Homilía en el JUEVES SANTO de la cena del Señor por Monseñor Ginés García Beltrán
Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
Esta es la tarde del Cenáculo; nuestra Catedral y todas las iglesias del mundo se convierten en auténticos cenáculos donde se actualizan los gestos que Jesús realizó en la última cena con sus discípulos; y lo que es más importante, no solo se actualizan los gestos sino el contenido de lo que esos gestos representan.
Nos ha recordado hace poco el Papa: “lo que la Iglesia celebra en la Misa no es la Última Cena, sino lo que el Señor ha instituido en la Última Cena, confiándolo a la Iglesia: el memorial de su muerte sacrificial”.
La celebración de esta tarde, con la que damos comienzo al Triduo pascual, nos recuerda aquellos gestos proféticos que Jesús realizó poco antes de que se hicieran realidad. Entrar en el espíritu del Cenáculo nos ayudará a contemplar al Señor que se presenta ante los suyos como el Siervo, que se entrega por todos para el perdón de los pecados.