Cuarto Domingo del tiempo ordinario reflexión del evangelio

Cuarto Domingo del tiempo ordinario reflexión del evangelio – Ciclo B

JESÚS LIBERADOR 

       En una sinagoga de Cafarnaún, Jesús, después de curar a un poseído por un espíritu maligno, por primera vez va a proclamar la Buena Noticia de Dios. La gente queda sorprendida al escucharle, porque se da cuenta que no repite lo que ha oído a otros, sino que habla con autoridad, que anuncia con libertad y sin miedos a un Dios Bueno. Jesús, con autoridad, ordena al maligno que salga de la persona que está poseída, para que pueda encontrarse con Dios y consigo mismo. En adelante podrá escuchar la Buena Noticia de Jesús.

        No pocas personas viven en su interior de imágenes falsas de Dios que les hacen vivir sin dignidad y sin verdad. Lo sienten, no como una presencia amistosa que invita a vivir de manera creativa, sino como una sombra amenazadora que controla su existencia. Jesús siempre empieza a curar liberando de un Dios opresor. Sus palabras despiertan la confianza y hacen desaparecer los miedos. Su presencia hace crecer la libertad, no las servidumbres; suscita el amor a la vida, no el resentimiento. Jesús cura, porque enseña a vivir sólo de la bondad, el perdón y el amor que no excluye a nadie. Sana porque libera del poder de las cosas, del autoengaño y de la egolatría.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio 18,15-20

Habló Moisés al pueblo diciendo:
– El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo, de entre tus hermanos. A él le escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: «No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir».

El Señor me respondió: «Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, es reo de muerte».

Palabra de Dios    

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

     El Señor, Dios de Israel, habla a Moisés para decirle que va a suscitar un profeta que transmitirá sus mensajes a todo el pueblo. Dios pondrá en su boca sus palabras y sus mandatos y transmitirá lo que Él quiere que hagan. El profeta hablará en su nombre.       

SALMO

Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9
R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón». 

  • Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva,
    entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R:
  • Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro.
    Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R:
  • Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá,
    como el día de Masá en el desierto;
    cuando vuestros padres me pusieron a prueba
    y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R:

2ª LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7,32-35

Hermanos:
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el célibe se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido.
Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.
Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.

Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Pablo nos ofrece su opinión y consejo sobre la cuestión de las personas célibes por el Evangelio y las personas que toman como opción de su vida casarse. El celibato no es una evasión de responsabilidades familiares, sino el compromiso de asumir otras distintas en favor del servicio a las personas.  

EVANGELIO 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,21-28

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
– ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.
Jesús lo increpó:
– Cállate y sal de él.
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:
– ¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra de Dios  

COMENTARIO AL EVANGELIO     

Jesús enseña con autoridad, enseña un modo de vivir, una Buena Noticia que responde a los anhelos y preocupaciones del ser humano. Tanto impresionó a los sencillos habitantes de Cafarnaún que lo presintieron como el gran profeta anunciado por Moisés.      

PARA NUESTRA REFLEXIÓN

¡¡SEÑOR, LÍBRANOS DEL MAL!!

Es bastante fácil que el milagro que nos relata el evangelista Marcos de la expulsión del maligno nos resulte lejano, porque a nosotros esos comportamientos nos parecen más bien propios de personas enfermas. Sin embargo, no podemos cerrar los ojos ante la presencia del mal en el mundo y también en nosotros. Lo que solemos llamar tentaciones no son sino manifestaciones de ese espíritu del mal que nos inclina a hacer lo que no debemos y nos frena cuando queremos hacer el bien. 

Seguro que en más de una ocasión hemos experimentado esa presencia del mal en nosotros, ese mal que nos empuja a comportamientos con los que nos podemos sentir identificados con el personaje del Evangelio: nos revelamos ante alguna situación que no nos gusta, nos sentimos mal cuando nos ofenden, nos humillan, nos desprecian, no nos valoran ni nos tienen en cuenta como nosotros quisiéramos, nos sentimos heridos en nuestro orgullo cuando no somos el centro de atención y los protagonistas de todo. Necesitamos acudir a Jesús para que nos dé su fuerza y su Espíritu que nos libre de todo mal. 


Cuarto Domingo del tiempo ordinario reflexión del evangelio – Ciclo A

LAS BIENAVENTURANZAS DE JESÚS Y LA IGLESIA

La Iglesia de Jesús será bienaventurada, será dichosa cuando tenga un alma de pobre, porque estará más atenta a los necesitados y vivirá el evangelio con más libertad. Cuando esté llena de mansedumbre, porque será un regalo para este mundo lleno de violencia.

