APERTURA DIOCESANA DEL AÑO DE LA FE

Queridos hermanos y hermanas;
Como todos sabéis este año se comienza a celebrar el año de la Fe, convocado
por el Santo Padre Benedicto XVI, para que cada uno de nosotros personal y
comunitariamente seamos capaces de reflexionar sobre la Fe que profesamos, y que
tenemos que transmitir a los demás.
Con motivo de este año han sido muchas las actividades que desde nuestra
Diócesis se han preparado, a los cuales desde nuestro secretariado de Infancia y
Juventud, nos queremos unir y participar activamente en ellos.
El más cercano lo tenemos el próximo sábado día 20 de Octubre a las
11 de la mañana en la Catedral de Guadix y que se prolongara hasta las dos de
la tarde, pues al terminar en la Catedral, en el teatro Mira de Amescua, habrá una
celebración festiva, con canciones, más testimonios y mucha participación de todos,
especialmente de los más jóvenes. Os pido at todos que hagamos un esfuerzo y bien
con cada una de nuestras parroquia, o el grupo de jóvenes que ira desde el secretariado
asistamos a este acto de inauguración del año de la Fe.
Junto con estas palabras, también os adjunto la carta, que nuestro obispo Don
Ginés, ha escrito con motivo del año de la Fe, es bueno que la leamos y la demos a
conocer, a nuestros amigos, para que en todos nosotros este año de la Fe, tengas sus
frutos.
CARTA DEL OBISPO DE GUADIX CONVOCANDO A LA CELEBRACIÓN DEL
AÑO DE LA FE.
«En este Año de la Fe… lo más importante será el camino de renovación
interior que cada uno de los creyentes queramos emprender».
Queridos hermanos en el Señor:
El Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, nos ha convocado a celebrar un Año de
la Fe. Invita «a los hermanos Obispos de todo el Orbe a que se unan al Sucesor de Pedro
en el tiempo de gracia espiritual que el Señor nos ofrece para rememorar el don precioso
de la fe». Este Año de la Fe comenzará el 11 de Octubre, 50 aniversario del inicio del
Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, en la solemnidad de
Jesucristo, Rey del Universo.
La iniciativa del Papa tiene como objetivo «intensificar la reflexión sobre la fe»,
para con renovado ardor y convicción profesarla en medio de nuestro mundo. Benedicto
XVI nos recuerda que el tejido cultural que hace unos años era unitario en lo referente a
los contenidos de la fe y a la práctica de la vida cristiana, hoy no existe. Vivimos una
crisis profunda de fe que afecta a muchas personas. Incluso son muchos los que se
confiesan creyentes pero desconocen los contenidos de la fe que profesan o viven al
margen de lo que creen. El concepto mismo de Dios se va diluyendo en una cultura que
ha hecho de la religión un hecho insignificante, una realidad marginal que no afecta a lo
esencial del hombre ni de la convivencia.
Esta situación ha de mover a los creyentes a buscar las raíces de nuestra fe
cristiana y a renovar la adhesión al Dios de Jesucristo. Volver a lo esencial del
cristianismo es una exigencia improrrogable para los cristianos de hoy.
Si escarbamos un poco en el alma de nuestros contemporáneos, incluso en la
cultura que propagan los medios de comunicación social, apreciaremos que se transmite
no la fe verdadera sino una caricatura de la fe, empañada en tantos momentos por los
pecados de los creyentes o por los intereses de unas ideologías que pretenden una
humanidad sin Dios. Por eso es necesario que pongamos encima de la mesa del mundo
actual la cuestión sobre la fe, ¿qué es la fe?, ¿en qué consiste creer? Los hombres de
hoy, al menos, deben interrogante sobre esta realidad que está inscrita en la misma
condición humana. Cuántas veces el hombre busca a Dios sin saberlo.
