • Tenía fe, aun cuando dije: «Qué desgraciado soy». 
    Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. R:
  • Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: 
    rompiste mis cadenas. 
    Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. R:
  • Cumpliré al Señor mis votos, en presencia de todo el pueblo; 
    en el atrio de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. R:

2ª LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,31b-34 

Hermanos: 
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con Él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?

Palabra de Dios 

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA 

     El apóstol Pablo dice a los cristianos de Roma que quien tiene a Dios, Padre de todos, no debe tener miedo, porque Jesús con su muerte y resurrección nos ha alcanzado la vida y salvación y está siempre intercediendo ante nuestro Padre Dios.       

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 9,2-10 

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. 
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: 
– Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. 
Estaban asustados, y no sabía lo que decía. 
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: 
– Éste es mi Hijo amado; escuchadlo. 
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. 
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: 
– No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos. 
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

Palabra de Dios  

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO

         La transfiguración de Jesús en el monte Tabor es una experiencia que les sirve a sus discípulos de iluminación sobre la verdadera identidad del Maestro, de aliento para que ellos puedan recorrer el camino que les señala y de exhortación a realizar ese recorrido bajo el imperativo de la escucha.

      Encontrarse con Jesús es descubrir, por fin, a alguien que dice la verdad. Alguien que sabe por qué vivir y por qué morir.         

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

MIREMOS CON ESPERANZA  EL FUTURO

     En nuestra vida nos viene muy bien una palabra de ánimo, una sonrisa como colofón de muchos momentos de tensión en los quehaceres de la vida; un apretón de manos; un pequeño triunfo en medio de la rutina de días grises.   

     Jesús acaba de anunciar a los suyos la forma de muerte que le espera y Pedro se rebela al conocer la noticia, no puede entender que al Maestro le pase eso y se pregunta si vale la pena seguir detrás de alguien que tiene como futuro la muerte inmediata. Con la transfiguración reconocieron a Jesús como el Hijo amado de Dios y recobraron la esperanza.    

    Muchos hombres y mujeres viven sin esperanza en el futuro, porque las “transfiguraciones” que les salen al paso no se las creen. Cuando no se cree nada ni a nadie, lo único que nos queda es “escuchar”. En el fondo tenemos una Palabra con mayúscula que nos espera, una revelación que nos sorprenderá. La sabiduría popular dice que “Dios aprieta, pero no ahoga”. Hay siempre una chispa que puede encender esperanzas cansadas. Seguir a Jesús exige algún Tabor en el camino. 


Vicente Martínez: Aves y lirios. Jesús invita a no agobiarnos por las cosas materiales, y hacer el viaje de la vida ligeros de equipaje.

Mc 9, 2-10. A los seis días, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, los hizo subir a un monte alto.

Génesis 22, 1-18. Después de estas cosas sucedió que Dios tentó a Abraham y le dijo: « ¡Abraham, Abraham!»

Romanos 8, 31-34. Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros? Lectura alternativa: Romanos 8, 15-17. Mirad, no recibisteis un espíritu que os haga esclavos y os vuelva al temor.

Vicky Irigaray: Enséñanos a fiarnos de ti. La muerte en cruz de Jesús no será su fracaso, sino su triunfo; el triunfo de su consecuencia hasta el final.

Florentino Ulibarri: ¡Quiero verte, Señor! Para verte, Señor, quiero cerrar los ojos y mirar hacia dentro, pero también quiero abrirlos y contemplar lo creado.

Anáfora: La buena noticia. Te dirigimos, Dios y Señor, esta humilde plegaria para agradecerte las grandes cosas que has hecho, la creación de todo el infinito universo…

Monjas Benedictinas de Montserrat. La Vida que nace de la muerte.

Comentarios al Evangelio

José Luis Sicre: La anticipación del triunfo de Jesús. La Cuaresma es etapa de preparación a la Pascua. Este episodio, que anticipa su triunfo final nos ayuda a enfocar adecuadamente estas semanas.

Fray Marcos: Una gloria externa no es la meta. Seguimos pensando en una glorificación para nuestro ego, incluso asegurada para toda la eternidad. ¡No nos hemos enterado de nada!

José Antonio Pagola: No confundir a nadie con Jesús. No hemos de confundir a nadie con Jesús. Solo él es el Hijo amado. Su Palabra es la única que hemos de escuchar. Las demás nos han de llevar a él.

Enrique Martínez Lozano: Trascender el personalismo. La “persona” es solo una forma, una “máscara” que adopta la Consciencia.

La actualidad nos lleva al Vaticano, a la ‘Valla’ de Melilla, a los bancos suizos…, y también a nuestro interior

Pablo Ordaz: La limosna no sirve para encubrir a quien paga en negro. El Papa dice que es un “pecado gravísimo” usar a Dios para cubrir la injusticia.

Religión Digital: El Vaticano pide a los curas homilías actuales. La homilía no es solo comunicar bien. No basta la técnica: hay que llevar a Cristo en cada palabra.

Miguel Ángel Mesa: Espiritualidad para tiempos de crisis. La espiritualidad es patrimonio común de la humanidad  El problema surge cuando las jerarquías pretenden sentirse defensoras exclusivas de esa espiritualidad.

Magdalena Bennasar: La valla II. Tendré que madrugar muchos días o sea todos los días para tomar café en el lado de la valla de Jesús.

Marco Antonio Velásquez: La corrupción global, un poderoso signo de los tiempos. Esto pone en evidencia la maldad que gobierna la conciencia económica mundial, que conduce al triunfo del Imperio de la Codicia Humana.

Félix Jiménez Tutor: Tiempo de fusiones. El ecumenismo, fiebre romántica y utópica de mi juventud, es hoy un ecumenismo imposible.

Ricardo Blázquez: Ser cardenal no es ser príncipe, sino servidor especial.Parece que la actuación del Papa Francisco está calando en la Iglesia a través de todos estos nombramientos. Este lenguaje es diferente.

Juan José Arnáiz: Mirada. Compasión y empatía son el deber materno de cada corazón para la alegría de cada vida.

Mari Paz López Santos: ¡Aquellas piezas arqueológicas! La Cuaresma puede ser el principio de un camino de conversión. Los cuarenta días que dura son el pistoletazo de salida.

Y para elevar el espíritu no dejéis de ver el material multimedia

Meditación: ¿Qué es meditar? En dos minutos. Otra forma de vivir es posible, vivir desde el interior, desde la consciencia del amor que somos y encontrar la felicidad en la aceptación de lo que ES.

  1. Asun Gutiérrez: La tarea de Jesús. Cada día, la luz del amanecer daba paso a la misma tarea de siempre…

Salomé Arricibita: Transparencia tuya. Estamos llamados a ser transparencia de Dios… y serlo en la realidad, sin quedarnos acomodados en nuestro propio «Tabor».

Gandhi. Aprendamos a orar como él.

Odio por amor. Es tiempo de cambiar el odio por amor. Presentación de Lenin Vladimir Cárdenas. Canción de Juanes.

¿Qué ocurre en el momento de morir? Eckhart Tolle nos habla de cómo afrontar la muerte propia y la de los que nos rodean, de qué ocurre cuando alguien muere. Una visión desde el Amor que somos.

Inma Calvo

Quien se transforma, transforma el mundo – Segundo domingo de Cuaresma