Cuando llore sus errores porque caminará hacia su conversión. Cuando busque con pasión el reino de Dios y su justicia, porque así alentará lo mejor del espíritu humano.

Cuando Dios le arranque el corazón de piedra y le dé un corazón de carne. Cuando introduzca en el mundo paz y no discordia, reconciliación y no enfrentamiento. Cuando se vea perseguida por seguir a Jesús.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA
Lectura del libro del profeta Sofonías 2,3; 3,12-13 

Buscad al Señor los humildes, que cumplís sus mandamientos; buscad la justicia, buscad la moderación, quizá podáis ocultaros el día de la ira del Señor. 

Dejaré en medio de tí un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor. El resto de Israel no cometerá maldades, ni dirá mentiras, ni se hallará en su boca una lengua embustera; pastarán y se tenderán sin sobresaltos.

Palabra de Dios.

R: Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos

• El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente él hace justicia a los oprimidos, él da pan a los hambrientos. R:
• El Señor libera a los cautivos. El Señor abre los ojos al ciego el Señor endereza a los que ya se doblan. R:
• El Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos. R:
• Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R:

2ª LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,26-31 

Hermanos: Fijaos en vuestra asamblea: no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios; lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los fuertes. 

Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así -como dice la Escritura- «el que se gloría, que se gloríe en el Señor».

Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Pablo se dirige a la comunidad de los cristianos de Corintio, que se hicieron discípulos de Jesús gracias a su predicación, para decirles que Dios se vale de la pequeñez, la pobreza, la sencillez y la humildad, -lo débil del mundo-, para humillar a los fuertes y que es sólo en Cristo Jesús, -nuestra sabiduría, santificación y redención-, en quien podemos gloriarnos.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús al gentío subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos, y él se puso a hablar enseñándoles: 

Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. 

Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán «los hijos de Dios». 

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 

Dichosos vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Palabra del Señor.

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO

El evangelista Mateo nos presenta las bienaventuranzas como el programa de vida de todo seguidor de Jesús. Son como las condiciones fundamentales que debe vivir el discípulo para vivir el proyecto de Dios.

Quien quiera vivir de acuerdo al programa que nos presenta Jesús tendrá dificultades y problemas, pero tendrá también la fuerza de Dios y la alegría de vivir de acuerdo a su Palabra salvadora.

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
UN CANTO DE AMOR

Las Bienaventuranzas que proclama Jesús en el Sermón de la montaña son un canto de amor y así nos dice:

Bienaventurados los que confían en Dios y en los verdaderos valores humanos, los que buscan el “ser” antes que el “tener” y consideran los bienes como un medio, no como un fin. Bienaventurados los que “comparten” y no “acumulan”.

Bienaventurados los que, llevados del amor, hacen suyas las penas y alegrías de los demás; los que “lloran con los que lloran y ríen con los que se ríen”, porque su corazón es ancho, luminoso y soleado.
Bienaventurados los sencillos, transparentes, sin segundas intenciones ni trampas, que se relacionan con los demás con confianza, como hermanos, viviendo en paz con la gente y gozando del encuentro con Dios.

Bienaventurados los comprensivos, los misericordiosos que miran a los demás con sensibilidad de hermanos, porque tendrán el corazón en paz.

Bienaventurados los que, movidos por el amor a los maltratados y atropellados, dan la cara por ellos, por el vecino, por el compañero de trabajo, por el familiar.

Bienaventurados los que saben comprometerse, los que construyen el Reino con su fidelidad profesional, con sus compromisos por una Iglesia y una sociedad mejores, porque se librarán del hastío, no se contentarán con satisfacciones superficiales, tendrán la alegría de sentirse útiles y una vida con pleno sentido.


JESÚS LIBERADOR

La primera actuación pública de Jesús fue la curación de un hombre poseído por un espíritu maligno en la sinagoga de Cafarnaún, donde por primera vez va a proclamar la Buena Noticia de Dios.

La gente queda sorprendida al escucharle. Tienen la impresión de que hasta ahora han estado escuchando noticias viejas. Jesús es diferente.

No repite lo que ha oído a otros, habla con autoridad, anuncia con libertad y sin miedos a un Dios Bueno.

De pronto un hombre, del que el evangelista dice que está poseído por un «espíritu inmundo», hostil a Dios, al escuchar el mensaje de Jesús se siente amenazado, su mundo religioso se le derrumba.

Jesús, con autoridad, ordena al maligno que salga de él para que pueda encontrarse con Dios y consigo mismo.