El hombre es capaz de Dios, por eso la fe forma parte de su existencia. Pues, el
hombre ¿no es búsqueda?, ¿no se interroga, de una u otra manera, por su origen, por su
destino, por el sentido de la vida? En el mismo misterio del hombre se encuentra el
misterio de Dios.
La fe es un don, el regalo de sí mismo que Dios hace al hombre. Dios se
manifiesta al hombre, y este en su libertad lo acoge o lo rechaza. La acogida al don de
Dios hace nacer un diálogo que es la fe. El encuentro de Dios con el hombre es una
nueva vida que inunda la existencia humana llenándola de sentido. La fe, por tanto, se
basa en la confianza absoluta del hombre para con Dios. Se fía porque ha descubierto el
amor que Dios le tiene, y el amor nunca defrauda. La confianza en Dios lleva al hombre
a la obediencia, la obediencia de la fe, «hágase tu voluntad» como decimos en el
Padrenuestro. Por tanto, si la fe es una actitud que brota del descubrimiento del don de
Dios, lo es también la aceptación de lo que Dios nos ha revelado, los contenidos de la fe
que proclamamos en el Credo.
Confesar públicamente la fe que profesamos es una necesidad y un reto para los
creyentes de hoy, como lo fue para la primera iglesia y para los creyentes de todos los
siglos. A esto estamos llamados en este Año de la Fe.
Con motivo de este Año, serán muchas las iniciativas que se desarrollaran tanto
en la Iglesia universal como en cada una de las iglesias particulares. Sin embargo, lo
más importante será, sin duda, el camino de renovación interior que cada uno de los
creyentes queramos emprender.
En el encuentro renovado con la persona de Cristo, a través de su Palabra y de
los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Penitencia, volveremos a descubrir la
belleza de la fe cristiana y su fuerza transformadora. No es lo mismo creer que no creer.
La fe no es aderezo de la condición humana sino el motor que la impulsa a su plenitud.
La vivencia interior se manifestará en una nueva presencia de los creyentes en la Iglesia
y en el mundo. Nadie puede dar lo que no tiene; daremos a los demás lo que hemos
visto y oído, el fruto de la experiencia. La fe es contagiosa. La transmisión de la fe solo
será posible si es creíble, es decir, si los creyentes trasmitimos lo que es nuestra vida.
Nuestra diócesis de Guadix es portadora de una rica experiencia de fe que se ha
ido tejiendo a lo largo de los siglos. El testimonio de los santos, la fe los confesores y la
sangre de los mártires, siguen siendo la mejor carta de presentación para el mundo.
Miramos al pasado con agradecimiento, y con la conciencia de que somos parte de una
tradición viva que ha de transformar nuestro presente con la pasión de la fe en Cristo,
para que el hombre y nuestra tierra tengan futuro.
Acogiendo la invitación del Papa, os convoco a todos los fieles cristianos de esta
diócesis a acoger este regalo del Señor que nos llega por la persona del Sucesor de
Pedro. Entremos por la puerta de la fe que está siempre abierta para aquellos que con
sincero corazón quieran cruzarla.
Es un año para creyentes, pero también para no creyentes. Es un año para
transmitir el primer anuncio a los que no conocen todavía al Señor, y también para
volver a anunciar el Evangelio a los que ya lo conocen, pero el tiempo ha debilitado su
fe o los ha apartado de la vida de la Iglesia. Es un año, en definitiva, para aquellos que
saben que todos hemos de aspirar a la santidad.
Cada uno de nosotros ha de saberse instrumento para llevar a los hombres a
Dios. La nueva evangelización necesita nuevos evangelizadores que lleven con
convicción, sencillez y alegría, el mensaje del Evangelio al hombre y a la sociedad de
hoy.
La diócesis os ofrecerá medios oportunos para vivir con espíritu de fe este Año
al que hemos sido convocados. Acogedlos como una oportunidad del Señor.
Que María, la peregrina de la fe, nos acompañe y nos muestre la belleza de la gracia.
Con mi afecto y bendición.
Ginés García Beltrán
Obispo de Guadix