Los perfeccionistas | Consejos para la vida

Los perfeccionistas | Consejos para la vida

Los perfeccionistas son personas que tienen
cosas muy positivas: creen en el trabajo bien hecho,
procuran terminar bien las cosas, ponen ilusión
en cuidar los detalles; pero tienen también
bastantes negativas.

Viven tensos, sufren mucho cuando ven
que no siempre pueden llegar a la suma
perfección que tanto anhelan, su minuciosidad
les hace ser lentos, y con frecuencia son
demasiado exigentes con quienes no son
tan perfeccionistas como ellos.

«Reconocer los errores». Una de las cosas
más difíciles de aprender es a equivocarse.
No me refiero al hecho en sí de fallar, de cometer
un error, que eso es muy fácil. Hablo de equivocarse
y no venirse abajo, de saber reconocer un error
sin sentirse terriblemente humillado.

Debemos aprender a darnos cuenta de que
no es una tragedia equivocarse, puesto que
la calidad humana no está en no fallar, sino
en saber reponerse de esos errores.

Triunfar es en cierta manera aprender
a fracasar. El éxito en la vida viene de saber
afrontar las inevitables faltas de éxito del vivir
de cada día. De esta curiosa paradoja
depende en mucho el acierto en el vivir.

«El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso
sin desesperarse», decía el conocido estadista
e historiador británico Winston Churchill.

Todos hemos conocido chicos y chicas
que acaban siendo personas raras por culpa
de una especie de terror a hacerlo mal.
Ese chico, o esa chica, a lo mejor no quiere
jugar al fútbol o al baloncesto en el colegio,
porque dice y no es para tanto que no juega bien.

O jamás sale voluntariamente a la pizarra,
porque le aterra la posibilidad de no saber
contestar perfectamente. O no quiere participar
de un juego que no conoce, porque no quiere
arriesgarse a ser el perdedor hasta que haya
conseguido dominar bien sus reglas.