Jesús ha logrado liberar al hombre de su violencia interior. Ha puesto fin a las tinieblas y al miedo a Dios. En adelante podrá escuchar la Buena Noticia de Jesús.

No pocas personas viven en su interior de imágenes falsas de Dios que les hacen vivir sin dignidad y sin verdad.

Lo sienten, no como una presencia amistosa que invita a vivir de manera creativa, sino como una sombra amenazadora que controla su existencia. Jesús siempre empieza a curar liberando de un Dios opresor. Sus palabras despiertan la confianza y hacen desaparecer los miedos.

Su presencia hace crecer la libertad, no las servidumbres; suscita el amor a la vida, no el resentimiento. Jesús cura porque enseña a vivir sólo de la bondad, el perdón y el amor que no excluye a nadie. Sana porque libera del poder de las cosas, del autoengaño y de la egolatría.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA

Lectura del libro del Deuteronomio 18,15-20

Habló Moisés al pueblo diciendo:

– El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo, de entre tus hermanos. A él le escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: «No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir».

El Señor me respondió: «Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, es reo de muerte». Palabra de Dios

COMENTARIO

El Señor, Dios de Israel, habla a Moisés para decirle que va a suscitar un profeta que transmitirá sus mensajes a todo su pueblo. Frente a cualquier tipo de «adivinos» existentes en los otros pueblos, Él suscitará en Israel profetas que transmitan lo que Él quiere que hagan. Profetas que hablarán en nombre de Dios.

SALMO
Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9

R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

• Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva,
entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R:
• Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R:
• Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R:

2ª LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7,32-35

Hermanos:

Quiero que os ahorréis preocupaciones: el célibe se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido.

Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.

Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones. Palabra de Dios

COMENTARIO

El apóstol Pablo nos ofrece su opinión y consejo sobre la cuestión de las personas célibes por el Evangelio y las personas que toman como opción de su vida casarse. El celibato no es una evasión de responsabilidades familiares, sino el compromiso de asumir otras distintas en favor del servicio a los hombres.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,21-28

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.

Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:

– ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.

Jesús lo increpó:

– Cállate y sal de él.

El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:

– ¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.

Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. Palabra de Dios

COMENTARIO AL EVANGELIO

Jesús enseña con autoridad, enseña un modo de vivir, una Buena Noticia que responde a los anhelos y preocupaciones del hombre. Tanto impresionó a los sencillos habitantes de Cafarnaún que lo presintieron como el gran profeta anunciado por Moisés.

PARA NUESTRA REFLEXIÓN

UNA DOCTRINA NUEVA CON AUTORIDAD

Es bastante fácil que el milagro que nos relata hoy san Marcos nos resulte lejano, porque esos comportamientos, que en tiempos de Jesús se consideraban propios de los endemoniados, a nosotros nos parecen más bien propios de personas enfermas. Sin embargo, no podemos cerrar los ojos ante la presencia del mal en el mundo y también en nosotros. Lo que solemos llamar tentaciones no son
sino manifestaciones de ese espíritu del mal que nos inclina a hacer lo que no debemos y nos frena cuando queremos hacer el bien.

Seguro que en más de una ocasión hemos experimentado esa presencia del mal en nosotros, que muchas veces nos lleva a hacer lo que no queremos, y otras nos empuja a comportamientos con los que nos podemos sentir identificados con el personaje del Evangelio:

• Nos retorcemos de rabia y de indignación ante alguna situación que no nos gusta.
• Nos retorcemos de ira y de rencor cuando nos ofenden, nos humillan, nos desprecian.
• Nos retorcemos de envidia cuando no nos valoran ni nos tienen en cuenta como nosotros quisiéramos.
• Nos retorcemos de celos y de orgullo cuando no somos el centro de atención y los protagonistas de todo.

¿De cuántas cosas nos retorcemos interiormente porque el maligno está presente en nuestras vidas?

Cada uno sabemos lo que pasa en nuestro interior, aunque no lo digamos o nos cueste reconocerlo; y cuánto esfuerzo nos cuesta vencer las tentaciones.

Jesús habla con autoridad, no sólo en la sinagoga cuando enseña y explica la Sagrada Escritura, sino también cuando dice con fuerza:

“¡Cállate! ¡Sal fuera!”. Y esa autoridad la manifiesta y la utiliza Jesús para hacer el bien, porque sólo quiere lo bueno para los hombres.

Cuando con humildad nos ponemos ante Él, cuando acudimos al Sacramento del Perdón, también Jesús nos libra de todo mal; cura las heridas de nuestro corazón, cura lo que nos hace estar espiritualmente enfermos y nos concede la salud y su paz.